La jornada de 48 horas significó un salto en relación a la primera. El martes 7 se reeditaban los cortes de rutas y calles frente a las reparticiones, como ocurrió el martes 31/7. Esto sirvió de preparación para la movilización del miércoles 8, que reunió a más de 2.000 trabajadores y estudiantes. Hubo una importantes presencia de las organizaciones de desocupados del sur de la provincia, que están sufriendo el embate del gobierno para arrebatarles el control de los planes de trabajo; hubo una columna de trabajadores de varias reparticiones agrupados en ATE y de municipales del interior, movilizados contra el ajuste sancionado en la Legislatura —una suerte de superley, con jubilaciones compulsivas, privatizaciones y achique salarial—. Se hizo presente también una importante columna de estudiantes secundarios y universitarios de varias facultades, acompañados de docentes que están llevando a cabo un plan de lucha a fondo y que vienen de protagonizar una movilización de 5.000 docentes, no docentes y estudiantes. Completaban la concentración delegaciones de maestros primarios, trabajadores de los hospitales públicos, etc. La tribuna fue ocupada por varios oradores, cuyos discursos delimitaron dos campos. Por un lado hablaron los que impulsan el Frente de Lucha contra la Pobreza, un dirigente desocupado de la CTA, una dirigente estudiantil de Venceremos, una representante de Apymes, un dirigente de la Fediunt oficial. Del otro lado, los que impulsamos el desarrollo de la lucha a partir de La Matanza, como lo hizo un dirigente de la Fediunt histórica, la presidenta del Centro de la Facultad de Artes, dirigente de la UJS; Vicente Ruiz, de los municipales del interior; Porta, por los desocupados del Sur. Sergio Díaz, de Tafi Viejo y en nombre del Polo Obrero, fue quien mejor expresó una perspectiva. Destacó cómo la crisis había colocado de un lado a los banqueros y monopolios y su régimen político, y del otro a los desocupados y ocupados, a la juventud y sus organizaciones en lucha. Enfatizó que el único frente de lucha contra la pobreza es el que se pone en pie con la asamblea de La Matanza, y que de lo que se trata es de ir a fondo con esa perspectiva, profundizan la lucha, con la huelga general, para que se vaya De la Rúa, Cavallo y los gobernadores fondomonetaristas, y para que el poder pase a una Asamblea Constituyente soberana.

Esta perspectiva es la que hay que defender en la preparación de la jornada de 72 horas y en la continuidad de la lucha hasta derogar el ajuste y liberar a los presos.