El tráfico en las rutas El Alto-Batallas-Huarina-Achacachi, Tiquina-Copacabana, Río Seco-Desaguadero, La Paz-Oruro y La Paz-Caranavi no fue normal. El paro alteño y los transportistas impidieron los viajes.
Un paro cívico en El Alto, un bloqueo en Nor Yungas y una amenaza de movilización en el altiplano paceño, aislaron por completo a la sede de Gobierno del resto del país y paralizaron el tráfico vehicular hacia Cochabamba, Santa Cruz, Oruro, Potosí, Sucre y Tarija.
El paro cívico en El Alto contra los formularios Maya, Paya y la exportación del gas, impidió el tráfico vehicular hacia el altiplano (Río Seco-Desaguadero, San Roque-Batallas-Huarina-Achacachi y Huarina-Tiquina), donde hubo bloqueos esporádicos en demanda de la libertad del dirigente de la provincia Los Andes, Edwin Huampo.
Pero el desplazamiento de efectivos policiales y militares en los cruces a Peñas y Pucarani, localidades ubicadas en el tramo San Roque-Batallas, permitió el tránsito, por ese sector, de algunos vehículos particulares y del transporte público.
Un reporte del comandante del Regimiento Ayacucho, coronel José Núñez dio cuenta que "Achacachi vivió un feriado más".
Desde Guaqui, el operador de Entel, Ernesto Roda, dijo que varios vehículos particulares circularon normalmente entre Guaqui y Laja. "A partir de ahí la gente se trasladó a pie", dijo.
Juana Mamani, de la caseta de Cotel en el puente internacional de Desaguadero, informó que desde ese sector sólo salieron motorizados hasta el mediodía.
Donde las cosas se desbordaron fue en El Alto. Dirigentes de esa ciudad, en manifiesto estado de ebriedad según comprobó este medio, agredieron a cuanta persona intentó viajar o ingresar en vehículo a El Alto. Buses de la flota Bolívar fueron apedreados, viajeros fueron agredidos y un equipo de La Razón fue golpeado cuando intentaba desarrollar sus actividades.
Ante ese panorama, el transporte público interdepartamental e interprovincial decidió suspender sus actividades para evitar posibles daños personales y a sus vehículos, y frente todo, al temor de encontrarse no sólo con los dirigentes alteños, sino también con los campesinos de Felipe Quispe, que debían iniciar su bloqueo ayer. La terminal estuvo llena de pasajeros a lo largo de todo el día de ayer, que esperaban que terminen las medidas.
El cerco lo cerraron los transportistas a Yungas. Ayer hubo bloqueo en Caranavi, pero la carretera estaba expedita hasta, por ejemplo, Coroico. No obstante los choferes decidieron sumarse al pedido de apertura total de la vía Cotapata-Santa Bárbara y dejaron sin transporte a los viajeros a los Yungas.