plan puebla panamáarchivos de los protestos globales • www.agp.org

Los Megaproyectos Hidroeléctricos del PPP

¡Proyectos de Represas para Chiapas!

(Primera Parte)
Chiapas al Día, No. 301
CIEPAC
Chiapas, México
12 de agosto de 2002
http://www.ciepac.org/bulletins/200-300/bolec301.htm

Hace unos meses, en abril del 2002, el Comisionado Presidencial de México para el Plan Puebla-Panamá (PPP), Florencio Salazar, afirmó en el parlamento centroamericano que: "Soy claro y enfático, no existe ningún proyecto, no hay ninguna intención de construir una hidroeléctrica en el Usumacinta, simplemente porque las comunidades del Petén no lo aceptan". Lo que no dijo es que tampoco las comunidades mexicanas. Pero así lo confirmó también Jorge Sapovich, alto funcionario del BID, en un encuentro reciente de este organismo en Belice, país donde sus pobladores también llevan otra lucha contra la construcción de la represa el Chalillo.

El PPP han prometido consultas públicas y ciudadanas para la realización de megaproyectos y respetar las culturas indígenas. Los gobiernos han firmado el Convenio 169 de la OIT sobre los derechos de los pueblos indígenas y tribales. Por su lado, el presidente Fox prometió que no se construirían obras donde los indígenas no lo quisieran. Hace un año, Fox afirmó que el zapatismo "no tiene que ver nada con el Plan Puebla-Panamá, más que el hecho de que si llega a haber algún proyecto en el que una comunidad no quiere que pase por esa zona, pues lo ponemos en otro lado, no nos vamos a pelear con nadie". (La Prensa Gráfica, 15/06/01).

La Comisión Mundial de Represas (CMR), luego de su informe sobre el impacto negativo que han causado las presas hidroeléctricas en el mundo, realizó una serie de recomendaciones a los gobiernos y empresas (www.dams.org). Además, en marzo del 2002, en el I Foro Mesoamericano por la Vida, Frente Regional contra las Represas (www.ciepac.org), llevado a cabo en el Petén guatemalteco, a orillas del río Usumacinta, más de 300 participantes de comunidades indígenas y campesinas de Chiapas y otros países de Centroamérica, El Caribe y Sudamérica, rechazaron rotundamente la construcción de estas represas (ver Boletín "Chiapas al Día" No. 283 de marzo de 2002). Muchos estudios y experiencias ya han advertido sobre el peligro de estos megaproyectos hidroeléctricos (ver en ww.ciepac.org los Boletines "Chiapas al Día" Nos. 285-287).

LA CUENCA DEL USUMACINTA

Pues bien, pese a todo eso, los gobiernos siguen mintiendo. Los presidentes Alfonso Portillo de Guatemala y Vicente Fox de México, anunciaron la construcción de hidroeléctricas en los Altos del Usumacinta. Este fue uno de los acuerdos del pasado 28 de junio alcanzados en la "Expo-Inversión 2002" realizada en la Cumbre de Mérida, en Yucatán, México. La firma del memorándum de cooperación técnica con Centroamérica dió formalmente inicio a la construcción de las Hidroeléctricas del Alto Usumacinta, que consistenten en "cinco pequeñas presas" que inician en la frontera entre el Petén, Guatemala, con Marqués de Comillas en Chiapas y terminan en territorio del estado de Tabasco con el proyecto binacional hidroeléctrico "Boca del Cerro". La obra tendrá un costo de US$240 millones y serán aportados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) "para apoyar un proyecto de interconexión eléctrica en América Central, primer paso hacia la integración energética mesoamericana planteada en el PPP."

Los antecedentes del proyecto se remontan décadas atrás. El estudio de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) denominado "Exploraciones geológicas para proyectos hidroeléctricos del río Usumacinta, Chiapas", realizado por Gustavo Arvizu Lara y Moisés Dávila Serrano en abril de 1987, afirma que "El río Usumacinta, el más caudaloso del país, sirve de frontera entre México y Guatemala. Los estudios del subsuelo se realizaron en la parte media-baja del río, para la ubicación de cinco centrales hidroeléctricas; cuatro de ellas cubren áreas de ambos países, las rocas de las formaciones estudiadas son en su mayoría calizas, dolomitas y margas, intensamente fracturadas y con disolución. En el informe se presentan los resultados de las exploraciones geológico-físicas apoyadas en topografía y perforaciones; se muestran además, datos hidrográficos de la corriente principal, asociados a las fluctuaciones de los niveles del agua subterránea".

Según las declaraciones de Marta Prión en el artículo publicado en Prensa Libre de Guatemala y citado por el Boletín Comercio y Desarrollo del 13 de julio del 2001, desde los años 60 se sabe del interés en hacer una hidroeléctrica en el río Usumacinta. "Inicialmente, el proyecto lo propuso México, y por alguna razón siempre se ha manejado con mucha secretividad", agrega la articulista y añade "que era una red de grandes diques desde Sayaxché hata la presa final en Piedras Negras, punto donde el nivel del río alcanzaría 25 metros sobre el pico máximo en invierno, y aproximadamente 45 metros sobre el mínimo en verano".

Para Marta Prión "esto provocaría la inundación de un área calculada de 10 a 12 mil kilómetros cuadrados (casi la tercera parte del departamento del Petén, Guatemala), en donde se encuentran 800 sitios arqueológicos, entre ellos Piedras Negras, Yaxchilán y Altar de Sacrificios, asentamientos cooperativistas con más de 50,000 personas, pérdidas de millones de árboles de madera preciosas y vida silvestre". La construcción la describe como una "obra faraónica, pues por el tipo de suelos kársticos de Petén que permiten filtraciones, se necesitarían cimentaciones muy profundas de altos costos, sin seguridad de su resistencia. El beneficio del proyecto sería más para México, y el daño para Guatemala, pues la inundación sería de nuestro lado, por estar más bajo; México utilizaría su parte de energía y compraría la de Guatemala, o se vendería a El Salvador".

En el mismo artículo citado se menciona que "en 1995, don Clemente Marroquín Rojas se opuso porque lesionaba la soberanía de Guatemala; en 1983, el caso se discutió en la reunión mundial de la UICN en Madrid, preocupados por su impacto sobre el Petén; en 1984, el instituto para la Ecología Cultural de los trópicos y la Sociedad Alemana de Etnología hicieron este llamado mundial: Expresamos profunda preocupación sobre el proyecto de la represa en el Usumacinta, porque constituya una amenaza grave para la población, sitios arqueológicos Mayas de valor mundial, bosques tropicales y diversidad biológica de Guatemala". La articulista recuerda que, "personalmente, como integrante de la entonces Comisión Técnica Asesora del Medio Ambiente, participé en toda esta batalla que se logró detener. Pero hoy surge nuevamente el proyecto (...) que es muy delicado y peligroso (...) La gente debe ser informada y ejercer su derecho de velar por la protección del medio ambiente y los recursos naturales, como un derecho humano de su sobrevivencia".

