Los pobladores y regantes de la jurisdicción de Tiquipaya, protagonistas de tres días de convulsión social con el saldo de 19 heridos, 10 detenidos, destrozos en inmuebles públicos y privados, la reversión de una ordenanza municipal, que evita la privatización del agua y la renuncia de autoridades municipales, pidieron el jueves a la « clase política, escuchar al pueblo ».
Omar Fernández, presidente de la Asociación de Regantes de Cochabamba señaló que la prepotencia de las autoridades municipales de Tiquipaya, que querían imponer una ordenanza municipal derivó en la reedición de la « guerra del agua », como en el 2000.
« Si las autoridades hubiesen escuchado al pueblo se evitaban las movilizaciones, los bloqueos y los enfrentamientos. Ellos no siempre tienen la razón sino que deben entender de una vez por todas que la sabiduría está en el pueblo », afirmó.
Los tiquipayeños rechazaron las resoluciones y ordenanzas referidas al proyecto de ampliación de agua potable y alcantarillado de la mancomunidad Tiquipaya—Colcapirhua que debería ser ejecutada por la empresa Epsa Macoti. Fernández, en contacto con Jatha, señaló que a pesar de la militarización de la población conocida como « capital de las flores », la multitud retornará a las barricadas.
DECISIONES
Luego de los tres días de conflicto, los tiquipayeños dieron un nuevo ejemplo de lucha para demostrar que sólo con movilizaciones las autoridades toman en cuenta a los sectores populares.
El portavoz de la Coordinadora del Agua y la Vida, Oscar Olivera, que también participó en forma activa en estas movilizaciones dijo que las autoridades y los políticos deben escuchar las demandas de los sectores populares y no esperar medidas de presión.
« Toda esta casta de políticos y corruptos debe entender, que el pueblo también tiene voz. El pueblo tiene sus demandas pero también sus respuestas. Ojalá que con este nuevo ejemplo de lucha entiendan que las decisiones deben ser nuestras », remarcó.
Olivera agregó que sí las autoridades políticas o municipales actúan a espaldas del pueblo, no sólo corren el riesgo de ser resistidas en sus disposiciones, sino hasta destituidas.
2003/7/11 9:37:10