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EL PETRÓLEO EN LA ACTUAL SITUACIÓN

Estados Unidos y parte de Europa occidental, han vivido en 1999 y en el primer semestre del 2000, un auge económico poderoso, alimentado por los recursos de los países en crisis, avivado por la guerra en Kosovo, amenazado ahora, especialmente por el alza de los precios del petróleo. Japón por su parte comienza a salir de una fuerte recesión y al igual que Estados Unidos y Europa se interesa por lograr una rebaja de los precios de los combustibles.

Algunos de los países más golpeados por la crisis internacional de 1997-98 como Indonesia, Rusia, Ecuador y Venezuela, son productores de petróleo y podrían beneficiarse de los precios actuales. Sin embargo, varios de estos países no son productores y deben importar la mayoría de su consumo, como pasa con Brasil.

Precisamente de Venezuela partió la iniciativa de una reactivación de la Organización de Países Exportadores de petróleo, la cual se había debilitado mucho desde la década de los 80, cuando la producción masiva de los pozos del mar del Norte y de México hizo echar atrás su unidad y los precios. La Shell emergió como empresa rectora, seguida de la BP, mientras la Texaco y la Amoco cayeron bajo la influencia de estas dos y la norteamericana Exxon adquirió a la Mobil rehaciendo la antigua Standard Oil. Las "siete hermanas" del domino del petróleo en el mundo se redujeron en la práctica a cuatro, rodeadas de empresas menores que hoy trabajan por todos lados, quedando a la larga bajo la hegemonía de la banda de las cuatro.

En esta situación las reservas petroleras de Colombia aparecen como un jugoso bocado. Aunque no sean comparables a las de Venezuela, son importantes y hasta ahora cuidadosamente reservadas para un mejor momento, que parece haber llegado, en la medida en que los dos últimos Gobiernos han reventado todas las defensas del país frente al saqueo transnacional.

Por primera vez durante el Gobierno de Samper las transnacionales (Texas bajo el dominio de Shell), lograron que un contrato de hidrocarburos no revirtiera a Ecopetrol en la fecha fijada y se prorrogara, como ocurrió en el caso del gas del a Guajira. Luego se ha ido modificando el sistema de contratación, cambiando el reparto de asociación 50 y 50 %, elevando escandalosamente la participación de las transnacionales, autorizando disminuciones de regalías y modificando contratos ya firmados a favor de la parte extranjera.

Es así como en 1999 y 2000 se ha firmado contratos a granel, repartiendo el territorio nacional entre transnacionales como la Chevron y la Occidental gringas, la inglesa BP, candienses, la española Repsol, la Hocol. Impresiona mirar el loteo en los mapas de Ecopetrol. La ronda 2000 completa el reparto, del cual solamente queda por distribuir buena parte de las cuencas del Pacífico y del suroriente de la Amazonia. Pero, ha sido entregado, milímetro a milímetro, el occidente amazónico, el departamento del Putumayo, que no por coincidencia será el escenario inicial del llamado "Plan Colombia".

Precisamente en torno al Plan Colombia se orquestó el más lacayuno listado de ofertas hechas realidad a favor de las transnacionales petroleras. Si antes el Gobierno Samper obtuvo el más decidido apoyo público de las petroleras frente a la crisis que vivió por el proceso 8.000, a cambio de entregarles prebenda tras prebenda, ahora el gobierno Pastrana les ha dado todo por la migaja de 900 millones de dólares que Estados Unidos dará para la guerra y de lo que espera recibir de Europa.

Pastrana les ofreció el oro y el moro a los petroleros gringos reunidos en Houston bajo la batuta del candidato republicano George Bush en el 99. Para el candidato demócrata también hubo el gesto: sacrificar el territorio U'wa a la Occidental de la cual es socio Al Gore. Pastrana ofreció además el 11 de febrero que propondrá una reforma constitucional para abrir totalmente el país a la inversión extranjera, es decir que piensa eliminar derechos como los de los indígenas o los de todos los colombianos al ambiente, para dar más gusto a las transnacionales.

De hecho ya se eliminó la norma que estaba en nuestras dos últimas constituciones desde 1968 y ratificada en 1991, que permitía la expropiación sin indemnización por razones de equidad cuando el país hubiera sido estafado, como ocurrió en el caso del Cerrejón con la transnacional Exxon (Intercor).