En otro artículo publicado en Prensa Libre y citado también en el Boletín Comercio y Desarrollo No.10 -abril 2002, Magalí Rey Rosa afirma que "Aunque a estas alturas es imposible creer cualquier cosa que digan los funcionarios de gobierno, cuando se pregunta sobre la hidroeléctrica del Usumacinta, en el Minsiterio de Energía y Minas, fingen demencia, así que es difícil conseguir información fidedigna. Lo que sí se sabe a ciencia cierta es que el 85% de la energía eléctrica producida por dicho proyecto sería para México. Y como para nadie es un secreto la conexción de Alfonso Portillo con Vicente Fox, la historia de las represas se podría convertir en otro capítulo de terror para las y los guatemaltecos, sobre todo para quienes viven a las márgenes del río Usumacinta".

Además del impacto irreversible ecológico sobre lo poco que queda de las selvas mesoamericanas, el desplazamiento de poblaciones indígenas y su consecuente empobrecimiento estará enmarcado en una mayor presencia militar en la región. No olvidemos que el municipio de Ocosingo, Chiapas, y el departamento del Petén en Guatemala, son de las regiones más militarizadas de mesoamérica. Esto asegurará que el proyecto pueda ser concesionado a extranjeros vía Guatemala, concretamente a la corporación transnacional española Unión Fenosa, dueña de la empresa DEORSA, y quien cuenta con el monopolio del servicio de la energía eléctrica en el norte de Guatemala, caracterizado por el mal servicio a los usuarios, apagones constantes y altas cuotas en los recibos de la energía eléctrica. Sin embargo, del lado mexicano se presenta un impedimento constitucional, aunque la Carta Magna es violada constantemente:

"Sólo los mexicanos por nacimiento o por naturalización y las sociedades mexicanas tienen el derecho para adquirir el dominio de las tierras, aguas y sus accesiones o para obtener concesiones de explotación de minas o aguas. El Estado podrá conceder el mismo derecho a los extranjeros, siempre que convenga ante la Secretaría de Relaciones en considerarse como nacionales respecto de dichos bienes y en no invocar por lo mismo la protección de sus gobiernos por lo que se refiere a aquéllos; bajo la pena, en caso de faltar al convenio, de perder en beneficio de la Nación, los bienes que hubieran adquirido en virtud de lo mismo. En una franja de cien kilómetros a lo largo de las fronteras y de cincuenta en las playas, por ningún motivo podrán los extranjeros adquirir el dominio directo sobre tierras y aguas". (Art. 27 de la Constitución Política de México).

El agua es la segunda fuente para la generación de energía eléctrica de México. Para ello se requiere la construcción de presas, una casa de máquinas para la turbuina, el generador y los transformadores de la energía, y un cuarto de control. Las instalaciones deben estar debajo de la base de la cortina de la presa para aprovechar la energía potencial del agua. Aunque para otros, reflejo de la falta de información transparente y veraz por parte de los gobiernos, las presas del Usumacinta sólo serán turbinas en las caídas de agua que no implicarán inundación de tierras. Este tipo de represas aprovecha el flujo (la corriente) del río conduciéndolo para que caiga en las turbinas. Sin embargo, aunque los embalses que se construyen para la represas al filo de agua son usualmente más pequeños, también causan impactos dependiendo de su tamaño. Monti Aguirre de la Red Internacional de Ríos (IRN) confirma que hay varios ejemplos de este tipo en Africa, por ejemplo en Namibia con la represa Rua Cana Falls, y otro proyecto del Banco Mundial llamado "Lower Kahensi Project". Para Monti Aguirre también la represa Belo Monte en el Amazonia brasileña es técnicamente ese tipo de represa "que requiere el flujo constante de agua en un 'relativamente' pequeño embalse. Este proyecto sin embargo es un complejo que afectara alrededor de 28 grupos indígenas del Amazonia, poblaciones rurales y a un centro urbano (Altamira)". También hay otros proyectos que veremos más adelante donde se aprovecha la caida del agua conduciéndola por túneles y el río o la casacada deja de tener agua por un trayecto, lo cual causa impactos ambientales abajo de la represa.

Desde otro punto de vista y fuente, el Proyecto Nacional "México Tercer Milenio" propone la planeación del país en seis Complejos que, más allá del PPP, están en función a la integración del Area de Libre Comercio de Las Américas (ALCA). En cada uno de ellos se proponen proyectos hidroeléctricos. En el Complejo Pacífico Occidental destacan las hidroeléctricas Ixcam en el estado de Nayarit. En el Complejo Pacífico Norte el proyecto Montague en la delta del Río Colorado; Batahui en el río Yaqui y Huahura en el río Mayo. En el Complejo Centro y Norte sobresalen el sistema hidroeléctrico Tzen Valle en la huasteca potosina; la presa "Santa Cynthia" y central "Micos" en San Luis Potosí; la presa "Santa María" en Querrétaro y San Luis Potosí; la presa de transferencia ""Extoraz" entre Querétaro e Hidalgo; la presa "Amajaque" en Hidalgo y la construcción de varias centrales en el Sistema Hidroeléctrico del río Necaxa en el estado de Puebla. En el Complejo Pacífico Sur destacan las represas Papagayo-La Parota y Omotepec en Guerrero; y Verde-Atoyac en Oaxaca; el canal interoceánico de Tehuantepec de 288 km.; además del ferrocarril eléctrico transístmico de alta velocidad de ocho vías y el costero del Golfo de doble vía, ambos electrificados y de alta velocidad.

