El país debe tener mucha cautela y tino diplomático para solucionar con Chile el problema de la explotación de las aguas del Silala, porque los chilenos harán todo lo posible por apoderarse de ese recurso natural y nunca admitirán que el país es el legítimo propietario del líquido elemento que mantiene y da vida a la minería y a la población del norte de la nación vecina.
Si bien del Silala no fluyen grandes cantidades de agua, ese líquido es necesario en Chile para el consumo humano y de su industria, por lo que para ellos no contar con esas aguas sería extremadamente grave.
A esa conclusión llegó el diputado y miembro de la Comisión de Política Internacional de la Cámara de Diputados, Eloy Luján, luego de elaborar junto a sus colegas de esta instancia legislativa un amplio informe sobre los intereses chilenos por las aguas del Silala.
El parlamentario no dudó un instante en advertir que si Bolivia decide evitar que las aguas del Silala sigan siendo transportadas de manera artificial a territorio chileno, éstos no vacilarán en recurrir incluso a la confrontación bélica para tener derecho sobre el líquido elemento porque de este recurso natural depende todo el norte de Chile.
Para Luján los chilenos tienen mucho interés y sobre todo necesidad de utilizar las aguas del Silala y para ello serían capaces de hacer cualquier cosa. « No por nada se ha dicho que las aguas del Silala podrían ser la causa de una contienda bélica, que sería realmente grave para el país », dijo.
El agua y las relaciones con Chile
De acuerdo al informe y conclusiones presentadas por la Comisión de Política Internacional de la Cámara de Diputados, Chile siempre ha tenido la necesidad del agua del Silala no sólo para el consumo humano sino fundamentalmente para su industria minera. La carencia del líquido elemento sobre todo en el norte chileno ha hecho que ese país explote de manera injusta y arbitraria las aguas del Silala.
Las aguas del Silala son explotadas por los chilenos con el argumento de que se tratan de aguas de curso internacional, cuando Bolivia ha comprobado con todos los argumentos técnicos posibles lo contrario.
Luján explicó que las aguas del Silala provienen de manantiales, que son explotadas por los chilenos desde 1908 gracias al desvío de los ríos Lauca y Mauri.
Hizo notar que el tema del agua era parte incluso del tratado de libre comercio, pues a eso apuntaba la decisión de que técnicos chilenos iban a evaluar el caudal, la riqueza y el potencial acuífero que tiene el país en los departamentos de Potosí y Oruro con el único fin de tener una información completa del líquido elemento que podría explotar en el futuro en beneficio propio.
Advirtió que Chile permanentemente ha perseguido apropiarse de las aguas del Silala, bajo intenciones aparentemente sanas y de beneficio tanto para Chile como de Bolivia. En 1908 se firmó un convenio de utilización o explotación de esas aguas para uso de las locomotoras que funcionaban en esa época. « Hace mucho tiempo que los trenes han dejado de usar esas aguas y por eso el convenio de 1908 debió quedar sin efecto », hizo notar Luján.
Recomendó tratar el tema con mucho cuidado y cautela porque históricamente ese país siempre ha demostrado su ambición expansionista, avasalladora y abusiva.
Grave
En criterio de Luján lo grave y peligroso está en que los chilenos están convencidos y seguros de que tienen derechos legítimos sobre las aguas del Silala, pese a que Bolivia ha presentado pruebas fehacientes, objetivas y verificables de que Bolivia es la única propietaria del líquido elemento que existe en esa zona de la frontera entre ambos países.
El parlamentario mostró que una de las pruebas de que las aguas del Silala no son parte de un río de curso internacional, es que en el lugar existen trabajos de mampostería para llevar las aguas hacia un ducto que conduce el líquido elemento hacia territorio chileno. « Con eso está claramente demostrado que las aguas del Silala son conducidas a Chile de manera artificial y no por obra de la naturaleza como ellos indican », anotó.
Chile sin agua
Si bien del Silala no fluyen grandes cantidades de agua, pues el término medio del caudal es de 200 a 250 litros segundo, está claro que ese líquido elemento es enormemente necesario para Chile para el consumo humano y de su industria, por lo que para ellos no contar con esas aguas sería extremadamente grave.
En ese marco Luján está seguro de que si en algún momento el gobierno boliviano se atreve a cerrar el paso de las aguas del Silala a territorio chileno, sería el punto de inicio para que Chile propicie acciones bélicas contra el país. « Tenemos que tener la seguridad de que si en su momento evitamos que sigan explotando las aguas del Silala estaríamos frente a un conflicto armado », acotó.
Por ello hizo notar que el Gobierno « no tiene los pantalones » para exigir a Chile el pago por el uso de esas aguas con el advertido de cortar el paso provocado de manera del agua a su territorio. « Chile no quiere pagar nada porque dicen que son aguas de un río de curso internacional », observó.
La Comisión de Política Internacional de Diputados hace notar que lamentablemente el país no tiene una política clara de negociación diplomática con Chile, pues permanentemente se han cambiado las estrategias en torno a este tema.
2003/7/15 8:16:22
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