Equipo Nizkor Derechos Human Rights Serpaj Europa Información 19feb01 LOS ESTADOS UNIDOS HAN FUMIGADO EL 16% DEL TERRITORIO DE COLOMBIA CON HERBICIDAS. BOGOTÁ-Aviones de los Estados Unidos han fumigado con herbicidas una extensión de más de 55.000 acres de plantaciones de coca (el 16% del total estimado del territorio de Colombia) durante las primeras ocho semanas de una campaña que tiene como objetivo la erradicación de la mitad del comercio de cocaína del país para el año 2005. Como reconocieron los oficiales estadounidenses de anti-narcóticos y la policía colombiana, la concentración de los aviones fumigadores en el sur del Estado de Putumayo forzó una parada en la fumigación de la amapola, materia prima para la heroína, en otro lugar del país. Ambos acontecimientos pusieron de manifiesto las ambiciones y limitaciones del Plan Colombia, un plan del Gobierno de Bogotá contra los estupefacientes y de construcción nacional, apoyado por un controvertido paquete de ayuda de los Estados Unidos de 1.300 millones de dólares. Algunas voces críticas afirman que la ayuda de los Estados Unidos se centra demasiado en el aspecto militar de la guerra contra las drogas en Colombia, que produce el 90% de la cocaína y las dos terceras partes de la heroína que llega a las calles de los Estados Unidos. El Plan tiene como objetivo eliminar el 50% de la industria del narcotráfico del país en cinco años. Las plantaciones de coca fumigadas en Putumayo con el herbicida plifosato desde el 12 de diciembre representan una sexta parte de los 334.280 acres oficialmente estimados de Colombia; aunque otras estimaciones llegan hasta los 500.000 acres. El herbicida posee la certificación del Departamento de Protección Medioambiental de los Estados Unidos como un herbicida de bajo nivel tóxico que no causa ningún daño de importancia a seres humanos ni a animales. "Es sorprendente que hiciéramos tanto como hicimos y de forma tan rápida" afirmó un oficial de la lucha contra el narcotráfico de los Estados Unidos, participante en la campaña de Putumayo que finalizó sobre el 2 de febrero, y quien solicitó permanecer en el anonimato. El oficial estadounidense añadió que los 10 aviones fumigadores utilizados en Putumayo, realizando hasta cinco misiones de vuelo diarias, recibieron 20 impactos de bala de fuego terrestre, aunque ningún avión se vio forzado a aterrizar y ningún piloto resultó herido. Los aviones y 1.800 soldados del ejército, entrenados por las Fuerzas Especiales de los Estados Unidos para proteger las zonas antes de que los aviones llegaran, centraron la campaña en el valle de Guamez, una región del oeste de Putumayo que se estima tiene 154.000 acres de coca, casi un tercio del total de Colombia. Parte de la razón del escaso fuego terrestre fue una ofensiva lanzada en el valle en septiembre por unidades paramilitares de derechas conocidas como Autodefensas, que alejaron a las guerillas de izquierdas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, las FARC, que habían dominado la región durante décadas. Los aviones fumigadores son propiedad del State Department's Air Wing [Ala aérea del Departamento de Estado] de los Estados Unidos, pero son utilizados por la Policía Nacional sirviéndose de pilotos civiles estadounidenses, colombianos y de otros lugares de Latinoamérica, controlados por la policía y la empresa de subcontratación militar Dyncorp, radicada en Virginia. Tal y como declaró el oficial de los Estados Unidos, la campaña Guamuez, al menos inicialmente, parece haber tenido un impacto en la industria local de la cocaína. Los precios de la coca han subido en el valle y la mitad de los recolectores de hoja de coca itinerantes no volvieron tras pasar las Navidades en sus casas, al saber que tendrían poco trabajo en los campos secos. Miles de cultivadores de coca de la zona, asustados por la fumigación, de repente se apuntaron a un programa por el que se comprometían a destruir las plantas a cambio de recibir ayuda del Gobierno para cultivos alternativos y proyectos de desarrollo. "Uno de los objetivos de esta campaña del Putumayo es ofrecer a la gente los incentivos necesarios para unirse al programa voluntario de erradicación", afirmó el oficial estadounidense. Los campesinos de Guamuez, entretanto, se quejan amargamente de que la fumigación indiscriminada también acaba con las cosechas legales de alimentos, como plátanos, maíz y yuca, amenazando con provocar una situación de hambruna general en el valle. Pero el impacto real de la ofensiva no se dejará sentir hasta pasado algún tiempo, y dependerá en gran medida de la capacidad del ejército y la policía colombiana para controlar el territorio después de que los aviones de fumigación se hayan ido a otras regiones. "Es importante que el gobierno deje una presencia para disuadir la replantación" afirmó el oficial de los Estados Unidos. Las plantas de coca pueden cosecharse seis meses después de que las semillas sean plantadas, y luego unas 3 ó 4 veces al año. No obstante, las fuerzas de seguridad colombianas poseen una fuerte escasez de personal y no están suficientemente equipadas, con sólo 146.000 soldados y unos 120.000 policías repartidos a lo largo de un país siete veces mayor que Florida. La escasez de equipamiento se vio subrayada por la necesidad de desplegar el total de la flota de aviones fumigadores del país para la campaña de Putumayo (10 de los 12 OV-10 Broncos y T-65 Turbo-Trushes). Agentes de la Policía Nacional declararon que tal despliegue les obligó a suspender desde el 19 de diciembre operaciones de fumigación de unos 25.000 acres de amapola, habitualmente localizadas en lo alto de los Andes. "Es como intentar taponar un dique. Tenemos 10 dedos, y 100 fugas" dijo uno de los agentes de la policía que también pidió permanecer en el anonimato. "Necesitamos muchos más aviones y pilotos para conseguir que esto esté realmente bajo control". En el paquete de ayuda de los Estados Unidos aprobado por el Congreso el pasado verano se incluye dinero para nueve Turbo-Trushes más. El Departamento de Estado para el Narcotráfico Internacional y el Law Enforcement Bureau [oficina para el cumplimiento de la ley] han firmado contratos para la compra de cinco, con posibilidad de adquirir otros cuatro más adelante. Agentes de la policía declararon que esperaban reanudar la fumigación de los campos de amapola dentro de unas pocas semanas, después de que los aviones y los helicópteros de seguridad utilizados intensamente en la campaña de Putumayo fueran sometidos a las revisiones de mantenimiento obligatorias. El siguiente objetivo en la lista de los aviones fumigadores es el estado de Caquetá, al norte de Putumayo, una zona de 55.000 acres de coca y parte de la zona desmilitarizada controlada por las FARC que el presidente Andrés Pastrana dio a la guerilla en 1998 como un refugio de seguridad para las conversaciones de paz. Oficiales de policía afirmaron que no fumigarán la denominada "zona de distensión", donde Pastrana se reunirá hoy con el líder de las FARC, Manuel Marulanda, en un intento de reavivar las conversaciones de paz estancadas hace dos años. [Fuente: The Miami Herald - Por Juan O. Tamayo - 12feb01. Nota Documental: Traducción al español de la versión original en inglés realizada por el Equipo Nizkor, 19feb01]
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