Pero ahora sólo nos detendremos en el Complejo Sureste y específicamente los proyectos hidroeléctricos para Chiapas que abarcan varios ríos del estado y las Cuencas del río Grijalva y Usumacinta. El Sistema UsuTulijá y los proyectos Quetzalli, Huixtán I, Huixtán II, Jattza y Nance, ubicados todos en Chiapas, aportarán una potencia de 9,520 megawatts (27% respecto a nivel nacional), y generarían 33,000 millones de kilowatts/hora por año (kwh-a), lo que representa el 20% respecto a la generación nacional actual. Con ello se pretendería apoyar a los futuros complejos de desarrollo como a los actuales centros urbanos e industriales, agregar un millón y medio de hectáreas a la agricultura de agroexportación lo que implicará expulsión de los pequeños productores. Del mismo modo justifican los proyectos con el fin de dotar de energía al corredor del Golfo y controlar sus inundaciones costeras provocadas por la desforestación, como proporcionar energía a la Península de Yucatán que en el marco del PPP será inundada de parques industriales, maquiladoras y centros de agroexportación.

Debido al importante caudal del Usumacinta, 70,100 millones de metros cúbicos que incluye las aportaciones trasvasadas por la presa Salto de Agua sobre el río Tulijá que cruza a lo largo del municipio de Salto de Agua, cada metro de carga-embalse representaría 150 millones de kwh que equivale a un ahorro de 250,000 barriles de combustóleo al año, "hecho determinante para seleccionar la altura de cortina acorde al área máxima por inundarse". Para el proyecto es necesario "Evaluar (...) las afectaciones-indemnizaciones a ambos lados de la frontera", aunque se supone que las ruinas arqueológicas mayas de Yaxchilán en Chiapas que tienen una elevación de 170 metros sobre el nivel del mar (msnm), y Piedras Negras en Guatemala que están ubicadas a 150 msnm, no se inundarían por los lagos artificiales de las represas, según la información topográfica elaborada en 1967 para la CFE. Por lo tanto, el proyecto concluye que "al no existir afectaciones arqueológicas relevantes, sería conveniente incrementar la altura de la presa", aunque las comunidades indígenas tengan que ser desplazadas y las selvas inundadas, haciendo énfasis en que "Esto, permitiría aprovechar objetivamente los recursos técnicos y económico-financieros, al reafirmarse como la obra de infraestructura de más trascendencia que compartirían México y Guatemala".

Para el Proyecto Nacional "Tercer Milenio" el objetivo central es el negocio: "es fundamental conceptuar, planificar y construir proyectos y obras de infraestructura básica de alta participación y rentabilidad" que "ofrezcan garantías suficientes a los inversionistas para fomentar la instalación de industrias, activar el comercio e incrementar la producción agropecuaria". Para ello se requerirá que los gobiernos modifiquen los acuerdos y convenios de cooperación binacional, especialmente el Pacto de San José "para lograr la interconexión en alta tensión de México-sur, Centroamérica y Colombia-norte". Además, cínicamente se plantea la necesidad de concretar un Tratado de Libre Comercio en toda América Latina (ALCA) "para impulsar un desarrollo soberano e integral". Así, "Este propósito, alentará una renovada alianza de prosperidad con todos los países del continente". En otras palabras, los indígenas y campesinos quedan excluidos ya que no son grandes inversionistas subsidiados por los gobiernos del norte ni son "rentables" para el mercado.

Para el Plan Nacional "México Tercer Milenio", el área total que se inundará en toda la Cuenca del Usumacinta suman 725 kilómetros cuadrados que equivalen a 72,500 hectáreas de tierras indígenas y selvas, de los cuales 425 km cuadrados corresponderán a territorio mexicano y 300 km cuadrados a territorio guatemalteco. Pero si tomamos en cuenta todos los proyectos aquí descritos suman alrededor de mil km cuadrados que equivalen a 100 mil hectáreas de tierras inundadas. Con ello se pretenden crear "modernas industrias agropecuarias y de manufactura, distritos piscícolas y acuícolas, atractivos destinos y desarrollos turísticos". El río Usumacinta pasa también por el estado de Tabasco, donde se realizaría un canal de derivación en Balancán que trasvasará -llevará- los caudales del río hacia la Laguna de Términos en el estado de Campeche. Esto produciría 1,250 millones de Kwh en una central hidroeléctrica adicional de baja carga.

Si además se le suma la presa Salto de Agua que supuestamente controlará las inundaciones del río Tulihá, la región norte y oriente de Tabasco, y suroeste de Campeche, se beneficiaría la industria que "al combinarse con eficientes obras de drenaje y canales de navegación, asegurará recuperar más de un millón y medio de hectáreas de fértiles tierras para las actividades agropecuarias y acuícolas". De igual manera, a partir de la ribera derecha de su embalse "una monumental conducción" uniría los embalses de los proyectos "Boca del Cerro", "San Pedro" y "Candelaria", y sería posible disponer de un río-canal con diversos ramales para abastecer "abundantes volúmenes de agua fresca e irrigar extensas superficies en la península de Yucatán, lo que se traducirá en un futuro mejor para sus habitantes y será el eje vital para restablecer el equilibrio ecológico de tan importante territorio peninsular". Sin embargo, los jornaleros agrícolas del norte de México no dirían lo mismo, quienes viven en la miseria y con jornadas mal pagadas.

Para optimizar el potencial hidroenergético de toda la Cuenca, el Proyecto Nacional insiste en que Guatemala desarrolle un plan similar al propuesto para el sureste de México sobre los ríos Ixcán, Xactbal, Chixoy y de La Pasión, lo que aumentaría la producción de electricidad para la venta y ahorraría el uso de hidrocarburos.

El río Usumacinta tiene como principales afluentes los ríos Lacantún, Ixcán, Xactbal, Chixoy o Salinas y de La Pasión. La Cuenca cuenta con el 20% de los escurrimientos de agua del país y puede derivar grandes volúmenes de agua y energía a la península de Yucatán. Por tanto, el Sistema "Usumacinta-Tulhá" (UsuTulhá) pretende controlar así los ríos Tulijá y Usumacinta, que inundan mucha planicie costera de los estados de Tabasco y Campeche en parte por las grandes deforestaciones de las empresas madereras. De esta manera se propone que las presas queden entrelazadas por medio de túneles y canales. Se pretende así que el Sistema "Usu Tulhá" sea "el más trascendente proyecto de multifunciones de México -producción hidroeléctrica, alimentación y de desarrollo integral". Entre los planes que integran el Proyecto Nacional "México Tercer Milenio", se encuentran: (ver mapas en www.ciepac.org)

1) Presa "Salto de Agua". Ubicada en el municipo de Salto de Agua, en la región norte de Chiapas, sobre el río Tulijá y a 39 km al sureste de Macuspana en el estado vecino de Tabasco, y 35 km al occidente de Palenque, Chiapas. Ayudará al control de las inundaciones y a transferir los escurrimientos del río Tulijá (6,600 millones de metros cúbicos) por un túnel de 23 km de longitud y 9.0 metros de diámetro hacia el embalse del proyecto binacional hidroeléctrico "Boca del Cerro" (en su parte correspondiente sobre el río Chancalhá). En esto consiste el trasvase, llevar aguas de un río a otro, o trasladar las aguas de un río a otra represa. La presa tendrá una cortina tipo gravedad de 150 metros de altura que será la de mayor amplitud -dos km- y volumen de concreto. El embalse creará un lago artificial que inundará 396 km cuadrados de selvas y tierras indígenas con capacidad de 24,540 millones de metros cúbicos, el cual funcionará con oscilaciones mínimas de nivel y regulará totalmente las aportaciones del río Tulijá. A las orillas de la presa se podrán construir "modernos centros de población, industriales, agropecuarios y acuícolas, aunado a incrementar la capacidad del Sistema "UsuTulhá" con 700 MW y la generación en 1,900 millones de kWh-a." (kilowatts hora al año).

