LOS ENFRENTAMIENTOS SE ACENTÚAN DÍA QUE PASA EN DESMEDRO DE LA ECONOMÍA NACIONAL Y PONEN EN RIESGO LA UNIDAD E INTEGRIDAD DEL PAÍS.
Para salir de la crisis
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Bolivia en los últimos días se ha convertido en centro de preocupación en el ámbito nacional e internacional, como consecuencia de los conflictos que enfrenta, en los que las diferencias, posturas personales, sectoriales, políticas y otras se agravan día tras día, poniendo en serio riesgo la integridad y el sistema democrático del país.
Según analistas, en el momento no hay la predisposición de dar solución a las demandas de interés nacional, puesto que los gobernantes, políticos, representantes sindicales, sectoriales y de organizaciones sociales pretenden imponerse a toda costa, con o sin razón. Frente a esta situación, urge sacrificar algo y deponer actitudes intransigentes para que el país pueda ganar.
Consideran también que se debe tomar en cuenta que el país tiene riquezas para resolver sus problemas, lo que existe en este momento es el desencuentro de los recursos humanos. Ante esta coyuntura recomiendan que se debe encontrar un punto de consenso, primero se debe pensar en la Patria, es decir Bolivia necesita un proyecto estratégico equilibrado para salir de esta crisis.
DIÁLOGO ABIERTO
La Asamblea Permanente de los Derechos Humanos de Bolivia (APDHB) pidió a diversos sectores a dejar de lado las posiciones intransigentes para dar paso a un diálogo abierto que conlleve a una solución a la crisis que enfrenta el país.
El presidente de dicha entidad, Sacha Llorenti, dijo a Jatha que la actual situación del país, de fragmentación política y social, de fragilidad en las instituciones del Estado, la crisis económica, el peligro latente de la desintegración, deben llamar a la reflexión a todos los movimientos para buscar una solución concertada a estos problemas.
Asimismo, la APDHB hace referencia también a la advertencia que lanzó las Fuerzas Armadas en sentido de que no permitiría la desintegración de la Patria e intervendrán si existen posiciones radicales en ese sentido.
El llamado de la institución castrense surge ante las divergencias que se crearon sobre la base de dos agendas: la de octubre de 2003, donde los sectores sociales piden Asamblea Constituyente y nacionalización de hidrocarburos y la de enero que salió desde Santa Cruz que demanda autonomía departamental.