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La Resistencia Indígena y la Oposición a las Represas y al Banco Mundial

Chiapas al Día, No. 286
CIEPAC
Chiapas, México
17 de abril del 2002
(Primera Parte)
http://www.ciepac.org/bulletins/200-300/bolec286.htm

La Comisión Mundial de Represas (CMR) documenta que en el siglo XVII pescadores escoceses intentaron destruir una represa recién construida. En 1910 John Muir intentó sin éxito que la opinión pública se opusiera a la construcción de la represa en California, Estados Unidos. Después de los años 50, la oposición a las represas se extendió más por el mundo con mayor organización. En esa década se logró detener dos represas en el Gran Cañón y la represa Echo Park en el Río Colorado que tendría una cortina de 173 metros de altura, parecida en altura a la represa "El Cajón" que iniciará su construcción una empresa extranjera en este año en los estados de Nayarit y Jalisco, México.

Cada año, en los meses de abril y octubre, grandes manifestaciones se llevan a cabo en la ciudad de Washington, Estados Unidos, contra el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) por ser las herramientas que usa el sistema y los países ricos para imponer sus políticas de ajuste estructural que han empobrecido al mundo y que ahora tiene ahorcado al pueblo de Argentina. Según la CMR, el BM es blanco prioritario de los ataques y críticas por los efectos de las represas, ya que este banco multilateral es el mayor agente financiero de las grandes represas. (también se puede consultar sobre el papel del BM en el Boletín "Chiapas al Día" No. 234 y 236 en www.ciepac.org)

El informe de la CMR concluyó que como opción de desarrollo, "las grandes represas se convierten a menudo en un punto focal para los intereses de políticos, de agencias gubernamentales fuertes y centralizadas, de agencias internacionales de financiación y de la industria de la construcción de represas". Para la CMR en general no se ha tomado en cuenta a las personas afectadas por las represas ni en la toma de decisiones. "Una vez que una propuesta de construir una represa superaba las pruebas preliminares de factibilidad técnica y económica y atraía el interés del gobierno o de agencias externas de financiación y de intereses políticos, el proyecto adquiría un impulso propio que prevalecía por encima de evaluaciones adicionales". De este modo, las consideraciones sobre los impactos sociales y ambientales quedan fuera del marco de evaluación previos. En Chiapas lo vimos con la construcción de la presa La Angostura y Chicoasén. Y empiezan a sonar los mismos tambores en la frontera con Guatemala y en la cuenca del río Usumacinta que nos divide con nuestro hermano país.

La CMR también encontró que en los países industrializados, "las alianzas entre intereses políticos locales y agencias y compañías de servicio público poderosas y de un solo fin para el desarrollo de agua y energía impusieron la planificación y la toma de decisiones en cuanto a grandes represas". En el contexto del Plan Puebla-Panamá, donde las inversiones de infraestructura no solo será de represas sino también para aeropuertos, puertos marítimos, oleoductos, gasoductos, ferrocarriles, carreteras, etc., podemos imaginar cómo la región no sólo es presa de las represas y ambición de las transnacionales de la energía eléctrica, sino de muchas más ramas de la producción. ¿Cuál será entonces el margen y de maniobra de los gobiernos de la región altamente endeudados y empobrecidos?

Según la CMR, los bancos multilaterales (BM, BID, etc.), pero también los bilaterales, desempeñaron un rol clave para que los países de Asia, África y América Latina ingresaran al mundo de las represas. "El BM comenzó a financiar grandes represas en los años 50, dedicando en promedio más de mil millones de dólares anuales para dicho fin". Entre 1970 y 1985, periodo de mayor número de represas construidas en el mundo, la cantidad se había elevado a 2 mil millones anuales. "Si se agregara la financiación de los Bancos Asiático, Interamericano y Africano de Desarrollo, así como la financiación bilateral para hidroelectricidad, se llega a la conclusión de que la financiación total para grandes represas con fondos de estas fuentes ascendió a más de 4 mil millones de dólares anuales ...". Por ejemplo, la participación del BM en India fue decisiva. El BM comenzó a prestar grandes cantidades a este país en los años 70 cuando las reformas políticas y legales eliminaron las restricciones para que los estados pudieran contratar individualmente y en forma directa deuda externa. Desde entonces, los prestamos del BM a India se han duplicado o triplicado cada década. Este empobrecimiento, endeudamiento y dependencia es la misma dirección a la que lleva el BM a México bajo el esquema de la "descentralización". Por si fuera poco, en el caso de Chiapas, el gobernador Pablo Salazar Mendiguchía, por conveniencia o ignorancia, está impulsando este espejismo del supuesto desarrollo con la introducción del BM en los programas del estado. Es la indianización de los indios de Chiapas. Los efectos catastróficos que produjo el BM en India, los veremos en Chiapas si lo permitimos.