2) Presa Binacional "Boca del Cerro", Chiapas-Tabasco y Guatemala. Es considerada como la obra hidroenergética más significativa y clave del Sistema "UsuTuljá" y del sureste de México. Se ubicará a 9.5 km al suroeste de Tenosique, Tabasco, y consistirá de una presa tipo gravedad de 135 metros de altura, central exterior e integrada a la cortina que alojará seis potentes equipos turbogeneradores de 700 Mw con un almacenamiento de 19,550 millones de metros cúbicos. Junto con sus ramificaciones, llevará el agua a la península de Yucatán por un túnel de 350 km con lo que pretenden incorporar a la producción agropecuaria un millón y medio de hectáreas de la planicie costera.Tendría un embalse o lago artificial de 300 km cuadrados que equivalen a 30,000 hectáreas; y el 42% de su superficie estaría en territorio guatemalteco. Boca del Cerro tendría una capacidad de 4,200 Mw y una generación de 17,400 millones de Kwh-a, lo cual representaría el 67% de la hidroelectricidad de México y con esto se ahorrarían 29 millones de barriles de combustóleo. Esta presa sería la más importante del país aunque para otros será la de El Cajón en el estado de Nayarit.

"Boca del Cerro" "tiene prioridad" y para ello se requiere "la participación de los gobiernos de México y Guatemala, a fin de impulsar ante los organismos financieros y privados, la alternativa propuesta (elevación máxima del agua 125 metros sobre el nivel del mar)". Por otro lado, "todas las inversiones para la construcción de las obras civiles e instalaciones electromecánicas asociadas al proyecto y las mayores afectaciones quedarán en México; y cerca del 65% de las aportaciones al futuro embalse, provendrán de los afluentes guatemaltecos. De modo que los beneficios obtenidos por la producción de electricidad se regirán con base en los preceptos y normas establecidas en el Tratado Internacional de Límites y Aguas y en los nuevos lineamientos del ampliado Pacto de San José, así como en los convenios y acuerdos que se deriven".

El Proyecto Boca del Cerro también está contemplado dentro del Plan Hidráulico 2001-2005. Para "México Tercer Milenio" la ejecución del proyecto "tendrá un presupuesto estimado en 50,000 millones de pesos (cinco mil millones de dólares), donde el 70% será en moneda nacional -obra civil, materiales de construcción, diversos equipos...- por destinarse durante un periodo de cinco años, asegurará a los organismos financieros e iniciativa privada, inversiones altamente competitivas y rentables". Por su lado, la Asociación Civil Ecologista Santo Tomás de Tabasco, a través de un comunicado, dio a conocer que el proyecto Boca del Cerro había sido cancelado en 1991 por el entonces Presidente Carlos Salinas ya que afectaría zonas arqueológicas y ocasionaría daños ecológicos. De hecho, los temblores que se han sentido en Tenosique se deben a las explosiones que se han realizado en el Alto Grijalva. (Tabasco Hoy, 30 de junio de 2002)

3) Presa "Chumpán". Se ubica en el estado de Campeche, vecino a Chiapas, y colinda al sur de la población de Balancán, Tabasco. Consiste en un dique-vertedor sobre el río Chumpán de 12 metros de altura y 7.5 km de longitud "para formar un atractivo lago de 265 km cuadrados con elevación máxima a 10 metros sobre el nivel del mar". Esto implica la inundación de 26,500 hectáreas. La presa llevará agua por un túnel de 21 km para canalizar las extracciones de la presa Boca del Cerro (suma de los ríos Tulijá y Usumacinta) hacia el río Salsipuedes que desemboca en la Laguna de Términos, Campeche. Contará con bordos-carreteros de encauzamiento y además se pretende instalar una central de baja carga -250 Mw y 1,200 millones de Kwh-a. Sus funciones adicionales serán la navegación, desde el proyecto Boca del Cerro hasta el Golfo de México (236 km) e "impulsar nuevas poblaciones, zonas agrícolas y la instalación de fábricas en sus márgenes".

4) Presa "Bajatzén". Ubicada en el río Shumulhá a 16 km al noreste de Yajalón y que forma parte de la cuenca del río Tulijá. Colinda con los municipios de Tumbalá y Tila en la zona Norte de Chiapas. Se pretende aprovechar los rápidos descensos del río y el desfogue máximo de la futura presa "Salto de Agua", para disponer una carga de 400 metros, que mediante una conducción total en túnel de 3.5 km se instalarían 690 Mw para generar 2,530 millones de Kwh-a. Esto se integraría con una presa-vertedora de 250 metros de altura que formará un lago artificial de 635 millones de metros cúbicos. Este proyecto podría ser "una excelente alternativa al proyecto hidroeléctrico 'Itzantún' sobre el río Tacotalpa, ante los problemas sociales que limitan a este conveniente proyecto."

De este modo, el Complejo de Desarrollo del Sureste se convierte en un asunto de "seguridad nacional" para el Proyecto Nacional "México Tercer Milenio". Para él, "el conflicto insurgente ya debe solucionarse, pues su serie de peticiones (autonomía-separación territorial, regionalización étnica, cultural, social), aunado a planes oficiales parciales (Plan Puebla-Panamá), impiden lograr un aprovechamiento óptimo de sus recursos naturales y el pleno desarrollo regional". En otras palabras, los indios estorban para la ambición del capital y por ello los Acuerdos de San Andrés firmados entre el EZLN y el gobierno federal marcan un muro de contensión a esta rapiña. Por tanto, los antecedentes de las luchas sociales, indígenas y campesinas en Chiapas en torno a las viejas represas de la entidad se actualizarán. La cantidad de proyectos hidroeléctricos en la región auguran procesos de resistencia para evitar no sólo que sean destinados a morir de hambre con los tratados de libre comercio que los quieren sepultar en mayor miseria, sino contra estos proyectos que pretenden sepultar su tierra, historia y cultura bajo las aguas del "desarollo".

