Hector Hernan Mondragon Baez
Presentada por los Senadores Jorge Enrique Robledo Castillo, Carlos Gaviria Díaz, Jesús Bernal Amorocho, Piedad Córdoba Ruiz, Bernardo Hoyos Montoya, Jesús Antonio Piñacué Achicué, Francisco Rojas Birry, Jaime Dussán Calderón, Gerardo Antonio Jumí Tapias, Efrén Félix Tarapués.
Oficina del Senador JORGE ENRIQUE ROBLEDO CASTILLO
Unidad Cívica y Agraria - MOIR Edificio Nuevo del Congreso. Teléfono 3501096. Telefax 3502040, Bogotá. robledojesenado.gov.co
Los senadores abajo firmantes dejamos la siguiente constancia sobre el referendo impulsado por el gobierno de Álvaro Uribe Vélez:
Por su contenido y por su forma, el referendo propuesto por el Presidente Álvaro Uribe y acogido de manera tan sumisa por las mayorías que lo apoyan en el Congreso, no sólo no es un instrumento democrático sino que rememora de modo patético los que usaron, para los mismos fines, los más caracterizados regímenes totalitarios de Europa y América Latina.
Con respecto a su contenido, el referendo trata de dos grandes temas. De un lado, presenta un conjunto de preguntas elaboradas para dar la impresión de una lucha frontal contra la corrupción y la politiquería, cuando en realidad no atacan el clientelismo ni las prácticas corruptas en el Estado y en la empresa privada, porque apenas tienen el propósito de ocultar los cambios retardatarios que contiene. Y del otro, pretende unas transformaciones negativas que se refieren, como se sabe, a asuntos económicos y políticos, por cierto muy bien articulados: neoliberalismo y autoritarismo.
Entre los primeros sobresalen el propósito de congelar los salarios y pensiones de millones de trabajadores, así como arremeter en contra de los derechos pensionales de los colombianos, medidas que se impulsan para garantizar el cumplido pago de la deuda externa y acrecentar las ganancias del gran capital vinculado al negocio de la seguridad social. Y la reforma política que tiende a configurar un Congreso más reducido y elitista, también más dócil a las directivas presidenciales. Es el tipo de Congreso que más conviene a una economía controlada por los grupos monopolistas y los especuladores financieros, representantes del capital extranjero en el país.
El referendo también expresa su naturaleza contraria al interés nacional cuando propone eliminar las contralorías departamentales y municipales y las personerías, lo que producirá como efecto nocivo el despido de millares de trabajadores, debilitará el control a la corrupción y reducirá significativamente las garantías ciudadanas.
Por último, es obvio que el referendo no ataca las políticas de apertura, privatización y ventajas al capital financiero, que son las responsables principales de la grave crisis económica nacional, con su secuela de quiebras en el sector productivo, desempleo y pobreza, sino que las profundiza, mientras hace populismo para intentar ocultar que el país no podrá prosperar mientras siga siendo orientado, como ocurre en el gobierno de Uribe Vélez, por las políticas que representan los intereses norteamericanos que se imponen a través del Fondo Monetario Internacional.
En razón de las consideraciones anteriores hemos decidido votar negativamente el conjunto del proyecto de referendo, así como iniciar desde ya una campaña nacional a favor de que los colombianos nos abstengamos de votar ese esperpento neoliberal y antidemocrático.
Senadores: Jorge Enrique Robledo Castillo, Carlos Gaviria Díaz, Jesús Bernal Amorocho, Piedad Córdoba Ruiz, Bernardo Hoyos Montoya, Jesús Antonio Piñacué Achicué, Francisco Rojas Birry, Jaime Dussán Calderón, Gerardo Antonio Jumí Tapias, Efrén Félix Tarapués. Bogotá; Sesión plenaria del Senado, diciembre 3 de 2002.