El Foro Social Mundial en la Argentina abarcó cuatro días intensos, durante los cuales numerosos representantes de diversas organizaciones locales y de países latinoamericanos expusieron y escucharon básicamente experiencias y propuestas. Las diversas intervenciones, los documentos y los tealleres dibujaron un mapa del continente con las marcas visibles de las políticas neoliberales: el aumento de la pobreza, del paro, de la miseria.

Argentina, "el gran espejo astillado del neoliberalismo", fué receptora de otras voces y otras voluntades que coinciden en el diagnóstico de la crisis y se suman a los esfuerzos por construír alternativas que rompan con la dependencia y los trillados caminos de ajustes, privatizaciones y nuevos endeudamientos.

Se consiguieron importantes avances en la conformación de un frente que permita vertebrar una oposición de conjunto al ALCA, Area de Libre Comercio de las Américas, propuesta que impulsa Estados Unidos y que los gobiernos del continente siguen negociando a espaldas de sus pueblos.

En este frente, las coincidencias fueron prácticamente totales: la imposición del ALCA constituye una amenaza sobre nuestros pueblos. Más que de "libre comercio", debe hablarse de anexión o neocolonialismo, ya que son los representantes de las metrópolis y de los grandes centros de poder económico quienes fijan unilateralmente las reglas ajustándolas a sus intereses. El ALCA aparece así en el horizonte inmediato ( si no se consigue frenar el proyecto, entraría en vigencia el último día del 2005 ), como el paso definitivo para institucionalizar la dependencia, subordinando a los pueblos y a los recursos de los países del sur a los intereses de los Estados Unidos.

La "pata" militar del proyecto.

También se denunció la política militarista que acompaña esta etapa del proyecto imperial, dirigido a reducir a los países latinoamericanos en proveedores de mano de obra barata, de materias primas, recursos naturales y bienes manufacturados con escaso valor agregado. El "Plan Colombia", el uso de la base aérea ecuatoriana de Manta sobre el Pacífico, y la excusa de la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, son la punta de lanza de la expansión militar norteamericana en el continente. Otras denuncias revelan que varios gobiernos latinoamericanos están recibiendo presiones para que se acepten presencias ligadas con departamentos militares o de inteligencia de los Estados Unidos, en forma de delegaciones tecnológicas, de investigación, etc. En el Foro, los representantes de Brasil comentaron la cesión de la base de Alcántara, en Maranhao, para operaciones norteamericanas que podrían tener finalidades militares y de control en la región amazónica. La "idea del terror y la guerra están en la raíz de la expansión" de las bases militares estadounidenses, acompañada por el mayor presupuesto bélico en los últimos 20 años .

En uno de los documentos del Foro, se analiza que "el ALCA, el sobrendeudamiento y la militarización, son tres ejes estratégicos complementarios de un solo proyecto de expansión y consolidación del imperio norteamericano".

Los viejos partidos, dóciles y sin respuesta.

Como afirmó el líder indígena boliviano Evo Morales, estas nuevas circunstancias que atraviesan los pueblos, expresadas con precisión y realismo en este Foro de Argentina, son un desafío para los partidos políticos tradicionales. " Estos, salvo raras excepciones, no tienen respuesta para este momento que vive la región y el mundo y siguen apegados al viejo poder moribundo".

Una de las ponencias de organización de la Asamblea Nacional contra el ALCA que sesionó el sábado 24 es la de interpelar a los partidos políticos y a los legisladores para que definan su posición frente al ALCA. Otra, continuar los esfuerzos para difundir a través de las asambleas y de los movimientos sociales el riesgo que significa el proyecto norteamericano para la soberanía y el futuro de los pueblos latinoamericanos.