La CMR nos pone otro ejemplo. En el caso de Brasil, el financiamiento del BM y del BID para las 79 grandes represas construidas entre 1950 y 1970, llegó a equivaler al 10% de sus costos. Entre 1970 y 1990, esta cifra se elevó al 30% para las 47 represas construidas en este periodo. En Colombia las multilaterales financiaron el 40% de las 50 grandes represas. En Costa Rica el BID y el BM financiaron la mitad de la capacidad hidroeléctrica instalada a mediados de los 90, en un país que depende de la hidroelectricidad en un 90% de su generación de energía.

En 1973-77, la resistencia de los grupos indígenas a la creación de cuatro represas en el Río Chico, Filipinas, obligó al BM a cancelar el proyecto. Ante esto, el BM creó en 1982 unas medidas de protección a los pueblos indígenas y en 1993 un mecanismo de apelación. Sin embargo, con pocos frutos. El BM sigue siendo flanco de ataques, oposición y apoyos internacionales contra él. Como ejemplos recientes están las luchas de resistencia contra las represas en China, Tailandia, Turquía, Chile, Namibia, Lesoto y Sudáfrica. Según la CMR, de los 36 proyectos con apoyo del Banco Mundial que los grupos activistas de Ong's han tomado como objetivo con algún éxito, sólo 12 son proyectos de represas, comparado con 14 proyectos de gestión de bosques y de recursos naturales, cinco proyectos de gestión industrial o de minas, y dos proyectos de infraestructura urbana. Para la CMR, las grandes represas representan inversiones importantes y a menudo implican una carga política elevada. Además, las grandes represas se suelen justificar con beneficios regionales en tanto que sus impactos físicos se concentran localmente, afectando mayormente a quienes se encuentran dentro. Con los reasentamientos no sólo se pierde la vivienda sino los medios de subsistencia, además de afectar la calidad y asignación del agua dulce.

Durante la construcción de la represa de Pangue en Chile, iniciada en 1990, se produjeron severos impactos en detrimento de los bosques y de los indígenas pehuenche, habitantes tradicionales de la región, que se resisten a ser desplazados de sus tierras. El papel que jugó el BM fue severamente cuestionado debido a su falta de transparencia y al apoyo financiero concedido a un proyecto a todas vistas insustentable. Durante una visita a Santiago realizada en abril de 1998, el Sr. James Wolfensohn, Presidente del BM, admitió que el apoyo del Banco a la represa había sido un error, y que el Banco había hecho "un mal trabajo" durante la evaluación del impacto ambiental del proyecto, puesto que la población pehuenche que vive en la zona no había sido consultada.

Luego de haber terminado la construcción de una represa, el promedio de personas reasentadas es de un 47% más respecto a los planes originales. Entre los proyectos que financió el BM y que implicaron desplazamientos de población de sus lugares de origen, las represas fueron las causantes del 65% de esa población desplazada, asegura la CMR. Esta cifra no incluyen a los desplazados a causa de otros aspectos de los proyectos como canales, plantas eléctricas, infraestructura de proyectos y medidas compensatorias asociadas, como bioreservas. Según fuentes del mismo BM, de 192 proyectos de irrigación que aprobó entre 1961 y 1984, la tercera parte, un 33%, no cumplió con sus objetivos. Y por si fuera poco, endeudaron a los pueblos y se enriquecieron los corruptos. Por ejemplo, la cantidad de dinero perdido por la corrupción en la construcción de la represa Yacyreta en Argentina y Paraguay, fue de más de 6 mil millones de dólares. Para la CMR, las "acusaciones de corrupción han manchado muchos proyectos de grandes represas en el pasado pero rara vez han conducido a un proceso judicial" y a esto habría que añadirle que "dentro de las instituciones financieras internacionales, hay pocas, o quizá ninguna, sanciones para miembros del personal, o países, por el incumplimiento (...)". Por ello, para agosto del 2000, alrededor de 23 países habían ratificado la Convención para Combatir los Sobornos de Funcionarios Públicos Extranjeros en Transacciones Comerciales Internacionales de 1997 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Otra ironía más de los países ricos que se bañan en pureza y satanizan a los países del Sur por corruptos para justificar las privatizaciones y otras medidas. Pero tan corruptos pueden ser los gobiernos y empresas del Sur como los del Norte. Tan pecadores los pobres como los ricos.

