Ratificamos la convocatoria hecha desde el 30 de mayo para una Movilización Nacional, a partir del 16 de Septiembre de 2002. Somos las propias Organizaciones Campesinas, Indígenas, Afrocolombianas y demás Sectores Populares, los que venimos preparando nuestra movilización en las distintas Regiones del País, con el propósito de expresar nuestras más sentidas reivindicaciones, y para protestar por la imposición del modelo económico neoliberal, la discriminación social y política y la negación de nuestra participación directa en las decisiones claves del País.
DECLARATORIA DE OPOSICIÓN PÚBLICA
A la libre importación de productos agropecuarios; al Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA); a la Vía Rápida que pretende atar a nuestro País a tratados con Estados Unidos y Canadá, lo cual significa la absorción de América Latina por Estados Unidos a través de inequitativos tratados comerciales de inversiones en megaproyectos.
EXIGENCIAS DE LA MOVILIZACIÓN
Reconocimiento de la economía campesina por su aporte a la Soberanía Alimentaria de Colombia, Condonación de la deudas, acceso a créditos con bajos intereses para los pequeños y medianos productores agropecuarios y artesanales; Concertación de políticas agropecuarias con las organizaciones convocantes; Estabilización, fortalecimiento legal y presupuestal de las Instituciones del sector público agropecuario; cumplimiento de acuerdos del Gobierno con las movilizaciones campesinas y garantías a: los derechos humanos de las comunidades y sus lideres, a la organización y expresión social, entre otros.
DENUNCIAMOS
- La entrega de recursos nacionales a las transnacionales: el petróleo, el gas, el oro, el patrimonio genético y la biodiversidad.
- La concentración especulativa de la propiedad de la tierra, la cual llega la extremo debido a la violencia contra los campesinos, el desplazamiento forzado y la ruina de los empresarios agrícolas decretada con la apertura económica.
- El desmantelamiento de las instituciones públicas que sirven al campesino: los hospitales, el Incora, el Ica, el Dri, el Inpa, las Umatas, son llevados a la ruina por sucesivos decretos que por una parte prometen la descentralización y por otra dejan sin recursos a los municipios y departamentos.
- El incumplimiento de los acuerdos suscritos por el gobierno con las movilizaciones campesinas e indígenas.
- El asesinato de los líderes de las organizaciones populares, las masacres y el desplazamiento de 2 millones de campesinos y afrodescendientes.
EL NUEVO GOBIERNO
El nuevo gobierno ni siquiera promete dar marcha atrás en la política que nos mantiene en la pobreza y la exclusión y por el contrario anuncia medida tras medida que reforzará y agravará la situación que ha originado nuestra protesta:
- Lejos de denunciar los acuerdos comerciales que nos han arruinado, anuncia nuevos tratados, cuando nosotros sabemos que son ellos los que impiden una eficaz protección de la producción nacional.
- Insiste en debilitar el sistema estatal en el área de la reforma agraria, la asistencia técnica, y el sistema hospitalario. En vez de abrirle el paso a una reforma agraria integral y democrática con todo el peso de la nación, le da el golpe de gracia al Incora.
- Quiere una concentración desmesurada del poder en el centro, en la Presidencia de la República, al pretender mediante la reforma política apoderarse del fondo de regalías, como si la corrupción del ejecutivo no hubiera sido siempre la de mayor calibre.
- Pretende darle un golpe decisivo a las actuales minorías políticas, a los grupos independientes y alternativos al sistema, creando límites de votación y reduciendo el número de congresistas en lugar de reducir sus grandes sueldos.
- Demagógicamente habla de ponerle freno a la tradicional corrupción del parlamento, sin que aparezca freno a la corrupción del ejecutivo con los fondos de cofinanciación, las privatizaciones, las contrataciones, la entrega de los recursos naturales a las transnacionales.
- Ataca la defensa de los recursos naturales llamándola "fundamentalismo ambientalista" practicado por "ecologistas que se reúnen a desprestigiar el país" como parte de la "conspiración del narcoterrorismo".
- Nombra en puestos claves a los abogados de las transnacionales, los altos funcionarios de los grupos financieros, las altas fichas del Fondo Monetario Internacional y a los cardenales del neoliberalismo.
- Declaró el estado de conmoción interior, para decretar el impuesto de guerra, a la vez que recibe la ayuda militar incrementada a cambio de las concesiones más sorprendentes al gobierno de Estados Unidos, en lugar de los cambios sociales y la inversión social del estado y mientras se incrementan los asesinatos de sindicalistas como los que han sido víctimas en estos días compañeros petroleros, educadores y el presidente seccional de Sintradin Cesar y dos compañeras trabajadoras de la salud dirigentes de Anthoc. La casa del secretario de derechos humanos de la Cut fue allanada como represalia por denunciar estos asesinatos. Así el gobierno muestra que quiere criminalizar la protesta pacífica y la oposición a la venta de la nación.
- Centra sus ataques contra los organismos de control como la Corte Constitucional, las contralorías, personerías y defensorías que pueden frenar las ansias de dictadura abierta y de corrupción del ejecutivo.
LLAMAMIENTO
- A todas las organizaciones populares a responder con la protesta civil y pacífica contra el curso proimperialista, antinacional y antidemocrático.
- A respetar el carácter autónomo de la protesta campesina y popular y a respetar la voluntad, la organización y la movilización campesinas.
- A todos y todas los campesinos y campesinas, indígenas, afrodescendientes, a los sindicatos de trabajadores y a todos los colombianos y colombianas a apoyar con la acción pacífica y decidida la gran movilización nacional del 16 de septiembre, que vine siendo y será coordinada autónoma, democrática y unitariamente.
Organizaciones nacionales, regionales y departamentales participantes en el encuentro nacional de preparación de la movilización agraria y popular del 16 de septiembre, celebrado en Bogotá del 17 y 18 de agosto de 2002