Por el contrario, abundaron los ejemplos sobre el avance de los movimientos sociales, de las organizaciones de base, barriales y campesinas, constituyendo fuerzas que sobre reclamos propios y locales, van articulando entre sí, en una convergencia que apunta hacia una transformación profunda de las bases económicas, sociales y políticas. Las experiencias expuestas en paneles, intervenciones y talleres, fueron seguidas con atención por los centenares de asistentes. Se tomaron como verdaderas semillas de las nuevas fuerzas que intentan poner en marcha formas alternativas a este orden injusto y empobrecedor. Así se sumaron -entre otros - los relatos de los representantes de la CONAIE con su más de diez años de organización y consolidación de los diversos movimientos indígenas del Ecuador; las experiencias de los campesinos e indígenas bolivianos contra el intento de privatizar el agua; la pueblada arequipeña que consiguió frenar la privatización de las empresas eléctricas en Perú; las asambleas barriales y los movimientos de desocupados y piqueteros de Buenos Aires y del interior de Argentina; los campesinos del MST de Brasil con sus millones de militantes y su historia de lucha y recuperación de tierras; el movimiento mapuche en Chile y Argentina...

En esas nuevas formas organizativas, en esos sectores sociales se sustentan las expectativas de cambio.

Argentina, caja de resonancia del Foro

Aunque indudablemente menor que el de Porto Alegre, el Foro argentino reunió un enorme mosaico de movimientos. Piqueteros, desocupados, sindicalistas, estudiantes, ecologistas expusieron sus reivindicaciones, pero también intercambiaron experiencias, propuestas y alternativas.

En algunos talleres, sobresalieron los problemas más apremiantes en la sociedad argentina y las soluciones de emergencia que algunos sectores han puesto en marcha. Por ejemplo, la fabricación de genéricos en laboratorios medicinales públicos, iniciativa combatida desde los grandes laboratorios farmacéuticos. Esta es una prioridad para poder atender a los millones de personas que han quedado fuera de la cobertura sanitaria o con las prestaciones asistenciales muy recortadas. Otra de las cuestiones seguidas con mucho interés, fue la de la ocupación de diversas fábricas abandonadas o arruinadas por sus propietarios. En varios casos, los trabajadores, agrupados en formas cooperativas han logrado reanudar los procesos de producción y comercialización bajo su propio control.

También se adoptaron algunas decisiones importantes en el ámbito interno. Una de ellas fué la de sumarse a la movilización popular del viernes 30 de Agosto en Buenos Aires, una convocatoria que crece en adhesiones, para demandar que las reglas de la renovación política y social de Argentina las fije el pueblo y no un gobierno considerado corrupto, en referencia al gobierno transitorio que preside Eduardo Duahlde. Decidieron sumarse a esa multitudinaria marcha popular bajo una bandera común: "No al ALCA".

El sociólogo Emilio Taddei afirmó que el Foro de Argentina "había sido una construcción colectiva que planteaba el desafío de ampliar su convocatoria" en vista a los futuros encuentros de quienes se oponen a estas formas de globalización, basadas en la injusticia y que marginan y empobrecen a las mayorías. Paulo Ferreira, dirigente del Partido de los Trabajadores de Río Grande Do Sul, dijo que la etapa temática en la Argentina fué una acumulación muy positiva para el Foro del año próximo en Porto Alegre, su ciudad.

El encuentro se cerrró con una asamblea en la que participaron delegaciones de Brasil, Perú, Ecuador, Bolivia, Colombia y México. Hubo coincidencia en que debe revalorizarse "al ser humano" y construír una nueva ética que "privilegie las raíces culturales" latinoamericanas. Otros recordaron que será necesario llegar a una moratoria de las deudas externas tras las auditorías contables que establezcan responsabilidades en esos endeudamientos en gran medida ilegítimos. Y que en ese momento " solo con millones de personas en las calles los gobiernos de la región podrían enfrentar las presiones que se desatarían sobre ellos." Un índice de que ya no se piensa únicamente en rechazar y resistir, sino en afrontar un futuro soberano que ya no parece utópico y lejano.

Redacción de SERPAL.

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2.- "El ALCA incluye sumisión"

Paulo Ferreira, del PT de Brasil

Por Eduardo Tagliaferrro

Pablo Ferreira participó del Foro Social Mundial como observador de la dirección nacional del Partido de los Trabajadores de Brasil. En su breve paso por Buenos Aires -estuvo apenas un día-, conversó con Página/12 sobre el movimiento continental contra el ALCA.