El BM ha apoyado la construcción de 538 grandes represas en el mundo que ha implicado un desplazamiento de 10 millones de personas. Estas represas se han construido con un monto total de 75 mil millones de dólares. El BM acepta que en promedio, el costo para la construcción de las represas se eleva un 30% al presupuesto original. Según el mismo BM, para 1994, sólo una de las represas que financió ayudó a mejorar los ingresos de los afectados. Una encuesta interna del BM en 1990, mostró que el 58% de los proyectos de represas se hicieron sin tomar en cuenta los impactos abajo la represa, aun cuando se predijo la erosión, contaminación y destrucción de hábitat, entre otros efectos. Por ejemplo, en Indonesia ocho personas se ahogaron durante el acto de protesta contra la represa. Las represas Tucurui y Balbina en la selva amazónica inundó 6 mil 400 kilómetros cuadrados. En Tailandia, la represa Pak Mun eliminó 51 especies de animales y desplazó a más de 25 mil personas y genera sólo la tercera parte de la electricidad programada. Por todo lo anterior y mucho más, tan sólo en 1994, alrededor de dos mil 154 organizaciones en todo el mundo exigieron al BM una moratoria en la construcción de las represas en el mundo.

Las críticas contra las represas llevaron al BM y a la Unión Mundial para la naturaleza (UICN), unión global de más de 800 gobiernos, agencias gubernamentales y Ong's, a patrocinar una reunión entre los defensores y los críticos de las grandes represas que tuvo lugar en Gland, Suiza, en abril de 1977. En este taller participaron 39 personas representantes de gobiernos, del sector privado, instituciones financieras internacionales, organizaciones de la sociedad civil y de personas afectadas por las represas. Uno de sus resultados fue la necesidad de crear la CMR que empezó a funcionar en febrero de 1998 compuesta por 12 miembros como Comisión independiente. Ya en el Boletín "Chiapas al Día" No.285 hemos explicado algunos de los efectos de las represas y conclusiones a la que llegó la CMR luego de dos años de estudios cuyo informe fue publicado en el año 2000. Sin embargo añadiremos que para la CMR, "La mayoría de los proyectos han provisto electricidad dentro de un ámbito angosto de objetivos anteriores al proyecto, pero con una tendencia general a no llegar a cumplirlos. Los proyectos hidroeléctricos, como es el caso en otras represas grandes, han incurrido en exceso de costos y en demoras de ejecución".

Durante los últimos 30 años los activistas han librado una dura batalla para que instituciones como el BM adopten políticas sociales y ambientales. Sin embargo, las Agencias de Crédito a las Exportaciones son hoy en día los mayores proveedores de fondos públicos a proyectos de infraestructura en gran escala en los países del Sur y la mayor parte carecen de estándares referidos a los temas derechos humanos, medio ambiente y desarrollo. Esto les permite apoyar proyectos que incluso los bancos multilaterales de desarrollo considerarían problemáticos, tales como iniciativas de madereo, minería, energía nuclear y prospección petrolera, al igual que represas.

Para el Movimiento Mundial de Bosques Tropicales (MMBT): "Las represas han causado gran daño a la región: los bosques tropicales están desapareciendo, el número de especies en vía de extinción sigue aumentando, la salud de los ríos está deteriorándose, y la pobreza continúa aumentando al mismo tiempo que miles de gentes desplazadas por proyectos de represas luchan para recuperar su forma de vida. Las personas afectadas también han visto la necesidad que tienen de luchar en contra de las represas. Sus luchas no son fáciles. Mucha gente nunca ha visto una represa y no entiende la jerga de la industria o el proceso de la construcción de las represas. Pero la gente esta aprendiendo rápidamente, y los afectados se están dejando oír".