Gustavo Castro Soto


(Segunda Parte)
Chiapas al Día, No. 303
Chiapas, México
21 de agosto del 2002
http://www.ciepac.org/bulletins/200-300/bolec303.htm

Mientras el gobierno desmentía los planes de construcción de represas en Chiapas, las máquinas en el río Tzaconejá se encontraban abriendo vereda por la selva de Ocosingo ante el descontento de zapatistas y prisitas de la región. Mientras la CFE desmentía los planes de represas, en su página web www.cfe.gob.mx ofrece los resúmenes de los estudios de cada una de ellas que quizá mañana las desaparezcan. Mientras el presidente Vicente Fox firma con el presidente guatemalteco el convenio de las represas en el Usumacinta y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprueba un préstamo, el gobierno estatal niega los proyectos de represas al mismo tiempo en que organizaciones del Petén lanzan una carta pública demandando más información que los gobiernos se niegan a ofrecer a la ciudadanía. Mientras se promete desarrollo y bienestar para las familias por medio de las construcción de las represas que generarían energía y controlaría las inundaciones, en los estados de San Luis Potosí y de Zacatecas, declarado en desastre, las presas desbordadas y mal monitoreadas se colapsaron ante las lluvias. La destrucción de las presas La Ventilla, Capulín, Malpaso y Santa Rosa implicó en la primera quincena del mes de agosto la inundación de cientos de hectáreas y cosechas perdidas así como cientos de cabezas de ganado; decenas de personas fallecidas, heridas y desaparecidas sorprendidos a media noche por el torrente de agua que se precipitó sobre sus casas provocando miles de damnificados. Las lluvias y las presas desbordadas río arriba amenazan a las otras presas río abajo. Por otro lado, en Alemania el desbordamiento de una presa por las intensas lluvias causó el desalojo de 16 mil personas.

Pero ocultar la verdad no es nuevo. El gobierno afirma que hay desarrollo y al mismo tiempo reconoce que más del 54% de la población mexicana está en la pobreza, así como el 93% de los indígenas del país. Por otro lado niega que haya transgénicos en México y en el presente mes de agosto anuncia el permiso a la transnacional Monsanto de sembrar soya transgénica en Tapachula. Pero también niega que haya presos políticos en Chiapas y en algún momento, tiempo atrás, negaba incluso la existencia del Plan Puebla-Panamá. El gobierno federal niega de la misma manera que haya conflicto y que ratifica su voluntad de paz con la visita del supuesto comisionado gubernamental para la paz en este mes, y luego el Ejército Mexicano llega con más de 3 mil efectivos en más de 100 vehículos procedentes de la XXX Zona Militar de Villahermosa Tabasco, rumbo a la Selva Lacandona, donde está latente la expulsión de comunidades de los Montes Azules.

Además de los proyectos hidroeléctricos de la Cuenca del Usumacinta, para el Proyecto Nacional "Tercer Milenio" se identifican otras obras prioritarias. Cabe hacer notar la ausencia de diagnósticos sobre los impactos sociales, ecológicos y al patrimonio cultural. Estos megaproyectos impactarán fuertemente a grandes poblaciones indígenas de la región. Ya en todas estas regiones las comunidades indígenas están reportando la intromisión de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para marcar terrenos. Pero también ya están las mismas comunidades organizandose para exigir explicación de su presencia en sus tierras e información sobre lo que pretenden.

5) Presa "Quetzalli". En el río Lacantún y se localizará a 90 km al oriente de la cabecera municipal de Las Margaritas y a 3.5 km al noroeste de la comunidad Nuevo San Andrés, cerca de la Estación Ixcán, de la comunidad Flor de Café y a las orillas donde comienza la reserva de la biósfera de "Montes Azules". Será una presa de irreparable impacto ecológico, con una gravedad de 145 metros de altura que formará un lago artificial cuyo embalse inundará 570 km cuadrados que equivalen a 57 mil hectáreas. (Nota: un kilómetro es igual a un millón de metros cuadrados; una hectárea igual a 10 mil metros cuadrados; un kilómetro cuadrado es igual a 100 hectáreas).

Esta presa tendría una capacidad de almacenar 32,375 millones de metros cúbicos. El proyecto lo justifican de este modo: "Al controlar los ingentes volúmenes de azolve, sobreelevar los niveles freáticos y aumentar el almacenamiento de los acuíferos, contribuirá a regenerar y proteger la flora y fauna de la reserva integral "Montes Azules". Pero nada más lejos de la realidad. El objetivo central será formar un "inmenso lago artificial" en medio de la Selva Lacandona y crear grandes negocios y vías de comunicación, "donde podrá desarrollarse a gran escala la piscicultura y el turismo". Tendrá una generación de energía hidroeléctrica de 1,200 Megawatts (Mw) y 3,900 millones de Kilowatts por hora al año (Kwh-a) para alimentar con energía eléctrica a las empresas de agroexportación, sistemas de riego, puertos, aeropuertos, trenes eléctricos y maquiladoras. Este proyecto es otra más de las razones por las que se pretenden desalojar a las comunidades indígenas de los "Montes Azules". Sin embargo, la construcción de infraestructura entrará pronto en contradicción con las pretensiones de proteger la biodiversidad. Pero en cualquiera de los dos casos, los que salen perdiendo son las comunidades indígenas ya que el común denominador es la expulsión de la población de sus tierras.

6) Presa "Huixtán I". Quedará situada sobre el principal afluente del río Lacantun, en el río Santo Domingo, a 63 km al oriente de la cabecera municipal de Las Margaritas y a 23 km al sur-suroeste del proyecto "Quetzalli". La presa aprovechará los escurrimientos de agua del río Santo Domingo y tendrá una capacidad de 1,200 Mw y generará 3,150 millones de Kwh-a. Incluirá una presa de arco de 175 metros de altura que formará un lago artificial cuyo embalse tendrá una capacidad de 6,000 millones de metros cúbicos e inundará un total de 90 km cuadrados de superficie (igual a 9 mil hectáreas). Con ello se pretenden obtener beneficios para "navegación, turismo, piscicultura, control de azolves e inundaciones".

