Por Alberto Pinzón Sánchez *
La Operación Geoestratégica Global que el Imperio adelanta para recolonizar la América Latina y en especial la Región Andino Amazónica, lleva más de una década de implementación y por lo tanto no es una consecuencia del fatídico 11 de Septiembre. En cambio, se acelerará después de que el Asia Central y la región árabe estén aseguradas y controladas definitivamente.
Los tres lineamientos de su política exterior:
La Operación Geoestratégica Global que el Imperio adelanta para recolonizar la América Latina y en especial la Región Andino Amazónica, lleva más de una década de implementación y por lo tanto no es una consecuencia del fatídico 11 de Septiembre. En cambio, se acelerará después de que el Asia Central y la región árabe estén aseguradas y controladas definitivamente.
Para comprenderla en todo su tamaño, es indispensable concatenar y conocer en detalle tres documentos estratégicos esenciales que ha producido la Política Exterior del Gobierno de los Estados Unidos, y que se encuentran en plena ejecución: uno, es el documento conocido como "Santa Fe IV"; el segundo, es el Proyecto para la creación de un Área de Libre Comercio en las Américas, conocido por sus siglas ALCA; y el tercero, es el conocido como Plan Colombia, ampliado a la Región Andina para abarcar los países de la antigua República de la Gran Colombia creada por Simón Bolívar.
El documento Santa Fe IV, cuya primera versión apareció en la década de los 80, fue producido para la campaña presidencial del Presidente de los Estados Unidos George Bush por el staff del Partido Republicano dirigido por el diplomático Lewis Tambs y otros miembros del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales y del Consejo para la Seguridad Interamericana, como Roger Fontaine, Francis Lynn y Gordon Summer, constituye un verdadero Plan (DOFA) de Debilidades y Fortalezas para la Seguridad de los EEUU, que enumera y explica las siguientes amenazas:
En cuanto a las Oportunidades, "Santa Fe IV" destaca las siguientes:
El segundo documento, es el "Área de Libre Comercio de las Américas para el año 2005", más conocido como ALCA, presentado en Mayo del 2002 durante la Cumbre hemisférica y de la cual fue excluida Cuba, cuyos diseño y conceptualización vienen desde principios de la década de los 90, durante la presidencia de Bush Padre y fue continuado por la administración Clinton después de haber sido presentado en la Cumbre de las Américas (Miami.1994).
Es un proyecto que originariamente plantea la integración del Continente Americano mediante un aparente e inofensivo tratado de libre comercio, que en realidad es un tratado de "Desregulación y Flexibilización" entre la mayor potencia económica, financiera, cultural, mediática, científica, tecnológica y militar, del Mundo y sus vecinos, que con excepción de Canadá, a su lado aparecen como unos limosneros desarrapados; y cuya agenda oculta es, construir una "Superestructura Jurídico Política e Ideológica Transnacional", dirigida por el monarca electo de la república imperial de los Estados Unidos, que le permita hacer frente a la competencia europea y asiática, cumpliendo los siguientes objetivos generales:
Y para la Región Andino Amazónica desarrollar los siguientes objetivos especificos:
El tercer documento lo constituye el llamado Plan Colombia, ahora llamado Iniciativa Regional Andina, y que como todo plan tiene su esquema de Antecedentes y Justificación, Objetivos, Ejecución y Control.
Andrés Pastrana una vez elegido como Presidente en 1998, presenta ante el Congreso de Colombia el Plan de Desarrollo que por mandato de la Constitución debe hacer aprobar.
Este Plan elaborado en inglés por el gobierno de Estados Unidos, titulado "Plan for Peace, Prosperity and the Strengthening of the State", reemplaza sutilmente la formulación que antes se venía haciendo de "lucha contra las drogas", por la fórmula más acorde con lo anteriormente expuesto de "Guerra contra las Drogas". Su versión definitiva se tiene para principios del año 2000, varios meses antes del 11-Septiembre.
Los 7 mil millones de dólares que originariamente costaba, se planeó financiarlos mediante un aporte del gobierno de los EE.UU. de 3 mil millones, y los restantes 4 mil millones de dólares, por el de Colombia (80% mediante endeudamiento externo y 20% por el ajuste fiscal y los impuestos en un proceso controlado por el Fondo Monetario Internacional).