"Grupos colombianos están formando una red para la protección de ríos; las mujeres Pehuenche están organizando marchas en defensa del Río Biobio en Chile; indígenas y campesinos están protestando contra los planes para el aumento del nivel del agua de las represas de Temascal y Cerro de Oro, y una coalición de grupos anti-represas están tratando de conseguir información sobre el rumor de una nueva represa en el Río Torola. Pero las luchas de los afectados por represas, parar y modificar los proyectos de grandes represas, se han dado a un costo muy alto". En el año 2000 líderes del grupo indígena Embera-Katio de Colombia pidieron asilo político a la embajada española después del asesinato de otro de sus líderes debido a la oposición al proyecto de la represa Urrá. Esta historia se repite a lo largo de América Latina y el Caribe y que se agudizarán estas violaciones a los derechos humanos de continuar con los planes de expansión del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y el Plan Puebla-Panamá (PPP).

La Red Internacional de Ríos (IRN) declaró que "Cuando la era del despilfarro llegó a su final, la sociedad comenzó a ser consciente de los problemas acarreados por las grandes represas y empezó a verlas como símbolos de la represión política que la región había sufrido, y a encarar el temido hecho de que al final serían ellos los que pagarían la cuenta. El nacimiento de la democracia en América Latina fue claramente confirmada por imágenes en la televisión de una mujer guerrera Kayapo, cuando esta pasó el plano de su machete por la mejilla del director de una compañía de electricidad en Altamira, Brasil". Además "Muchas de las luchas en contra de las represas involucran la defensa de ecosistemas frágiles reconocidos por su importancia global. También involucra la participación de poblaciones indígenas que han tomado conciencia de sus derechos constitucionales y legales, y de otras poblaciones tradicionales determinadas a no ser desalojados de las tierras que sus antepasados han ocupado por centurias. Muchas de estas luchas no están todavía en el radar de periodistas y activistas pero ya se escuchará mucho más sobre esto en el futuro", agrega IRN.

DECLARACIÓN DE MANIBELI

Las reacciones mundiales contra el papel del BM han sido en todos los sentidos. Desde los proyectos de infraestructura como de combate a la pobreza, desde los que han impactado al medio ambiente como los que no han tomado en cuenta a las mujeres y los pueblos indígenas, entre otros. Tampoco pudieron faltar las reacciones referentes al tema de las represas. De ahí nace la Declaración de Manibeli en 1994 que ahora recordamos, donde afectados por las represas manifestaron lo siguiente:

"Llamado a una moratoria del financiamiento de las grandes represas por el Banco Mundial en honor a la heroica resistencia del pueblo de Manibeli y otros del Valle de Narmada, que han sufrido las consecuencias de la construcción de la represa de Sardar Sarovar, financiada por el BM. A los millones de refugiados a causa de las represas".

