Un muerto y 15 heridos dejó un enfrentamiento el martes entre fuerzas de seguridad y cientos de pobladores del sureste por el control de un importante oleoducto cerrado por los vecinos.

El vocero presidencial Mauricio Antezana, informó que "se tuvo que lamentar la muerte de un compatriota, aparentemente un poblador", y que otros ocho civiles y siete efectivos entre policías y militares resultaran heridos de distinta gravedad en "una acción violenta".

El enfrentamiento tuvo lugar en la localidad de Santa Rosa del Sara, departamento de Santa Cruz, al sureste de Bolivia.

Radio Fides informó que 11 de los heridos presentan impactos de bala y que al menos uno de ellos se encuentra en estado de coma.

Los pobladores de Santa Rosa tomaron y cerraron esa válvula el lunes para exigir la inmediata construcción de una carretera y de otras obras viales.

Ese día, unos 1.500 vecinos, entre ellos mujeres y niños, cortaron los caminos de acceso a la población.

El presidente del comité cívico de Santa Rosa, Miguel Saucedo, también advirtió que si el prefecto (gobernador) de Santa Cruz, Mario Justiniano y "los ministros" no se hacían presentes, quemarían la instalación petrolera.

Antezana señaló que la retoma de la válvula fue violenta por la resistencia de los pobladores, en su mayoría de origen campesino.

Las instalaciones pertenecen a la empresa Transredes, un consorcio conformado por la concursada empresa estadounidense Enron la anglo-holandesa Shell, y con el 50% de su paquete accionario en manos del público.

Según la empresa, el cierre no causó desabastecimiento entre los departamentos a los que sirve el oleoducto porque se desvió el combustible por otras redes.

En la zona se hicieron presentes Justiniano y el ministro de Defensa, Freddy Teodovic, para supervisar la acción de las fuerzas conjuntas de la policía y el ejército en la retoma del puesto y para encargarse de devolver la tranquilidad a la zona, informó Antezana.

La pequeña población, que exigía también obras de tendido eléctrico, sostiene que tiene derecho a todos esos reclamos porque en la región se generan más de 100 millones de dólares por la actividad petrolera y agrícola.

En la zona operan, además de Transredes, las empresas Chaco, de la británica British Gas, y Andina, cuyo principal accionista en la hispana Repsol YPF.

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