Ahora el Plan Colombia se pone él mismo como objetivo prioritario el favorecer a las transnacionales y su globalización neoliberal: "La implantación de medidas para atraer la inversión extranjera y promover la expansión del comercio"(1) , fortaleciendo los tratados de protección de las inversiones foráneas y las disposiciones de libre importación de la OMC. La prioridad para la inversión extranjera y en particular para la industria petrolera ha sido de hecho exigida en la enmienda al Plan Colombia, propuesta en Estados Unidos por los senadores Dewine, Grassley y Coverdell . (2)

Pero lo que las transnacionales quieren va más allá. Esperan que el Plan Colombia les sirva para recuperar el mango de la sartén en la región. El mismo senador Coverdell afirmó además, que la necesidad de proteger los intereses petroleros en Venezuela justificaba la ayuda a Colombia (3) , con lo cual concordó con la visión del vicepresidente de la Occidental Petroleum, quien afirmó (4) que se necesitaba duplicar el Plan Colombia en Norte de Santander (frontera con Venezuela), donde está la explotación petrolera del Catatumbo y la perforación de Gibraltar, en territorio U'wa.

Hay que decir que a la banda de las cuatro grandes transnacionales no solamente les preocupa el inmenso potencial petrolero de la región, sino el hecho de que el Gobierno venezolano, no solamente ha promovido la revitalización de la OPEP, sino que conpró la distribuidora norteamericana de gasolina Citgo. Esto significa que la petrolera venezolana puede beneficiarse del margen de comercialización al consumidor que es la gran ganancia en todos los ramos de la producción, como puede verse por ejemplo en el caso del café, cuyo precio al productor se redujo al 20 por ciento mientras no pasaba lo mismo con los precios al consumidor y los vendedores como Starbucks aumentaron en el 2001 el 40 por cineto de las uutilidades.

Utilizando las mismas reglas del "libre comercio" y "libre inversión" Venezuela vende gasolina directamente en Estados Unidos, lo que estuvo en el centro de las motivaciones del golpe de estado contra Chávez el 11 de abril de 2001, cuando la corrupta administración de la empresa petrolera dirigió el golpe para mantener ocultas las ganancias de Citgo, sacar a Venezuela de la OPEP (la primera orden del breve mandato de Carmona fue romper las cuotas de la OPEP y exportar todas las reservas) y suspender las exportaciones a Cuba (objetivo éste que prevaleció aun después del golpe).

Tampoco se perdona a Venezuela que promueve alianzas con países consumidores del "Sur" y en especial ya ha establecido una con Brasil. La agencia Reuters informó así desde Caracas sobre el acuerdo entre Venezuela y Brasil : (5)

"Los gigantes petroleros de Venezuela y Brasil firman acuerdos para crear empresas conjuntas de distribución y comercialización de gasolinas y de derivados petroleros venezolanos en Brasil.

Una de las futuras compañías del esfuerzo conjunto entre Petróleos de Venezuela (PDVSA) y Petrobras de Brasil tendrá como objetivo crear en el norte y noreste de Brasil una red de estaciones de servicio. Las ganancias, por venta de gasolinas y diesel, serán compartidas entre PDVSA y Petrobras. La otra compañía tendrá el propósito de comercializar al por mayor productos venezolanos, derivados del petróleo, aprovechando la ventaja competitiva que ofrece la posición geográfica de Venezuela.

"Vamos a estar en Brasil las dos empresas juntas, con un negocio de distribución de combustibles que comienza con 600 estaciones de servicio, y esperamos llevarlo en breve lapso hasta 1.800", dijo el presidente de la petrolera estatal venezolana, Héctor Ciavaldini.

La asociación "se beneficiará de la experiencia de PDVSA en la operación de una extensa red de estaciones de Citgo en los Estados Unidos", dijo la estatal venezolana en un comunicado. Agregó que "pretende capturar el 10 por ciento del mercado en el norte-noreste de Brasil, lo cual equivale a un volumen de 180 millones de litros al mes".

El presidente de Petrobras, Henri Reichstul, dijo que la petrolera brasileña tiene la visión de que habrá "a corto, mediano plazo, integración energética en América del Sur, tanto en la parte de líquido, de gas y de energía eléctrica".