  1. El BM es el primordial financiador de grandes represas; en 1992 otorgó más de 500 mil millones para construir más de 500 represas en 92 países. A pesar de esta enorme inversión, no existen análisis independientes o evidencia alguna que justifiquen los daños sociales y ambientales;
  2. Las grandes represas financiadas por el BM desde 1948 han obligado a desplazarse y perder su tierra a aproximadamente 10 millones de personas. El propio banco admite en su informe de 1994 ("Reasentamiento y desarrollo") que la gran mayoría de las mujeres, hombres y niños desplazados por los proyectos financiados por el Banco no ha recuperado sus anteriores ingresos ni ha recibido ningún beneficio directo de las represas cuya construcción los obligó a sacrificar sus casas y tierras. El Banco ha fracasado una y otra vez a la hora de implementar y aplicar su propia política sobre programas de reasentamiento forzado adoptada en 1980. Sin embargo, a pesar de las sucesivas correcciones de sus políticas, el banco no tiene planes serios para sustituir sus puntos de vista acerca de los reasentamientos forzosos;
  3. El BM tiene previsto financiar 18 grandes represas en los próximos años, las que desplazarían a otras 450 mil personas, que ya no contarán con la esperanza de que se modifique la política de desplazamientos forzados. Mientras tanto, el banco carece de planes para indemnizar y rehabilitar apropiadamente a los millones de desplazados por las grandes represas ya construidas, entre los que se encuentran poblaciones desplazadas a partir de 1980 en violación de las propias políticas del banco;
  4. Las grandes represas construidas con fondos del BM han provocado un impacto negativo en el medio ambiente, destruyeron selvas, humedales, zonas de pesca, lugares habitados por especies en vías de extinción e incrementaron la incidencia de las enfermedades originadas o transmitidas por el agua;
  5. Los daños ambientales y sociales provocados por los proyectos de grandes represas financiadas por el banco hicieron que quienes se vieron obligados a abandonar sus casas, o han perdido sus selvas y sus zonas de pesca, y quienes han padecido enfermedades, sean mayoritariamente mujeres, miembros de comunidades indígenas, grupos tribales y los más pobres y marginados de la sociedad. Este fenómeno contradice todo lo que el banco ha dicho hasta hoy: "El objetivo global es aliviar la pobreza";
  6. El BM ha priorizado el financiamiento de grandes represas que suministran electricidad a las industrias transnacionales y elites urbanas, y agua para riego para los grandes cultivos de exportación, olvidándose de las necesidades más acuciantes de los sectores rurales y otros grupos desprotegidos. El banco ha entregado 8.300 millones para construir grandes represas a través de la Asociación Internacional para el Desarrollo que, se supone, es la puerta de entrada para obtener créditos "blandos" para ayudar a los más pobres en los países en vías de desarrollo;
  7. El BM ha tolerado y, por tanto, contribuido a que los gobiernos violaran los derechos humanos durante la construcción de grandes represas; entre esas violaciones hay que señalar las detenciones arbitrarias, las palizas, las violaciones y los disparos contra manifestantes. Muchos proyectos de grandes represas financiadas por el banco no puedes ser puestos en práctica sin violar los derechos humanos, porque inevitablemente las comunidades afectadas resisten la imposición de proyectos contrarios a sus propios intereses;
  8. El BM planifica, diseña, financia y monitorea la construcción de grandes represas en secreto e irresponsablemente, imponiendo proyectos sin consultar a las comunidades afectadas, negando casi siempre el acceso a la información. Esto sucede incluso con los gobiernos locales de las áreas afectadas;
  9. El BM ha desestimado siempre los costos sociales y ambientales de las grandes represas, e ignorado las alternativas de la energía eólica, solar y de biomasa, así como una gestión energética que tienda a recuperar formas de irrigación, aumentar la eficiencia y el aprovechamiento de las aguas pluviales, a desarrollar cultivos que puedan desarrollarse con el agua de lluvia y a un manejo del cauce de las aguas. El banco ha convencido incluso a algunos gobiernos para que acepten créditos para construir grandes represas en casos en lo que sería mucho más efectivo, y menos destructivo, implementar planes alternativos, como en Arun III, en Nepal;
  10. Los análisis económicos en los que se basan las decisiones del banco sobre el financiamiento de grandes represas no demuestran haber aprendido las lecciones del pasado, subestiman las eventuales demoras y costos adicionales. Las estimaciones de los proyectos se basan en suposiciones optimistas e irreales acerca de los proyectos y no tiene en cuenta los costos directos e indirectos de los daños ambientales y sociales. El equipo que dirigía el banco en 1992 admite que sus estimaciones de los proyectos eran puro "marketing", y que sus estrategias fracasaron cuando quisieron implementar proyectos de interés público.
  11. Los principales beneficiarios de los grandes contratos del BM que atañen a la construcción de grandes represas han sido las consultoras, los constructores y las contratistas que residen en los países donantes. Todos ellos ganan, mientras que los ciudadanos de los países que reciben el dinero están acosados por las deudas, lo que es destructivo desde el punto de vista económico, ambiental y social. El BM ha fracasado constantemente cuando tuvo que promover la participación de expertos locales. Por el contrario, fomentó las relaciones de dependencia;
  12. El BM ha inundado tierras en las que hay monumentos culturales, lugares religiosos y sagrados, parques nacionales y otros santuarios de vida silvestre;
  13. En su programa de grandes represas, el banco ha tolerado el robo de fondos, en muchos casos cometidos por regímenes militares corruptos y antidemocráticos;
  14. El BM ha violado permanentemente su política de evaluaciones ambientales antes de que las mismas se hayan realizado para justificar, de esa manera, los proyectos de grandes represas;
  15. Las políticas de investigación y la planificación del BM nunca contemplan la posibilidad de desmantelar una gran represa después de que su vida útil ha concluido como consecuencia de la acumulación de sedimentos y de su deterioro físico;
  16. El BM nunca evalúa apropiadamente sus experiencias en materia de financiamiento de grandes represas y no tienen un mecanismos para calcular los costos y los beneficios a largo plazo de las grandes represas que financia;
  17. Con su participación en el proyecto de la represa de Sardar Sarovar, en el Valle de Narmada en la India -un auténtico símbolo mundial del desarrollo destructivo- el BM ignoró sus propias políticas de reasentamiento y evaluaciones ambientales, y trató de ocultar las conclusiones críticas más importantes de la comisión independiente que elaboró el "Informe Morse". Con los permanentes desalojos forzados y la inundación de tierras tribales, el banco es el responsable moral directo de las violaciones a los derechos humanos que se producen en el Valle de Narmada.

