ALERTA PARA EVITAR QUE LAS COMUNIDADES QUE HABITAN AL NORTE DEL CAUCA, REGION DEL BAJO, MEDIO Y ALTO NAYA Y EN LAS RIBERAS DEL RIO YURUMANGUI, MUNICIPIO DE BUENAVENTURA, VALLE DEL CAUCA, COLOMBIA, SEAN EXTERMINADAS. La Corporación Sembrar y demás organizaciones de derechos humanos y organizaciones sociales abajo firmantes, hacemos un llamado urgente a la comunidad nacional e internacional para exigir al gobierno colombiano se adopten las medidas necesarias para evitar una nueva masacre en la zona del norte del Departamento del Cauca, Naya y en las riberas del río Yurumanguí, municipio de Buenaventura (Valle del Cauca). HECHOS En los últimos días ha aumentado el numero de hombres armados pertenecientes a los paramilitares que operan en la zona del norte del Cauca y sur del Valle del Cauca, en los municipios de Timba, Suárez, Buenos Aires, los pobladores de la región hablan de 300 paramilitares. Esta situación hace temer una nueva arremetida paramilitar contra las comunidades de los municipios de Timba, Suárez, Buenos Aires y Buenaventura, en especial en la zona del Alto y Bajo Naya y en las riberas del río Yurumanguí. En toda esta zona, limítrofe entre los departamentos de Cauca y Valle, viven aproximadamente 25 mil personas pertenecientes a comunidades indígenas, negras y campesinas. ANTECEDENTES Entre mayo y junio del 2000 hicieron presencia pública los paramilitares en la zona de Buenaventura y en los municipios del Norte y Sur del Valle, siendo los responsables de masacres como las del Naya en la semana santa del año 2001, Zabaletas, zona urbana y rural de Buenaventura, Jamundí, Dagua. Estos hechos aún permanecen en la impunidad, las autoridades no hicieron nada para evitar los asesinatos y posteriores desplazamientos de las comunidades campesinas, indígenas y afro colombianas que habitan en la zona a pesar de que todos ellos fueron alertados con suficiente antelación. La masacre del Naya ocurrió días después de que la Comisión Interamericana requiriera al Estado Colombiano para que adoptara medidas cautelares en favor de las comunidades del departamento del Cauca, es lamentable que precisamente por esta zona fue por donde ingresaron los paramilitares que cometieron esta masacre. Esta brutal agresión paramilitar afectó a pobladores de las veredas Patio Bonito, El Ceral, La Esperanza, Carrizales, la Silvia, La Mina, Altoserena, Aguapanela, El Placer, El Playón, Palosolo, El Saltillo, Río Mina, entre otras, ubicadas en el Camino Real, que va del resguardo la Paila, al Alto Naya y desde allí al mar. Durante muchos meses los pobladores del esta zona del Norte del Cauca, hicieron angustiosos llamados alertando a las autoridades civiles, militares y de policia en el ambito regional y nacional, sobre la ocurrencia de asesinatos selectivos e indiscriminados, desapariciones forzadas, controles a la libre movilizacion de la poblacion, bloqueo de alimentos y todo tipo de atropellos realizados por los grupos paramilitares. El 21 de diciembre de 2000, los paramilitares ordenaron el desplazamiento de los habitantes de 25 veredas de los municipios de Buenos Aires y Suárez. Seis mil personas (6.000) pertenecientes a comunidades indígenas, negras y metizas, abandonaron la región y se dirigieron hacia los municipios de Jamundí, Cali, Santander de Quilichao, Timba, y zona urbana de Suárez y Buenos Aires. Alrededor de 5.000 personas del Alto Naya, se quedaron sin poder salir, en medio de los actores del conflicto y sin alimentos. Posteriormente la mayoría de estos pobladores retornaron a sus veredas. En enero del 2001, pobladores de las veredas La Concepción y El carmen, en el Medio Naya, llegaron a Buenaventura, según