Otro cocalero muere; habría sido baleado a sangre fría
Los Tiempos, 7.12.01
Chimoré Los Tiempos.- Eran las 13:30. Los campesinos de la Federación de Colonizadores de Chimoré acumulaban productos del desarrollo alternativo en su sede, junto a la carretera. El objetivo era regalarlos a todos los que pasaran por allí como un acto de protesta por los bajos precios y la falta de mercados para estos productos.
De pronto, violentamente, irrumpieron en el inmueble los efectivos de las Fuerzas de Tarea Expedicionaria (FTE), dispararon granadas de gas a diestra y siniestra y destrozaron todo lo que hallaron a su paso; los campesinos huyeron por puertas y ventanas hacia el monte. Pero fueron detenidos dos dirigentes. Casimiro Huanca, secretario ejecutivo de la Federación de Colonizadores de Chimoré (una de las seis que componen la Confederación de cocaleros) y Fructuoso Herbas, de la Central Pacuaral (entre Ríos), ambos recibieron disparos de bala en los pies en el interior de la casa.
Una vez fuera, los soltaron, pero antes de dejarlos, los militares les propinaron dos tiros más. El dirigente Huanca falleció media hora después, mientras que Herbas fue trasladado de emergencia hasta Cochabamba.
"Uno de ellos le disparó. Primero le agarró de los testículos, lo pateó en el suelo, y después lo dispararon. Yo he sido testigo", relata el dirigente Albino Paniagua.
Este relato y el de otros dirigentes que prefirieron guardar sus nombres en reserva, coinciden prácticamente en un 90 por ciento en lo narrado anteriormente.
Uno de los testigos añade que Huanca incluso se arrastró por el suelo antes de recibir el segundo disparo.
"Era una protesta pacífica, no tenían por qué cometer este tipo de atropellos. El dirigente tenía 55 años, ya estaba reducido, qué resistencia pudo oponer", protestó el defensor del Pueblo asignado a la zona, Godofredo Reinicke, a tiempo de recoger los testimonios y confirmar que al interior de la sede se hallaron los dos orificios de impacto de bala y los dos charcos de sangre.
Reinicke espera el informe del médico que realizó la autopsia, Pedro Sejas, así como también buscará el informe técnico balístico para establecer la distancia y posición en que se efectuaron los disparos.
Hasta el momento, sólo se tiene certeza de que fueron dos impactos con orificios de entrada y salida en el sector inguinal con ruptura de la arteria femural.
Si los cocaleros hubieran aceptado la oferta del gobierno en lugar de ponerse intransigentes en el cultivo ilícito de la coca, esto no habría pasado, fue lo que dijo el ministro de Gobierno, Leopoldo Fernández, quien, en sus justificaciones, intentó armar una "posible provocación" por parte de los cocaleros.
"Esta actitud que afrenta al Estado no sólo pone en riesgo la vida de quienes dicen defender, enfrentándolos directamente a las fuerzas del orden, sino que viola las leyes de la República y régimen constitucional", dijo Fernández.
Si la culpa es de las FTE, la familia del dirigente será indemnizada, anunció.
El defensor del Pueblo en Chapare, Godofredo Reinicke, denunció ayer los abusos infundados, con que proceden las fuerzas del orden. "Esto no puede seguir así, ya son siete muertos en esta gestión y 194 personas heridas. En estos casos es el Ministerio Público el que debería pronunciarse", dijo.
La Defensoría del Pueblo procederá a la acumulación de datos para verificar la situación en la que el dirigente Casimiro Huanca perdió la vida, aunque --por los testimonios de los cocaleros y los datos recogidos en la primera jornada, se deduce que se trató de una muerte a sangre fría.
"Nosotros estamos ganando pasos para presentarlos el Ministerio Público, y en último caso tendremos que presentar los resultados en el mismo Congreso, concluyó Reinicke.
El cuerpo de Huanca fue recogido en la noche del hospital San Juan de Dios y fue velado en la noche en la sede de los colonizadores en medio de anuncios de venganza por lo ocurrido a su compañero. Hoy será sepultado a las 16:00.
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