"Por lo tanto, las organizaciones abajo firmantes concluimos que:

Hasta aquí la Declaración de Manibeli. Y cabe señalar que las cosas no han cambiado mucho, pero sí la consciencia de los pueblos y las luchas de resistencia. Ahora el fantasma ronda en los territorios del PPP. Ojalá el gobernador de Chiapas opte por un camino distinto a la política de empobrecimiento y dependencia que han caracterizado los anteriores gobiernos.

Fuentes: Síntesis y extractos del Boletín No. 42 del Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales, Enero 2001; del Informe de la Comisión Mundial de Represas 2000; de Ríos del Mundo Volumen 14, Número 3/Junio 1999. Además: "Historia Inconclusa de la Lucha Social", INI, Centro Coordinador Tsotsil, Bochil, Chiapas (Huitiupán Enero de 1999); convenios firmados entre el pobladores del municipio de Huitiupán y la CFE; Publicación Ideas, Volumen 7, febrero 2002, Belice; IRN, "Guardianes de los Ríos, Guía para activistas"; Foro ¿Para dónde va Urrá?, Agosto 2000; CIEPAC; WCD, Damming the Rivers: The World Bank's Lending for Large Dams (1994).

Gustavo Castro Soto
CIEPAC, A.C.


(Segunda Parte)

Chiapas al Día, No. 287
CIEPAC
Chiapas, México
24 de abril del 2002
http://www.ciepac.org/bulletins/200-300/bolec287.htm

Repasemos ahora tan sólo algunos otros ejemplos de muerte y resistencia de las más de 45 mil grandes represas que se han construido en el mundo.

BRASIL:

CHILE (Sudamérica):

COLOMBIA (Sudamérica):

BOLIVIA (Sudamérica):

ARGENTINA (Sudamérica):

HONDURAS (Centroamérica):

BELICE (Centroamérica):

MEXICO (Norteamérica):

GUATEMALA (Centroamérica):

KENIA (Africa):

NAMIBIA (África):

UGANDA (Africa):

FILIPINAS (Asia):

MALASIA (Asia):

INDIA:

TURQUIA (Asia):

CAMBOYA (Asia):

Hasta aquí el rosario de violaciones a los derechos humanos y luchas de resistencia. Quien quiera oír, que oiga.

Fuentes: Síntesis y extractos del Boletín No. 42 del Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales, Enero 2001; del Informe de la Comisión Mundial de Represas 2000; de Ríos del Mundo Volumen 14, Número 3/Junio 1999. Además: "Historia Inconclusa de la Lucha Social", INI, Centro Coordinador Tsotsil, Bochil, Chiapas (Huitiupán Enero de 1999); convenios firmados entre el pobladores del municipio de Huitiupán y la CFE; Publicación Ideas, Volumen 7, febrero 2002, Belice; IRN, "Guardianes de los Ríos, Guía para activistas"; Foro ¿Para dónde va Urrá?, Agosto 2000; CIEPAC; WCD, Damming the Rivers: The World Bank's Lending for Large Dams (1994); Comisión Federal de Electricidad - México (CFE).

Gustavo Castro Soto
CIEPAC, A.C.


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