Reichstul informó que se conversa entre las dos petroleras para hacer estudios de exploración y producción en Venezuela. Espera que un tercer acuerdo se firme en 60 ó 90 días. Sería para "la producción en campos ya descubiertos y también exploración conjunta, y quizás producción (...) en la plataforma deltana (del Delta del Orinoco)", en el noreste de Venezuela, precisó. Dijo que Petrobras aportaría su experiencia en la explotación en aguas profundas debido a que del 80 al 90 por ciento de su producción es en el mar.

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que asistió al acto de firma de los convenios, dijo que permitirán avanzar hacia la consolidación de una política de integración latinoamericana y de consolidación de las relaciones comerciales con Brasil. Los acuerdos forman parte de un convenio firmado hace un año para avanzar en negocios conjuntos en exploración y producción, procesamiento de crudo brasileño en refinerías de PDVSA, producción de asfaltos en Brasil y comercialización de productos venezolanos en el mercado brasileño."

Aunque se rumora que el gobierno de Brasil no es totalmente consecuente con su aliado venezolano y trata a la vez de intercambiar acciones de Petrobras con la empresa española Repsol, ello no hace sino aumentar los celos norteamericanos y británicos ante la posibilidad de una monumental ruptura de la hegemonía de la banda de las cuatro hermanas.

Sería completamente ingenuo abordar el problema petrolero por fuera de este panorama estratégico regional. La visión de Coverdell es efectivamente la de las grandes petroleras: la intervención de Estados Unidos en Colombia y en el Putumayo en particular, es la llave para reinstaurar la hegemonía de Estados Unidos, pero especialmente de las cuatro. Es la forma de llamar militarmente al orden político al incómodo Gobierno de Venezuela y al inestable Ecuador y de llamar al orden económico al vacilante Brasil y a Petrobras.

Para los colombianos, para el pueblo trabajador de Colombia, el enfrentamiento al Plan Colombia tiene que ver directa y estrechamente con la defensa de sus recursos petroleros. Desde luego defender la empresa estatal Ecopetrol de la ola privatizadora es vital. Pero no basta: Es necesario además de revertir la legislación progresiva y cínicamente favorable a las transnacionales, adoptar una estrategia petrolera latinoamericana.

Colombia podría, si tuviera un gobierno independiente, ingresar al acuerdo Brasil-Venezuela, un acuerdo que en el futuro puede integrar a toda Suramérica y a Latinoamérica. Sabemos que en México las transnacionales han colocado a uno de sus ejecutivos, el expresidente de Coca-Cola como presidente del país. Tal vez ese sea como dicen los obreros petroleros un patevaca, es decir un esquirol, en este propósito, como no lo son menos Uribe Vélez, Noboa, Goni y similares.

Los obreros petroleros son asesinados frecuentemente en Colombia por oponerse a la privatización de Ecopetrol y oponerse a los dictados de las transnacionales. Pero hay que hacerse el propósito: ¡Por una empresa latinoamericana de producción y distribución de hidrocarburos, que rompa la hegemonía de la banda de las cuatro hermanas! ¡Por la dirección de esta empresa por los trabajadores y las organizaciones populares! ¡Por el respeto de esta empresa a los territorios, cultura y autonomía d elas comunidades!

Héctor Mondragón

1. "Plan Colombia..." traducción de "desde abajo" p.p. 15-16. La versión europea dice en el segundo capítulo: "negociar acuerdos bilaterales de comercio que garanticen la protección de la inversión extranjera".

2. "Acta de Alianza", sección 101.2: "insistir en que el Gobierno de Colombia complete las reformas urgentes orientadas a ABRIR COMPLETAMENTE su economía a la inversión y comercio exteriores, PARTICULARMENTE LA INDUSTRIA DEL PETRÓLEO, como un camino hacia la recuperación económica".

3. COVERDELL, Paul "Starting with Colombia"; Washington Post, April 10, 2000; p. A 21.

4. EL TIEMPO, cit.

5. CNNenEspañol.com "Petróleos de Venezuela y Petrobras de Brasil firman acuerdos" Junio 28, 2000 11:05 PM EDT (0305 GMT)


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