(Red ATB y agencias)
Pese a que el tráfico vehicular por las calles de La Paz colapsó por las marchas de protesta; la huelga general indefinida iniciada hoy en Bolivia en conjunción con el bloqueo de carreteras fue calificada de "fracaso" por el Gobierno, mientras que la COB aseguró que en los próximos días irá creciendo la adhesión.
El viceministro de Gobierno (Interior), José Luis Harb, afirmó que la medida de presión sindical "es un absoluto fracaso" y "no ha parado nada en este país", aunque admitió que hubo algunas movilizaciones de diferente intensidad en algunas regiones.
Jaime Solares, secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), señaló, por su parte, que distintas filiales departamentales de la COB secundaron la medida y pronosticó que el paro se incrementará de forma paulatina en los próximos días.
En La Paz, miles de comerciantes minoristas salieron en manifestación y colapsaron el centro en apoyo a la huelga, aunque la mayoría de comercios abrieron sus puertas y sólo cerraron algunos por precaución ante posibles ataques.
Los manifestantes, que sus representantes calcularon en más de 50.000 y que protagonizaron algunos choques con las fuerzas del orden, salieron a las calles para exigir la dimisión del presidente, Gonzalo Sánchez de Lozada, afirmó a EFE Solares.
La COB reclama también que el gobierno desista del proyecto de exportación de gas a Estados Unidos y lo acusa de generar "una invasión extranjera" de empresas multinacionales, cuyo objetivo es sacar provecho de los recursos naturales del país, sostuvo Solares.
En El Alto, población vecina a La Paz, unos pocos centenares de comerciantes se concentraron en la denominada Ceja, donde confluyen la autopista y la carretera antigua hacia la sede gubernamental, pero no obstruyeron el tráfico entre ambas ciudades.
Mientras, en el altiplano paceño se registra un clima de tensa calma, cuando se cumplen dos semanas de los cierres de caminos protagonizados por los campesinos en demanda de mejoras sociales y económicas.
El comandante General de la Policía Boliviana, Jairo Sanabria, afirmó hoy que la carretera que comunica La Paz con Oruro, de donde salen los desvíos que llevan a la frontera con Chile, se encuentra expedita.
Del mismo modo, los caminos a dos de los principales puntos limítrofes con Perú a orillas del lago Titicaca, Copacabana y Desaguadero, están también "desbloqueados", informó.
"Hay una circulación normal, pero a todos los usuarios se les recomienda que tomen la máxima precaución en el uso de estas carreteras", dijo.
El lugar donde se registra mayor incertidumbre es la carretera que une las poblaciones de Huarina, Achacachi, Sorata y Warisata, al norte de la ciudad de La Paz.
Precisamente en Warisata se produjo hace nueve días el hecho más sangriento desde que se inició el conflicto, cuando un fuego cruzado entre los campesinos y las fuerzas del orden terminó con un balance de cinco muertos, entre ellos una niña de trece años y un soldado.
A pesar de que las autoridades fracasaron el sábado pasado en el primer intento de negociar con la Confederación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), la coyuntura en el país no es alarmante, aseguró el viceministro Harb.
"De los nueve departamentos del país, solo en uno existen problemas, y además estos se registran únicamente en tres de las veinte provincias de esta región", aclaró.
Ayer, domingo, llegaron a La Paz 198 pasajeros que llevaban dos semanas varados en el altiplano por los cierres de carreteras.
En una odisea que duró tres días y que requirió su traslado en barca por el lago Titicaca, las organizaciones de derechos humanos del país lograron traer de vuelta al grupo, en el cual había 25 niños y dos mujeres embarazadas.
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