7) Presa "Huixtán II". También ubicada en el río Santo Domingo. Estará localizada a 9 km al suroeste del proyecto hidroeléctrico "Huixtán I", donde cruza el río Santo Domingo con la frontera con Guatemala. Tendrá una capacidad de 1,413 millones de metros cúbicos y complementará el aprovechamiento de los escurrimientos y cascadas del río Santo Domingo. Con una capacidad de 600 Mw generará 1,900 millones de Kwh-a, lo que aumentará el potencial hidroeléctrico de la cuenca del río Usumacinta. Además contará con una presa en arco de 225 metros de altura, un embalse que inundará 44 km cuadrados de tierras indígenas que equivalen a 4,400 hectáreas, de los cuales alrededor de 3 km se formarán en territorio guatemalteco. Algunas comunidades indígenas tendrían que desaparecer ya que quedarían inundadas, sin embargo el proyecto se justifica de la siguiente manera: "al ampliar las perspectivas de bienestar y empleo en la zona sur de la selva Lacandona y substituirse las comunidades afectadas -Amparo Aguatinta, Ojo de Agua, Las Flores y California- por nuevos centros de población con todos los servicios municipales, comunicados por la ampliada red local de caminos y los sistemas de navegación, lo convierten en un proyecto con altos índices energético y técnico-económicos que apoyará a los actuales y futuros desarrollos del sureste."

En otras palabras, tierras zapatistas, del municipio autónomo Tierra y Libertad, así como ejidos de afiliación priista se pretenden borrar del mapa. Curiosamente es donde las comunidades han denunciado las fumigaciones permanentes y constantes de Moscamed que han destruído cafetales y cultivos de maíz. Región con fuerte presencia militar y donde el gobierno, como en otras regiones de Chiapas, impulsa fuertemente el Programa de Certificación de Derechos Ejidales (Procede) para privatizar la tierra. También es la región indígena donde cada vez se ven más migraciones hacia los Estados Unidos o las ciudades más cercanas como Comitán o San Cristóbal de Las Casas donde también se están promoviendo, no con mucho éxito, la instalación de las maquiladoras que atraigan mano de obra pobre y barata. Pero también es la región donde comisariados ejidales de distintas ideologías y partidos políticos de más de 40 comunidades de 5 municipios, han decidido unirse para conformar una "Directiva contra las Represas" en defensa de sus tierras, la selva y los ríos.

8) Presa "Jattza". Estará ubicada en el río Jataté y a 54 km al oriente-sureste de la cabecera municipal de Altamirano y a 63 km al noroeste del proyecto "Quetzalli". La altura de la presa será de 235 metros de altura lo que, dentro del aprovechamiento de la cuenca del río Usumacinta, es el proyecto hidroeléctrico de mayor altura que afectará a las comunidades de la cañada Las Tazas que alberga comunidades zapatistas así como de la organización indígena del Aric-Independiente y oficial. Aunque su impacto social y ecológico será tremendamente negativo, para los diseñadores "queda compensado por su estratégica localización energética e importante impacto social."

Esta presa tendrá una capacidad instalada de 900 Mw y producirá 1,970 millones de Kwh-a, lo que podrá abastecer de energía eléctrica al norte del estado de Chiapas, al vecino estado de Tabasco y a la península de Yucatán. Pero nunca se mencionan los beneficios para la población indígena de la región, sólo en función de los grandes negocios enmarcados en el Plan Puebla-Panamá (PPP) como expresión regional del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Su lago artificial será de 29 km cuadrados que equivalen a inundar 2,900 hectáreas ejidales. Tendrá una capacidad de almacenar 2,715 millones de metros cúbicos. Así, las bondades del PPP vuelven a maquillar su impacto: "representará una económica vía fluvial sobre los ríos Tzanconejá y Jataté, así como para fomentar la piscicultura, el turismo, y lograr un mejor control de los azolves e inundaciones". Por tanto, las comunidades Rómulo Calzada y La Sultana podrían desaparecer y quedar inundadas.

9) Presa Central "Nance". Estará ubicada en el río Tzaconejá en los Altos de Chiapas a 7.5 km al sureste del municipio de Altamirano y a 2 km al sur de la población zapatista de Morelia. La presa contará con 440 metros de carga de diseño, tendrá una altura de 75 metros y más 380 metros de desnivel que se aprovechará para conducir el agua por un túnel de 7 km. Además tendrá una capacidad de 480 Mw para producir 1,000 millones de Kwh-a. Su embalse formará un lago artificial que inundará 4 km cuadrados de superficie que equivalen a 400 hectáreas de tierras ejidales, para albergar 360 millones de metros cúbicos de agua. Aunque para los diseñadores de esta presa "será otro atractivo turístico y productor piscícola", para los pobladores aledaños significará más pobreza y expulsión y un beneficio del potencial eléctrico que se irá a otras regiones empresariales: "Por su conveniente localización y distancia en línea de transmisión, permitirá reforzar e incrementar la disponibilidad de potencia y energía a las horas de máxima demanda en los estados del sureste y en la península de Yucatán. Asimismo, junto con los otros proyectos de la cuenca del río Usumacinta, consolidará los programas propuestos para los nuevos centros de población en las costas del Golfo de México."

Tan sólo estas cuatro represas significarían la creación de lagos artificiales que inundarán un total de 737 kilómetros cuadrados de selvas y ejidos, mismos que equivalen en total a 73,700 hectáreas de tierras. Esta superficie es más grande que cualquiera de los 88 municipios de Chiapas cuya superficie es menor a estos 737 kilómetros cuadrados de tierras (de un total de 118). Algunos de estos municipios se podrían inundar desde una vez como el municipio de Tumbalá (705.5 km cuadrados de superficie) y Frontera Comalapa (con 717.9 km cuadrados); hasta 22 veces el municipio de Tapalapa o de Tzimol (con 32.3 km cuadrados de superficie cada uno), o 14 veces el municipio de La Grandeza (52.2 km cuadrados). Si sumanos a esto los mil km cuadrados que equivalen a 100 mil hectáreas que inundarían las presas contempladas en la Cuenca del Usumacinta, descritas en la primera parte del estudio, llegarían a inundarse un total de 1,737 km cuadrados, que sería igual a dejar bajo el agua a cualquiera de los casi 100 municipios de Chiapas que cuentan con menos de esta cantidad de territorio. Por ejemplo, podrían quedar inundados todo el territorio de cualquiera de los siguientes grandes municipios: Comitán, Venustiano Carranza, Altamirano, Palenque, Independencia o La Trinitaria.

CUENCA DEL RÍO MEXCALAPA-GRIJALVA.

