COCA-Cola : bebida universal, violación de los derechos sindicales
La receta del Coca-Cola es uno de los secretos más guardados de la industría agroalimentaria. La multinacional americana está muy preocupada por la calidad de su produccíon en todos los sitios dónde se fabrica el Coca-Cola. No parece estar tan preocupada por las condiciones sociales del trabajo en sus fábricas y en las de sus subcontratistas. Los sindicatos de los varios sitios de producción lanzan una campaña internacional para parar la represión contra los militantes, y para que Coca-Cola firme un protocolo de acuerdo garantizando el respeto de las normas fundamentales en todas las fábricas que trabajan para la multinacional. Numerosas asociaciones de defensa de los derechos económicos y sociales ya están movilizados en los E.E.U.U. y en todo el mundo para una campaña muy simbólica que probablemente perseguirá.
El 17 de abril de 2002, cuando tuvo lugar la asemblea general de Coca-Cola, fue franqueada una etapa importante en la campaña internacional para el respeto de los derechos humanos en los sitios de producción de Coca-Cola. Los sindicatos de los empleados de la multinacional, de Colombia, de Venezuela, del Zimbabwe y de las Filipinas, agruparon los esfuerzos para hacer conocer sus situaciones respectivas a los accionistas.
Testimonios abrumadores
Javier Correa, el secretario general del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Industría de la Alimentación de Colombia (SINALTRAINAL) testifican de la violencia sobre varios miembros del sindicato durante los pasados años. Su organización fue parte en la denuncia presentada por varias asociaciones y sindicatos americanos contra Coca-Cola y su proveedor colombiano, Panamco Colombia S.A. Esta denuncia que tiene en cuenta los malos tratamientos, raptos y asesinatos, debería ser tomada en cuenta próximamente, pero provocó en Colombia una nueva ola de represión contra los sindicalistas de la multinacional (ver al reverso).
Por su lado, José Francisco Argueta de la Cruz, responsable del Sindicato obrero de Coca-Cola en Guatemala (STECSA), presentó las amenazas sobre su sindicato, la precarización extrema del empleo y la fuerte presión para bajar los salarios. En la asemblea general de Coca-Cola, algunos miembros de congregaciones religiosas y de asociaciones de solidaridad (1), accionistas minoritarias, impusieron la preparación de un voto para que se adopte un código de conducta, garantizando el respeto de las normas fundamentales del trabajo en todos los sitios de producción de Coca-Cola. Fue débil el número de votos obtenidos gracias a este texto, pero su repercusión tuvo importancia para hacer conocer la situación de los empleados de Coca-Cola en el mundo entero.
Coca-Cola : una mala defensa
Para defenderse, la sociedad Coca-Cola sobraya que la mayor parte de los obreros que producen y embotellan la famosa bebida gaseosa (para la cual tiene la licencia) no son empleados directamente por ella, pero trabajan para los subcontratistas. Entonces no se considera responsable de la manera que estas empresas tratan los empleados.
Sin embargo, la multinacional americana, basada en Atlanta, tiene partes del capital en muchas de sus empresas franquiciadas. Por lo demás, puede imponer a sus proveedores un pliego de condiciones muy estricto sobre los procedimientos de fabricación y los criterios de calidad del producto. Si eso se puede hacer en estos sectores, ¿por qué no se controlarían las condiciones sociales en el procedimiento de producción?
La Unión Internacional de Asociaciones de Trabajadores de Alimentos y Ramos Afines (UITA) llamó a Coca-Cola para negociar un protocolo de acuerdo global que podría concernir todas las sociedades y los subcontratistas. Existen tales iniciativas. Particularmente en la industría agroalimentaria, Starbucks (uno de los lideres de la industría americana del café) firmó desde hace mucho tiempo un acuerdo de este tipo. Más recientemente la multinacional Chiquita, la Coordinación de los Obreros del Plátano de America Latina y UITA hicieron lo mismo en el campo del plátano.
Un pasado esperanzador
En 1984, Réseau-Solidarité ya había participado en una campaña internacional en la cual eran implicados los mismos socios (sindicatos del Sur, asociaciones americanas, UITA). Ya se trataba de la represión sindical en una sociedad filial de la sociedad americana, en Guatemala. Coca-Cola había traído huir de sus responsibilidades, de la misma manera que lo hace hoy, pretextando que no podía influir sobre las decisiones de su subcontratista. Después de una larga campaña internacional, un acuerdo parcial no obstante había sido obtenido.
La multinacional americana (el espónsor oficial de la Copa del Mundo de Fútbol) intentó cuidar su imagen. Hay que recordarle sus responsibilidades para que tome compromisos internacionales a fin de garantizar el respeto de las normas sociales fundamentales en todos los sitios de producción.
En la declaración que preparó para la 58o sesión de la Comisión de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la CISL(que agrupa una gran parte de las organizaciones sindicales en el mundo entero) subraya a proposito de Colombia : Fueron asesinatos 160 sindicalistas durante el año 2001. Si comparemos esta cifra con las cifras de los años pasados, aumenta constantemente el número de las victimas. Tenemos que recordar que desde 1987, fueron matados más de 3500 sindicalistas colombianos de manera violente. Cuando no son simplemente matados, los sindicalistas son amenazados de muerte, raptados o desaparecen. En este último caso, generalmente se descubren los cuerpos después de algunos días o algunas semanas, con huellas de torturas abominables infligidas antes de la muerte. Tenemos que añadir que muchas de las victimas son mujeres .
(1) Entre los dirigentes sindicales asesinatos recientemente, 7 trabajaban para la sociedad Coca-Cola.
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