La financiación proveniente de lo que se llamó la Comunidad Internacional o Mesa de Aportantes, no se pudo realizar al no haber sido aprobado este Plan por la mayoría de países europeos y su condición más onerosa consiste en que de cada dólar invertido 0,70 ctvs. irían para el Gasto Militar, dejando demostrado desde su inicio que es un Plan de Guerra que, con la justificación propagandística de combatir el terrorismo y las drogas narcóticas, fusionados allí arbitrariamente con el término de "narco-guerilla" por el redactor de los documentos del Grupo "Santa Fé" Lewis Tambs en 1981, cuando era Embajador estadounidense en Colombia, tiene la verdadera razón de derrotar a la insurgencia guerrillera colombiana que se encuentra precisamente en el área en donde se inicia el Plan.
Y para cumplir este Objetivo, se propuso también reestructurar radicalmente el Ejercito colombiano mediante una operación llamada de "Reingeniería" para ponerlo bajo órdenes directas del Comando Sur del Ejército de EE.UU., a la par de asegurar el dominio y el control militar de la zona, mediante un gran dispositivo de bases militares continentales.
La primera fase de su ejecución se realizaría en el Departamento colombiano del Putumayo, para luego irlo ampliando en una segunda etapa al Sureste y al Centro, finalizando en tres años con el control militar de todo el país, habiendo "erradicado totalmente" el tráfico de drogas en Colombia.
El dispositivo mayor de bases militares de EE.UU. que entraron a reemplazar a las del Canal de Panamá, tiene su centro en la importante Base Aeronaval de Manta en Ecuador, ubicada a orillas del Océano Pacífico, a la espalda de la ya descrita Bolsa Petrolera de las 5 fronteras, y que es asistida por la Base holandesa de Curazao y las Bases de Liberia en Costa Rica y Sotocano en Honduras, las que a su vez están protegidas y apoyadas por las siguientes Bases que amplían el anillo de la cadena militar: Tres Esquinas, Larandia y Puerto Legízamo, en el Putumayo Colombiano, coordinadas por los gigantescos y sofisticados Radares del Guaviare y el de Leticia en el Río Amazonas. En Perú se proyecta usar la Base de Iquitos, y en el Brasil, la de Alcántara, cerca de Manaos, que cuenta con las Bases Satélites de Tabatinga, enfrente de Leticia y Yavaraté en el Río Negro.
La "Guerra contra las Drogas" se adelanta en varios frentes:
Hoy, después de los tres años de la implementación del Plan Colombia, con todas las evaluaciones hechas por Organizaciones No Gubernamentales y hasta por Agencias oficiales de los Estados Unidos y Colombia, se puede decir que el primer objetivo de TRANSNACIONALIZAR el Ejército colombiano, convirtiéndolo en un Ejército "Cipayo" y desplegándolo por todo el país, está cumplido; no así el segundo, de acabar con la producción de plantas de coca, ni con el trafico internacional de narcóticos y mucho menos se ha cumplido con el objetivo de haber resuelto el histórico conflicto social y armado de Colombia, que viene desde hace muchísimos años, antes de que el narcotráfico, con la complicidad de la clase dirigente de Colombia, se hubiera convertido en el problema transnacional que hoy día es.
Recordemos que, aparte de los incalculables negocios generados en la industria química mundial que produce el comercio de los precursores químicos para la extracción del alcaloide cocaína, de los 500 mil millones de dólares que deja su comercialización en las calles de las las grandes ciudades estadounidenses en las que se calcula que existen cerca de 23 millones de adictos a los narcóticos, y en las otras ciudades del llamado Primer Mundo, tan solo llega un miserable 2% a las manos de los colonos y campesinos productores y pequeños transportadores; un 13 % llega a las mafias colombianas que financian las operaciones de los grupos paramilitares y las campañas presidenciales, y el restante 85% de los beneficios, es lavado en los Bancos Transnacionales que tienen sus sedes en Miami, Las Vegas y demás paraísos fiscales del Globo.
Mientras tanto, en el sufrido territorio del Putumayo, según la ONG Indepaz, cada día 46 personas abandonan sus hogares a causa de la "guerra contra las drogas", lo que da un promedio mensual de 604 personas, que para el año 2001 fue de 17.143 personas, las que llegaron expulsadas a los cinturones de miseria de las grandes ciudades colombianas a unirse a los dos millones de desplazados que ya deja el conflicto en el país.-EcoPortal.net
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* Dr. Alberto Pinzón Sánchez, Médico y Antropólogo, participó en la Comisión de los Notables en el pasado proceso de paz en Colombia y ahora como ensayista se dedica a impulsar una salida política al conflicto en su país.Mayo de 2003 - Enviado por Altercom
Fuente: EcoPortal.net
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