El Sistema Hidroeléctrico del río Grijalva fue construido entre los años de 1959 a 1987 en medio de muchos conflictos sociales que provocaron desplazamientos de población, represión y hasta población campesina encarcelada e incluso muerta. Este Sistema se integra con los proyectos de las grandes represas de Chiapas como son "Belisario Domínguez-La Angostura" (900 Mw y 2,025 millones de millones de Kwh-a); "Manuel Moreno Torres-Chicoasén" (1,500 Mw y 4,500 millones de millones de Kwh-a); "Netzahualcóyotl-Malpaso" (1,080 Mw y 3,000 millones de millones de Kwh-a) y "Angel Albino Corzo-Las Peñitas" (420 Mw y 1,450 millones de millones de Kwh-a).

Toda la Cuenca del Mexcalapa-Grijalva almacena un total de 37,000 millones de metros cúbicos que representan el 30% de los escurrimientos de agua en la planicie costera de Tabasco. Aporta una capacidad de 3,900 Mw y su producción media anual es de 11,000 millones de kilowatts/hora (Kwh). Con los proyectos hidroeléctricos que se proponen para esta Cuenca se pretende que la potencia aumente en 43% y la producción en 41%. Del mismo modo beneficiarán a los grandes inversionistas y turistas ya que "fomentarán a gran escala las actividades turísticas, de esparcimiento, la piscicultura y la navegación en cinco excelentes embalses, donde en sus riberas podrán establecerse nuevas poblaciones". Ahora veamos las propuestas de mejoramiento para las presas de esta Cuenca:

10) Presa "La Angostura". Situado a 53 km al sureste de Tuxtla Gutiérrez en el municipio de Venustiano Carranza, controla casi la mitad de la cuenca y regula los escurrimientos de agua normales y extraordinarios en la parte alta del río Grijalva. "Al mantener dentro de una variación de seis metros sus almacenamientos y niveles máximos de operación, en compatibilidad con la seguridad de los otros proyectos se traducirá en aumentar significativamente la generación de electricidad -cada metro cúbico disponible en su valioso embalse representa un kilowatt/hora en todo el sistema-, aunado a que podrá garantizarse siempre la potencia instalada."

11) Presa "Chicoasén". Ubicado a 21 km al norte de Tuxtla Gutiérrez, en la salida del cañón del Sumidero, su operación depende de la represa "La Angostura". La desforestación-erosión de la cuenca reduce rápidamente su capacidad de generación, por lo que se propone realizar presas para control de azolve sobre los ríos Sabinal, Suchiapa, Santo Domingo y Hondo. "Es decir, resulta urgente definir el grado y magnitud de azolvamiento del embalse; pues según los resultados obtenidos se agilizarán los proyectos de las obras para prolongar su vida útil. Implica que la profundidad actual y a mediano plazo de sedimentos, definiría si aún es conveniente instalar los tres equipos turbogeneradores faltantes (900 MW), así como ampliar los sistemas de transformación y transmisión." La ampliación de la generación de energía por medio de turbinas ya ha sido concesionada a una empresa extranjera.

12) Presa "Malpaso". Situada a 115 km al suroeste de Villahermosa fue la primera obra construida para regular el río Mexcalapa. Se le recomiendan hacer modificaciones de fondo. "Al subir la presa doce metros, con taludes de 1.25:1 aguas arriba (losa de concreto rolado) y 1.5:1 aguas abajo (enrocamiento compacto), el almacenamiento total se incrementará a 18,000 millones de metros cúbicos -será similar al del proyecto La Angostura-, lo cual facilitará agregar 1,350 millones de Kwh-a. Desde luego los tres diques en la margen izquierda y las estructuras-puentes de las obras de toma se elevarán en igual proporción y, la subestación Malpaso I, debe relocalizarse."

Además, en un puerto ubicado a 19 km al oeste-noroeste de la presa "se construirá una nueva obra de excedencias que descargará al río Nanchital-Uxpanapa, el cual confluye 7 km al oriente de Minatitlán con el río Coatzacoalcos y sustituir así los actuales vertedores". También "se requiere sobreequipar la central con 540 MW, ya sea ampliando la casa de máquinas o bien, construir una nueva central hidroeléctrica en la margen izquierda, utilizando parte de los túneles de desvío y la clausura de los vertedores. De ser factible se procederá a comunicar los pozos de oscilación para convertirlos en galerías de equilibrio y aumentar la carga productiva".

13) Presa "Las Peñitas". Ubicado a 83 km al suroeste de Villahermosa cuenta con un almacenamiento de 1,630 millones de metros cúbicos. Es la presa más pequeña de la Cuenca antes de que el río Mexcalapa llegue a la planicie de Tabasco por lo que la convierte en clave para controlar las inundaciones posibles donde estarán ubicados puertos, carreteras e industrias del PPP. La construcción de un nuevo vertedor controlará y trasladará los volúmenes de agua excedentes desde las centrales "La Angostura", "Chicoasén" y "Malpaso" fuera de la cuenca del río Grijalva. Esto prescindirá del vertedor auxiliar que podría convertirse en una segunda casa de máquinas para sobreequipar la central con 300 MW (el puerto-dique "El Mico" situado a 3 km al noreste de la presa también es una buena alternativa). El proyecto se refiere a la necesidad de que en el vertedor de servicios se coloquen pantallas metálicas de 5.50 metros sobre las compuertas de esta estructura. Con una potencia total de 720 Mw, la producción se elevará a 1,850 millones de Kwh-a. El estudio "Ingeniería geológica del proyecto hidroeléctrico Peñitas, Chiapas" fue realizado por Carlos M. González Cruz en marzo de 1989. La CFE resume así el estudio: "Las exploraciones geológicas del sitio y el embalse de la presa ubicada sobre la parte baja del río Grijalva, duraron poco más de 20 años hasta su construcción; durante este periodo se logró reunir un gran cúmulo de experiencias de tipo geológico y geotérmico. Los aspectos que se analizan son: la cimentación de la cortina que corresponde a un material aluvial del propio río, los métodos para la compactación dinámica de los aluviones y la colocación de una pantalla impermeable de mortero plástico, y las condiciones geológicas de cada parte de la obra".