• ¿El Foro puede encontrar un punto de síntesis entre el accionar de los partidos y la lucha de los movimientos sociales?
• Los partidos tuvieron su espacio en el Foro, las variadas articulaciones de la sociedad civil encontraron también los espacios para expresarse. Desde los primeros tiempos hemos dicho que los movimientos tienen completa autonomía con respecto a los partidos y de los gobiernos. En Brasil, nosotros gobernamos varias ciudades y 5 estados nacionales, y sin embargo no pusimos al movimiento por debajo del partido. La autonomía es necesaria.
• En Brasil comenzará una consulta contra el ALCA. ¿Qué posibilidades hay de que la propuesta sea escuchada por el gobierno?
• Tuvimos hace 5 años un plebiscito acerca del sistema de gobierno. Votamos sobre la conveniencia de un régimen parlamentarista o uno presidencialista. Esta es la segunda vez que se organiza este tipo de acción. Este plesbicito será un elemento muy importante para que el gobierno, que incluso manifestó algunas posiciones contrarias al ALCA, vea que tiene todo que perder si decide implementar los puntos que pide el gobierno americano.
• Se publicaron hace poco algunas críticas al PT por no participar del comité de campaña de la consulta. ¿Cómo las interpreta?
• Nosotros tenemos una posición opuesta al ALCA, porque pensamos que es una política que incluye un grado de sumisión muy fuerte. Pero nosotros también tenemos diferencias con la comisión, no estamos de acuerdo con las preguntas incluidas en el plesbicito, aunque sí coincidimos con las posturas generales con respecto al ALCA.
• ¿De qué manera afectarían un futuro gobierno de Lula los recientes acuerdos con el Fondo y la presión de grupos económicos?
• El PT y Lula tienen claro que las razones que llevaron al acuerdo están fundadas en el modelo que viene aplicando Cardoso. En una hipótesis de triunfo, cambiaremos el modelo, queremos producción para el mercado interno y tenemos a un pueblo dispuesto a hacerlo.

3.- "El termómetro lo marcan las luchas sociales, no el partido"

Evo Morales, líder campesino y diputado boliviano.

Por Eduardo Tagliaferro

Hasta sus acompañantes están sorprendidos por la atracción que produce su presencia en el Foro Social Mundial en Argentina. A pesar de su hablar tranquilo, se percibe la fuerza con la que está dispuesto a enfrentar la "revancha de la embajada norteamericana", que se involucró frontalmente en su contra durante la última campaña proselitista en la que estuvo cerca de ganar las elecciones. La misma firmeza que utiliza para hablar de la "embajada" la utiliza cuando se refiere al ALCA, al que no duda en calificar de "un proyecto colonial".

