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CampesinosHay contradicción sobre la toma de Warisata, Policía y comunarios tienen sus versiones

Crece el bloqueo campesino, Goni invoca el Reencuentro

El Presidente advirtió que no tolerará más bloqueos de caminos, en momentos en que los campesinos del altiplano anunciaron que radicalizarán sus medidas -debido al enfrentamiento que dejó seis muertos- si el gobierno no accede al diálogo, pero en Warisata. El Vocero de la Presidencia anunció que el Poder Ejecutivo estudiará "la forma y característica" de un posible encuentro. La Fiscalía liberó a los detenidos por falta de pruebas. Se levantó el bloqueo en Caranavi.

CampesinosLos campesinos de Warisata están en pie de guerra; ayer velaron a sus muertos mientras decidían la radicalización del bloqueo, pese al control militar



CONFLICTO

Los campesinos de Warisata velaron ayer a sus tres muertos en la plaza principal. Ellos aseguraron que la fuerza combinada del Ejército y la Policía disparó primero en su intento de tomar la comunidad. Ellos tenían la finalidad de despejar la vía para dar paso al convoy con turistas que salía de Sorata. En esa población, ayer se velaba a un campesino. Los militares también velaban al soldado muerto. La Policía dijo que éste falleció cuando los campesinos emboscaron a los uniformados. Entre las dos versiones hay varias contradicciones. Los campesinos niegan que hayan disparado, los policías dicen que respondieron al ataque indígena.

Los militares tomaron Warisata por el convoy
http://166.114.28.115/20030922/politica/politica03.htm

La balacera comenzó a las 15.30 del sábado 20 cuando la fuerza combinada de policías y militares tomó el pueblo de Warisata. La comitiva tenía el objetivo de apoderarse del pueblo para dar vía libre al convoy que salía de Sorata. Estuvo encabezada por la Policía y seguida a cien metros de distancia por los militares del Regimiento Ingavi de El Alto.

Los policías ingresaron disparando gases lacrimógenos para dispersar a los pobladores que hostigaban en las inmediaciones. Los comunarios respondieron lanzando piedras.

Frente a la resistencia, primero los militares y luego los policías accionaron sus fusiles, según los testimonios de los vecinos de Warisata. En las calles, en la serranía y en la escuela se pueden ver cartuchos de dos tipos de fusiles, calibre 7,9 de FAL (Fusil Automático Livian, militar) y calibre 22, del tipo de arma que maneja la Policía.

Entre las 15.30 y las 16.30, durante la toma de Warisata, los militares dispararon y mataron a tres civiles, según los lugareños. Sus cuerpos se velaban ayer en la plaza del pueblo.

El operativo

El operativo policial-militar comenzó a las 05.00, cuando cinco camiones militares -cuatro camionetas y dos flotas con efectivos militares y policiales- tomaron el cuartel indígena de Kalachaca. Allí esperaron las órdenes para ingresar a Warisata.

Una avanzada ingresó a Warisata, detuvo a un dirigente y requisó su domicilio. Con él como rehén avanzaron hacia Sorata. Hasta allí llegó el ministro de Defensa, Carlos Sánchez Berzaín, quien dirigió el operativo.

A las 11.00, los comunarios de Warisata organizaron una improvisada asamblea en la plaza. Estaban molestos por la detención del dirigente campesino. Entonces decidieron intensificar los bloqueos, según informó uno de los miembros del comité de huelga de la zona. Así, destrozaron el último puente de acceso a Warisata.

Hasta las 16.00, el convoy que ascendía desde Sorata estuvo bregando con los campesinos que se treparon a los cerros, entre Ilabaya, La Arboleda y la Cumbre. Los comunarios lanzaban piedras y hacían explotar dinamita.

Los uniformados repelían con gases y disparos de bala. En Ilabaya acribillaron a un comunario (Primitivo Curaca), que ayer se velaba en la Alcaldía de Sorata.

A las 16.30, la comitiva arribó a la Cumbre, donde esperó la orden para continuar viaje. Aguardaban los resultados de la toma.

Los militares ingresaron disparando sus fusiles. Algunos vecinos, campesinos y jóvenes arrojaban piedras; otros huyeron.

Los muertos

Marcos Quispe Quispe, 20 años, (photo) participaba en la resistencia y, ante el avance de los uniformados, se refugió en la Normal de Warisata, donde era estudiante de primer año, según el relato de su padre, Eliodoro Quispe. Los uniformados ingresaron a la Normal. Marcos huía rumbo a la carretera a Sorata, cuando fue alcanzado por un disparo de bala que le perforó el pecho. Murió instantáneamente.

Por el costado izquierdo del pueblo también escapaban otros vecinos. El albañil Juan Cosme (38 años) huía por ese lado y también recibió un impacto de bala que le atravesó el cuerpo: ingresó por un costado a la altura del hígado y salió por el otro costado. También murió en el acto.

Los campesinos no usaron armamentos en la población de Warisata, según los vecinos.

Los efectivos persiguieron a los campesinos que huían por un radio de cinco kilómetros a la redonda. A tres kilómetros, en la comunidad Carisa, disparaban a las viviendas para ahuyentarlos. Una de esas balas perforó el pecho de la niña Marlene Nancy Rojas Ramos (8), del tercer curso de la Escuela de Aplicaciones. Ella observaba desde la ventana del primer piso el avance militar.

Después de lograr el repliegue de los campesinos, los militares rastrearon la Normal y la Escuela de Aplicaciones. Esta última estaba vacía, pero los soldados pensaron que allí se escondían los dirigentes, según el director de la Normal, Constancio Choque.

Dispararon a las paredes de la escuela, destrozaron de un balazo el candado de ingreso, abrieron a puntapiés todas las puertas de la planta baja y dispararon al último salón donde estaba almacenado el desayuno escolar.

La resistencia

Fuera del pueblo, en las serranías, hasta donde llegaron los uniformados, algunos campesinos respondieron con fusiles Máuser. Ayer, unos 20 comunarios encapuchados se paseaban por la plaza de Warisata cargando viejos y ensarrados fusiles Máuser. Los heridos uniformados cayeron fuera del pueblo.

La refriega duró hasta las 19.00, cuando el convoy pasó por el lugar. Los campesinos estaban dispersos y ocultos en las serranías. Los militares tenían control absoluto del pueblo. Los comunarios durmieron en los cerros.


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