14) Presa "LV Malpaso 2". El proyecto hidroeléctrico se encontraría sobre el río La Venta, justo en su unión con el río Negro. Ubicado a 28 km al suroeste de la presa "Malpaso" y 75 km al noroeste de Tuxtla Gutiérrez se integrará con una cortina de gravedad de 230 metros de altura, la cual creará un embalse de 3,750 millones de metros cúbicos de almacenamiento que creará un lago artificial que inundará 51 km cuadrados de superficie que equivale a 5,100 hectáreas. Tendrá una capacidad de 540 Mw y generará 1,800 millones de Kwh-a que, aumentando el nivel máximo de la represa "Malpaso" a 200 msnm, aumentará el potencial del sistema hidroeléctrico del río Grijalva.

15) Presa "Mexcalapa", Tabasco-Chiapas. Se ubicaría a 27.5 km río abajo de la presa Peñitas con un dique-carretero de 13 km, y su planta hidroeléctrica en el extremo oriente con capacidad de 300 Mw, que generaría 950 millones de Kwh-a, para poder canalizar al río Mexcalapa sólo extracciones reguladas. Su vertedor, que estaría en el empotramiento oeste de la presa descargaría al río Las Flores, afluente del río Tonalá. Esto reduciría las inundaciones en la planicie costera de Tabasco.

Existen otros proyectos no contemplados en el Proyecto Nacional "México Tercer Milenio", pero que las comunidades indígenas de la región reportan a partir de los movimientos de la CFE que reviven viejos planes hidroeléctricos y otros nuevos:

16) Presas del Sistema Cancuc. Ubicada en la zona Altos de Chiapas. Entre otros estudios de la CFE está "Exploración geológica dearrollada en el sistema CANCUC, transferencia Alto Usumacinta-Tacotalpa, Chiapas", realizado también por Gustavo Arvizu Lara y Moisés Dávila Serrano en mayo de 1987. Esta publicación describe que "en la parte centro-norte del estado de Chiapas se cuenta con un arreglo de obras civiles para el aprovechamiento integral de la parte alta de las cuencas Grijalva y Usumacinta. Las obras consisten de varias presas y varios túneles-canales para transferir 34 metros por segundo (m/s) de agua de la segunda a la primera de las cuencas mencionadas. Las características de las rocas, en su mayoría calizas biógenas, dolomitas y sedimentos depositados en ambientes transicionales costeros, se determinaron mediante la aplicación de estudios geológicos, sísmicos y geoeléctricos, apoyados con perforaciones".

17) Presa Itzantún. Ubicada principalmente en el municipio de Huitiupán. La investigación de la CFE denominada "Exploración geológica-geofísica del túnel de conducción Itzantún-Cuitláhuac, Chiapas", también realizada por Gustavo Arvizu Lara y Moisés Dávila Serrano en diciembre de 1985, se llevó a cabo "con la finalidad de obtener un mejor aprovechamiento de los recursos hidráulicos en la porción del sureste del país, se prevé la transferencia de agua entre dos cuencas. El arreglo se conforma de varias presas pequeñas, canales y túneles. En este documento se analizan los resultados de los estudios de dos alternativas para la conducción; se incluyen los levantamientos geológicos-estructurales apoyados en métodos y geológicos de investigación".

Sin embargo, la lucha contra la formación de esta hidroeléctrica comenzó desde la década de los 70's y se ha mantenido permanentemente desde entonces. Pobladores del municipio de Huitiupán, no importando diferencias políticas o religiosas, se han unido para evitar que más de 11 mil hectáreas de su tierra queden bajo el agua, incluyendo la cabecera municipal. Actualmente, los pobladores, cansados de tanto hostigamiento, falta de incentivos al campo y una campaña gubernamental fuerte para que obtengan los títulos de sus tierras con el Procede, están vendiendo sus terrenos lo que podría facilitar paulatinamente la conformación de la represa si no mantienen su resistencia activa. Ante esta dificultad, el Proyecto Nacional "México Tercer Milenio" propone desarrollar presas de almacenamiento y sistemas de conducción-transferencia sobre los ríos Tepaté, Pichucalco y Puyacatengo-Teapa, más al norte sobre el mismo río, donde se podría concentrarlos y derivarlos a un nuevo proyecto en el río Tacotalpa-La Sierra. Esta presa complementaria quedaría aguas abajo del proyecto Itzantún y podría generar 660 Mw y 2185 millones de kW/h que, además de su enorme lago artificial, controlaría la parte alta y media de la cuenca del río Tacotalpa.

18) Presa Caballo Blanco. Pobladores del municipio fronterizo de Chicomuselo, han denunciado la intromisión de la CFE con el fin de marcar terrenos para una posible represa denominada "Caballo Blanco". Frente a este panorama, las comunidades y organizaciones indígenas y campesinas de Chiapas, en alianza con otros sectores, tienen el reto de verificar en el terreno estos proyectos ante la falta de información de las autoridades gubernamentales. Del mismo modo hacer un balance sobre el impacto ecológico, cultural y social de estos proyectos, olvidando las diferencias políticas y buscando la unidad y la tolerancia. Sitios arqueológicos, pueblos, culturas, historias, selvas y maderas preciosas, así como la gran variedad de biodiversidad de las selvas estarían en gran peligro de desaperecer. Ya en los Boletines "Chiapas al Día" Nos. 285-287 (www.ciepac.org) se han advertido de las experiencias negativas de las hidroeléctricas en el mundo. Luego de todo esto es difícil creer que el PPP es un proyecto de desarrollo para todos, sino para unos cuantos: el nuevo saqueo imperial.

Por ello se antoja y se vislumbra una resistencia más amplia que apenas comienza y que no será fácil. Ya bastante difícil ha sido la lucha de los pueblos contra las represas Itzantún y Belisario Domínguez. La resistencia no será ya sólo contra el pago de cuotas injustas del servicio de energía eléctrica, sino por la construcción de más represas hidroeléctricas. Ya hoy algunas comunidades rurales están buscando alternativas para obtener electricidad por medio de plantas solares, biomasa o con plantas propias generadoras de energía, como es el caso de La Realidad con el apoyo de la solidaridad italiana. Sin embargo, todavía hace falta explorar más otras fuentes de energía comunitaria que no dañen el medio ambiente ni desplacen a la población, como podría ser la energía generada por el viento (eólica), ya que muy lejos están las comunidades de generar un proyecto como el de 70 millones de dólares en Tizayuca, el estado de Hidalgo, donde empresarios mexicanos y españoles se posicionan a la vanguardia con la primera planta en América Latina de generación de energía eléctrica con el estiércol de 30 mil vacas que generan diariamente 1.500 toneladas de estiércol para producir gas y consecuentemente energía eléctrica.

Gustavo Castro Soto


Plan Puebla Panama | Water Campaign | www.agp.org | www.all4all.org