El diario La Tercera asegura que existe "una piedra de toque montada desde Lima para bloquear el millonario convenio gasífero entre Chile y Bolivia". Agrega que el Gobierno nacional está muy conflictuado.

La venta de gas y la elección de un puerto para su exportación divide al país y por ello, la definición no llega desde inicios del 2002, cuando el gobierno de Jorge Quiroga abrió esta opción en negociaciones con empresas norteamericanas. La administración de Gonzalo Sánchez de Lozada tampoco apura la definición, bajo el argumento de que aún no hay una opción de venta concreta y el interés de tomar en cuenta la postura de todos los sectores del país.

En el Occidente y con mucha menos fuerza en el Oriente, algunos están dispuestos a resistir "hasta las últimas consecuencias" un acuerdo con Chile. Mientras el Gobierno incluso evalúa la posibilidad de realizar una consulta, en Santiago diferentes sectores perciben que el negocio del gas se está alejando de sus puertos. Y más allá de la resistencia, advierten que esto también es consecuencia del trabajo que ha desarrollado la Cancillería peruana, a través de su representante en La Paz, Hernán Couturier.

Esto quedó de manifiesto en una reportaje publicado ayer en el Diario La Tercera de Santiago bajo el título: El exitoso lobby peruano para cerrar la llave del gas. El artículo, elaborado por los periodistas Francisco Artaza y Javier Ortega, expresa que "en menos de 20 meses, las posibilidades de que Bolivia opte por un puerto chileno para sacar sus enormes reservas de gas, han pasado de ser auspiciosas a prácticamente nulas. El mar de fondo es una profunda crisis social y política que remece desde principios de año a ese país altiplánico, además de los errores de sus autoridades".

Sin embargo, consideran que hay otro factor "menos visible pero implacable y silencioso: la labor de Torre Tagle, la eficiente Cancillería de Perú". Esto se habría expresado en la designación de Hernán Couturier como embajador de Perú en Bolivia, a quien califican como "un bastión del antichilenismo peruano" e identifican como la cabeza de una fuerte campaña desarrollada en Bolivia para promover una salida al gas por las costas peruanas.

También destaca que está reflotando el "histórico antichilenismo" y cita sondeos de opinión pública en el país, según los cuales cerca del 80 por ciento de la población "se opone a que el gas salga por Chile, pese a las evidentes ventajas comparativas que tiene el puerto de Patillos sobre el de Ilo".

En Santiago incluso se percibe que los principales partidos de Bolivia -entre los que cita a ADN, MIR y MNR- tenían la certeza de que un acuerdo con Chile sería provechoso.

Hoy, "con la crisis de gobernabilidad, ni siquiera representan al 20 por ciento de la gente".

A esto se suma la grave crisis política que enfrenta el actual gobierno y aseguran que Gonzalo Sánchez de Lozada "busca nadar en una profunda crisis política, en la que se juega su propia supervivencia. Sobre este oscuro mar de fondo, casi el 80% de los bolivianos se opone a un acuerdo con Santiago. En contraste, la mayoría ve con buenos ojos un convenio con Perú. El histórico sentimiento antichileno, gruesos errores de las autoridades y el intenso lobby de Torre Tagle, la eficiente Cancillería peruana, son los factores que explican este vuelco".

En el Ministerio de Exteriores de Chile reconocen que, el embajador Couturier ha seguido "a la perfección" la pauta que se le encomendó en Lima. Pero hoy la percepción chilena, es que la crisis política se hace cada vez más profunda y amenaza con incendiar el altiplano, dejando la elección del puerto en un plano casi anecdótico. Así lo resume un buen conocedor del mundo político en La Paz: "Ahora, el gobierno de Sánchez de Lozada no está evaluando opciones; está tratando de salvar el pellejo".

Contrastes del antichilenismo

Bolivia y el gas son temas de actualidad en Chile. El Mercurio también se refirió a ellos en su edición de ayer, en un artículo titulado "El inevitable peso de la historia" y que analiza cómo se desenvuelven las empresas chilenas en Bolivia y Perú frente a las reacciones antichilenas.

Allí marca el contraste entre la posición adoptada por los sectores que liderizan Evo Morales y Felipe Quispe, donde también se suman un marcado sentimiento antinorteamericano y la necesidad de que el sector de hidrocarburos vuelva a manos del Estado; y las relaciones comerciales, poniendo especial énfasis en los contactos que se realizaron durante la semana pasada en el marco de la Expocruz 2003. "En las calles cruceñas no había problemas de sentimiento antichileno, reflejado por ejemplo, en las tradicionales conversaciones con los taxistas", expresa el artículo, que incluye los puntos de vista de empresarios chilenos que participaron en la Rueda de Negocios organizada por Cainco y que llegaron a promocionar los servicios de los puertos del norte chileno. Además, incluye al presidente de la cámara de comercio binacional.

Además, destaca las alocuciones de los principales dirigentes empresariales de la región que aludieron al tema del mar y el gas.

Por ejemplo, cuando el presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Juan Armando Antelo, expresó que "no se puede usar al mar como excusa" y añade que el presidente de Cainco, Zvonko Matkovic ha insistido en que el gas debe salir por Chile.