Las carreteras se encuentran expeditas en todo el país, según informe oficial de las autoridades.

La Paz/AGENCIAS

Ante amenazas de campesinos de iniciar desde ayer el "plan pulga", consistente en bloqueos relámpagos en diversos sectores de las carreteras del altiplano, el Gobierno ejecuta el "plan Búho", consistente en patrullajes continuos de militares y policías, a fin de impedir la interrupción del tráfico vehicular.

El viceministro de Gobierno, José Luis Harb dijo que para "planes", el Poder Ejecutivo también está atento a responder con la Ley y hacer acatar las disposiciones vigentes referidas a la libre transitabilidad y circulación, tanto en las carreteras interdepartamentales como interprovinciales.

"Estamos atentos a que no ocurra este aspecto (bloqueos). Creemos que debemos precautelar la seguridad económica y la seguridad constitucional", manifestó al advertir que el Gobierno tiene la ley en sus manos y si es necesario se utilizará la fuerza, dentro el marco del respeto de los derechos humanos, a fin de hacer cumplir la Constitución Política del Estado.

Por su parte Felipe Quispe, descalificó el plan del Gobierno al que calificó como el "plan burro" y reiteró que los bloqueos se prolongarán por varios meses y que su efectividad recién se advertirá en el curso de los próximos días.

Despliegue militar

El Gobierno dispuso el despliegue de militares y policías por las diferentes vías camineras, sobre todo del altiplano para actuar en consecuencia, primero con la disuasión y luego por la fuerza ante cualquier eventual bloqueo.

Lamentó que las amenazas de bloqueos originaran una pérdida de 20.000 dólares diarios al sector del turismo en Copacabana y el Lago Titicaca.

Sin embargo, reiteró la disposición del Gobierno de dialogar con el máximo dirigente campesino, Felipe Quispe el "Mallku" a fin de responder a las demandas del sector rural.

División

Entre tanto, en el sector campesino se evidenció una profunda división en las bases, donde los pobladores de Achacachi, otrora base de operaciones del líder campesino, se rehusaron a acatar el bloqueo por considerarlo perjudicial para la economía familiar y de la región. Mientras que en Huarina se discute la posibilidad de bloquear.

Con todo, en la Terminal de Buses de La Paz y en el interior del país , las flotas no pararon en la venta de pasajes.