expresaron debido a que los paramilitares "nos dieron un ultimátum de que si antes del 23 de enero no nos habíamos ido del pueblo vendrían a matarnos a todos" Después de Semana santa, el día domingo 29 de abril de 2001, a la 1:00 a.m. los paramilitares llegaron en Lancha al poblado Firme ubicado en las riberas del Rio Yurumanguí, a 3 horas de Buenaventura. Este grupo perteneciente a las Autodefensas Unidas de Colombia AUC Bloque Calima, sacaron a los campesinos de sus casas y asesinaron a hachazos a 5 campesinos cerca de la guardería del caserío; las víctimas fueron: LUIS TANNY VALENCIA, PLACIDO QUINTEROS de 60 años, WILLIAM VALENCIA, JUAN TRIMISTICO CAICEDO, MERCEDINO CHANGAS, SEVERO CAICEDO y un campesino de nombre RAMON. Los cadáveres de las víctimas permanecieron en el lugar de los hechos hasta el día lunes 30 de abril, sin que ninguna autoridad judicial se hiciera presente, siendo sepultados por el párroco y la comunidad del lugar. Estos hechos ocasionaron el desplazamiento de 120 personas habitantes del lugar. Según versiones de la población, los paramilitares portaban capas y uno de ellos llevaba uniforme de uso privativo de las Fuerzas Militares (camuflado), dejaron letreros pintados en las paredes de las viviendas en los que se lee "venimos del Naya y aquí nos quedamos", "Muerte a Sapos", "AUC presentes", "Muerte a Guerrilla". El 19 de septiembre del 2000, tropas de la Infanteria de Marina, fondearon en la desembocadura del Río Yurumanguí, desembarcaron en lanchas rápidas, reunieron a la poblacion de la vereda Veneral del Carmen y los interrogaron sobre la presencia y ubicación de la guerrilla, ante la negativa de la población a contestar sus preguntas manifestaron " USTEDES NO QUIEREN HABLAR PORQUE LOS TIENEN ACONSEJADOS, PERO CUANDO VENGAN LOS OTROS, SI VAN A HABLAR Y LES VA TOCAR HABLAR A LAS MALAS". El 14 de diciembre del año 2000, dada las amenazas, la situación del Río Yurumanguí, esta situación fue tratada en el Parlamento Europeo. En esta ocasión la europarlamentaria Laura González preguntó que podría hacer la Comisión Europea para evitar una nueva intervención paramilitar en la zona del río Yurumanguí. Igualmente, veintidós europarlamentarios y los órganos oficiales del Parlamento Europeo se dirigieron directamente al presidente de la Republica de Colombia, demandando especiales medidas de protección para estas comunidades. SOLICITUDES Que el Estado Colombiano adopte las medidas necesarias para proteger la vida, integridad física de las comunidades campesinas, afrocolombianas e indígenas que habitan en esta zona. Que se adelanten las investigaciones penales para judicializar y sancionar a los responsables de las masacres y demás violaciones a los derechos humanos de las comunidades del norte del departamento del Cauca y del departamento del Valle del Cauca, en especial el municipio de Buenaventura. Se adelanten por parte de los organismos de control del Estado las investigaciones necesarias determinar la responsabilidad por acción u omisión de la Fuerza Pública, Infantería de Marina de Buenaventura y demás organismos de seguridad del Estado, en la comisión de estos graves delitos. Y de encontrarse responsables aplicar sanciones ejemplares. Adoptar las medidas necesarias para evitar el desplazamiento de las comunidades indígenas, afrocolombianas y campesinas de sus territorios ancestrales. Bogotá Noviembre 22 de 2001 CORPORACIÓN SEMBRAR COMITÉ DE SOLIDARIDAD CON LOS PRESOS POLÍTICOS ASOCIACIÓN NOMADESC COMISION INTERFRANCISCANA DE JUSTICIA Y PAZ CUT - VALLE ASOCIACIÓN CAMPESINA DEL CENTRO DEL VALLE COORDINADOR NACIONAL AGRARIO MESA REGIONAL POR LA PAZ DEL MAGDALENA MEDIO