Después de cinco días de conflicto, pequeños grupos de pobladores permanecen en sectores estratégicos. La plaza del municipio está casi vacía, la Alcaldía se halla custodiada por la Policía Militar, los amagos de enfrentamiento han cesado y la población intenta volver a la normalidad.
La tregua que acordaron el viernes los sectores en confrontación se impone en medio de una frágil paz que amenaza con romperse el lunes cuando los manifestantes liderados por el dirigente de los regantes, Omar Fernández, y el grupo que respalda al alcalde Lucio Villazón vuelvan a encontrarse en el corazón del pueblo, la plaza principal.
Aunque el conflicto ha alcanzado una primera solución con la anulación del Proyecto de Ampliación y Mejoramiento del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado Sanitario de la Mancomunidad de Municipios de Colcapirhua y Tiquipaya, impulsado con la creación de la empresa EPSA Macoti, aún queda pendiente la situación del Alcalde, ahora presionado por algunos sectores para que renuncie.
Aunque el lunes se proyecta como una jornada decisiva para Tiquipaya, la molestia por el modo en que ahora se administra el agua en el municipio empieza a extenderse entre gran parte de la población que ve afectada su economía con la llegada de los medidores.
Algunos pobladores consideran injusto que de la noche a la mañana tengan que dejar de pagar 10 bolivianos por el agua y comenzar a pagar cifras superiores a los 40 bolivianos. A ello se suma que el sistema de medición aún no ha llegado a todos los sectores.
También hay vecinos que han empezado a comparar el progreso de Tiquipaya con el de Colcapirhua, donde a diferencia de ellos la mayoría de las calles está asfaltada y cuente con un moderno mercado de ferias.
Mañana las movilizaciones pueden retornar. El sector dirigido por el representante de los regantes Omar Fernández ha anunciado junto con el Comité Cívico realizar un cabildo en la plaza principal de Tiquipaya, donde se definirán las acciones encaminadas a lograr la renuncia del Alcalde por supuestas denuncias de corrupción.
El alcalde Lucio Villazón, quien no participó en la última reunión que disolvió la creación de la empresa EPSA Macoti, dijo que no dejará su cargo porque fue elegido democráticamente por la población y que renunciar a la Alcaldía conlleva aceptar las acusaciones en su contra.
EL RECUENTO
La semana de conflictos dejó un pueblo intranquilo y dividido, que condena el poco desarrollo urbano que el municipio ha conseguido en los últimos 10 años.
Los días de confrontación han logrado que la Alcaldía anule la creación de la empresa EPSA Macoti que debía impulsar el Proyecto de Ampliación y Mejoramiento de Sistemas de Agua Potable y Alcantarillado Sanitario de la Mancomunidad Colcapirhua-Tiquipaya.
La movilización aprovecha la tregua para recuperar fuerzas y reorganizarse.
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