PROTESTAS | En Santa Cruz transportistas y policías se enfrentaron violentamente. "Masistas y mesistas" se agredieron en Cochabamba y La Paz
Red Líder.- Con una respuesta reducida, excepto en La Paz y Cochabamba, el llamado del presidente de la República, Carlos Mesa, a concentrarse en las plazas de las ciudades para pedir por la paz del país y decir no a los bloqueos, mostró a un país polarizado y originó encuentros violentos entre quienes apoyan su gestión gubernamental y quienes respaldan al líder masista Evo Morales en la exigencia del pago de 50 por ciento de regalías a las petroleras que exploten hidrocarburos en Bolivia.
La concertación de una reunión -para ayer- del presidente Carlos Mesa con los dirigentes del Movimiento Al Socialista (MAS) y otros movimientos sociales bajó la tensión y el tono de los anuncios de radicalización de los bloqueos, es así que ayer después de casi 12 días de intensos conflictos sociales se resolvieron algunos de ellos: los bloqueos en El Alto y Potosí se levantaron. Despejados los bloqueos de las carreteras Cochabamba-Oruro y la carretera antigua Cochabamba-Santa Cruz, quedaba sólo el de la carretera nueva Cochabamba-Santa Cruz en todo Chapare y Yapacani. Revancha
Sin embargo, ni la advertencia del Gobierno de aplicar la ley contra los bloqueadores frenaron ayer los enfrentamientos violentos que se registraron en Santa Cruz entre policías y transportistas. Cuatro motocicletas policiales destrozadas, daños a vehículos particulares, estanterías comerciales rotas y un número aún no especificado de heridos y detenidos dejó como saldo preliminar ayer el segundo día de violencia provocado por los micreros urbanos, que declararon un paro indefinido desde el pasado miércoles en protesta por el incumplimiento del alza de los pasajes.
Durante más de tres horas, los uniformados resistieron a punta de gases lacrimógenos y balines a los enardecidos transportistas que sembraron el pánico en calles adyacentes. Oficinas, llanterías, talleres mecánicos, surtidores y vecinos del tercer anillo se vieron obligados a cerrar sus puertas y abandonar la zona.
La Iglesia católica intentará sentar hoy nuevamente en la misma mesa de negociación a los sectores que se encuentran enfrentados por el tema del alza de tarifas de micros.
Yapacaní
Seguidores de Címar Victoria se agarraron a pedradas y golpes con representantes cívicos y pobladores. Un colono herido con arma blanca y otras cinco personas con lesiones leves fue el resultado de los enfrentamientos que se registraron ayer en Yapacaní entre seguidores del dirigente de los colonizadores, Címar Victoria, con representantes de instituciones y pobladores que marchaban contra el bloqueo de la ruta Santa Cruz-Cochabamba.
La batalla entre manifestantes se produjo cuando una marcha encabezada por el Comité Cívico, Federación de Juntas Vecinales (Fejuve), Unión Juvenil Cruceñista y pobladores de Yapacaní exigían el desbloqueo inmediato de la vía.
Cuando la movilización cívica ingresó a la plaza 1º de Mayo de Yapacaní fue resistida a pedradas y palazos por seguidores de Címar Victoria, quienes pedían el desalojo inmediato del movimiento social del principal paseo de la ciudad.
Victoria remarcó que el bloqueo que lleva diez días en Yapacaní no se levantará hasta que el Gobierno no inserte un artículo en la ley de Hidrocarburos que establezca la entrega de un 10% de regalías a los municipios productores de hidrocarburos. "No tengo miedo que me lleven preso", dijo.
Contra los bloqueos
En medio de denuncias sobre la asistencia obligada de los funcionarios de las reparticiones estatales a asistir a la concentración convocada por el presidente Carlos Mesa para rechazar los bloqueos, cientos de personas con pañuelos blancos, banderas nacionales y carteles marcharon en La Paz, Santa Cruz, Tarija, Sucre, Cochabamba y otras regiones del país, en unas con más concurrencia que en otras.
Empañadas por los amagos de enfrentamiento con sectores de la población que no respaldan la política de Mesa, en varias ciudades dejaron otro mensaje. En Santa Cruz ante la reducida asistencia, no más de medio millar de personas, los oradores dejaron en claro que el apoyo era a la democracia en el país y no a una persona (Carlos Mesa).
Insólito. La manifestación contra los bloqueos en la ciudad de Potosí convocó a un buen número de personas, pero perdió legitimidad debido a la presencia de personas notoriamente disfrazadas de indigentes, campesinos e incluso de mujeres. En medio del gentío, se veía a supuestos
campesinos con el cabello cortado a la usanza militar. Otro lucía enormes gafas de plástico mientras que un tercero actuaba como joven pero el cabello brillaba en exceso, tanto que parecía artificial. Un supuesto mendigo, cuando el reportero le preguntó dónde vivía y dijo que "en la calle nomás, no tengo casa", pero cuando se le increpó sobre el disfraz reconoció que era soldado y que le habían ordenado que se vista así.