"El Alto de pie...": la movilización fue contundente

Un contundente bloqueo de los colonizadores en el norte de La Paz y el inicio de un paro cívico indefinido en la ciudad de El Alto dieron inicio a la llamada "guerra del gas". Si bien en los hechos los motivos de ambas protestas apuntan a la reivindicación de demandas locales, los argumentos coincidentes que subyacían en los discursos eran los mismos que se defiende como estandarte del denominado Estado Mayor del Pueblo, que ha anunciado el comienzo de sus medidas de presión para el viernes 19.

El paro cívico alteño, inicialmente, buscaba la anulación de los formularios Maya y Paya para el recatastramiento de la ciudad; sin embargo, ni una resolución del Concejo Municipal, ni el compromiso del propio Alcalde, de retirar la medida, pudieron detener la protesta que ayer paralizó la ciudad de El Alto.

Los organizadores de la medida de presión aclararon que los formularios eran sólo uno de los motivos de la protesta, luego hicieron mención a la venta de gas por Chile, el ingreso al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), la anulación del Código Tributario y la Ley de Seguridad Ciudadana.

En el caso de los colonizadores, las demandas sectoriales se refieren a la habilitación irrestricta de la carretera Cotapata-Bárbara, la creación de un nuevo mercado legal para la hoja de coca y el resto de las exigencias también en coincidencia con las que plantea la "guerra del gas".

Algo similar pasó con el nuevo fracaso de Felipe Quispe en su intento por bloquear el altiplano. El "Mallku" anunció que las 20 provincias del departamento saldrían a las carreteras exigiendo la libertad del dirigente Edwin Huampu, quien fue acusado de homicidio, pero detrás de este pedido, que además está respaldado por una masiva huelga de hambre, se vuelven a escuchar los pedidos recurrentes (gas, ALCA, etc.).

El gobierno ha dejado en claro que aunque no piensa estrenar la llamada "ley antibloqueos", se hará uso de la fuerza para garantizar el ejercicio de los derechos conculcados por las protestas. No obstante, todo parece indicar que los problemas tienden a agudizarse con la inclusión de nuevos actores sociales hacia el fin de semana.