• ¿Sorprendido por las simpatías que despierta su presencia en el Foro?
• Sí. Me ha sorprendido la solidaridad de los compañeros argentinos y también la de los hermanos bolivianos. Los problemas de Latinoamérica son uno solo: las transnacionales imponiendo un sistema para arrebatar nuestros recursos, nuestras empresas, y esas políticas de concentración de la riqueza en pocas manos. Algo que en el tema de la tierra se da mediante la reconcentración de muchas tierras en pocas manos. Esto nos obliga, con mucha espontaneidad y con muchos principios, a unirnos, a organizarnos contra un modelo y contra un sistema.
• ¿Cómo se da en Bolivia el ALCA como proyecto colonial?
• Hay dos instrumentos que el imperio privilegiará: el tema del ALCA y el de la lucha contra el narcotráfico. Esos son instrumentos de la recolonización de nuestros países. Ahí viene justamente la resistencia de una manera globalizada contra las políticas de globalización.
• Usted dijo que privilegia los movimientos sociales sobre la lucha partidaria. ¿Cómo se hace para que las estrategias no sean contradictorias y permitan construir un poder que ponga fin a la hegemonía neoliberal?
• El termómetro lo marcan las luchas sociales, las organizaciones sociales y sindicales y no tanto el partido, que tiene que ser un instrumento. El movimiento político debe ser una herramienta de las organizaciones sociales. No hay por qué traer nuevas estructuras, porque las de las organizaciones sociales están en cada país, se llamen piqueteros, se llamen sindicatos, se llamen comités cívicos, se llamen juntas vecinales, se llamen CODE o CUT, pues están ahí. Lo que falta es que esto se convierta en la base social de un instrumento político al servicio de la equidad y la liberación.
• ¿Los movimientos sociales no presentan un espectro muy amplio que a la hora de definir estrategias se contradigan con una política transformadora?
• En nuestra cultura, ser autoridad es servir al pueblo, y no como la clase política occidental que aparece convertida en una ciencia de corrupción, de enriquecimiento ilícito. Esta es una confrontación cultural, ideológica, son dos principios enfrentados. La próxima semana estaremos planteando una rebaja del 50 por ciento en las remuneraciones de los funcionarios. ¿Cómo es posible que unos vivan con 470 bolivianos, un poquito más de 50 dólares, y otros, como los parlamentarios, lo hagan con más de 20 mil (cerca de 3 mil dólares)? La Corte de Justicia gana hasta 35 mil bolivianos, los superintendentes 13 mil dólares por mes. La propuesta para enfrentar la crisis económica es bajar a quienes ganan mucho y subir a quienes ganan poco con el objetivo de que haya cierto equilibrio en el tema de salarios, especialmente del sector público. Mientras alguna gente solo acepta ser diputado, senador o ministro para amasar plata, en nuestra cultura llegamos a ser diputado para servir al pueblo, compartir el sufrimiento, el pensamiento, el sentimiento del pueblo.
• ¿Cómo influye la embajada norteamericana en el presente de Bolivia?
• Impulsa una política vengativa contra el MAS, contra todo un movimiento social que busca la liberación y su autodeterminación. Y desde ese marco el gobierno boliviano ha tomado muchas represalias contra nuestras bases, empezaron a reinstalarse los juicios políticos contra los dirigentes sindicales, esa es una actitud vengativa que promueve la embajada norteamericana, usando a la clase política tradicional, que quiere aparecer como el niño mimado de la embajada.
• ¿Este momento neocolonial puede traer riesgos de una invasión militar?
• Pueden tomar esas acciones, pero no van a durar. Estoy convencido de que esos planes que están diseñando, como el Plan Colombia o el Plan Nieve en Bolivia, o el plan Puebla-Panamá, son planes de exterminio de los pueblos indígenas. Son como el segundo Plan Cóndor. Ahora camuflan el exterminio bajo la lucha contra el narcotráfico y la lucha contra el terrorismo, porque detrás de eso está el exterminio de los pueblos indígenas. ¿Por qué el exterminio de los pueblos indígenas? Porque seguimos reclamando planes indígenas. Cuando hablamos de tierras me refiero a los recursos naturales no renovables: gas, plata, maderas, que son latinoamericanos y no pueden estar en manos de las transnacionales.
• ¿Qué espacio ocupa la coca en la cultura indígena?
• Nunca va a haber coca cero. Con el plan de coca cero, cocalizaron la Amazonia boliviana. Eso demuestra que quienes diseñan los planes de coca cero lo hacen para engañar a la comunidad internacional, sacar plata a organismos y fundaciones. La coca es el eje central de la cultura quechua, es su economía, es su medicina, es fundamentalmente su identidad. Y cuando hablas de coca, es como hablar de eucaliptus andino. Antes los quechuas aymaras no teníamos derecho a caminar en las aceras, no teníamos derecho de entrar a las plazas, no teníamos derecho de estar en las ciudades, ni en los centros o cascos viejos. A esta altura, en Bolivia, en Ecuador, en Perú, estamos a un paso de tomar el poder, de recuperar el poder. El Palacio Quemado allá en Bolivia está en Plaza Bolivia pero es territorio Aymara y tenemos que recuperarlo. Estamos frente a frente.
• En el acto de apertura usted rescató a Cuba. ¿Qué significa para usted?
• La dignidad, el derecho por la soberanía, y fundamentalmente la lucha por los derechos y la autodeterminación para los pueblos latinoamericanos.
• ¿El socialismo es el otro mundo posible?
• Tenemos que tener un modelo económico basado en empresas colectivas, en empresas autogestionarias, pero viviendo en estrecha relación con la madre tierra. Todo lo que está pasando en Europa, inundaciones, las nevadas en el sur, es producto de estas políticas de Occidente, de la destrucción del medio ambiente. Nuestra cultura es respetar a la madre tierra, producir para el bien común, producir en el marco de la solidaridad y la reciprocidad, y no simplemente para acumular capital.