SE CUMPLIÓ EL PLAZO. ANOCHE, UN GRUPO DE VECINOS RETUVO AL PRIMER CAMIÓN DE EMSA
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La tensión reventó en K'ara K'ara. Ayer, un grupo de pobladores asentados cerca del botadero municipal cumplió con su amenaza de bloquear el ingreso al relleno sanitario una vez que el plazo para su cierre y traslado se cumplió.
Ni bien el reloj marcó las 21:00, los vecinos de la zona se apostaron en la vía principal de entrada al botadero de K'ara K'ara. La consigna de los pobladores fue clara: "No dejar que los camiones de EMSA depositen un gramo de basura más en el lugar".
MEDIDA | Un grupo de pobladores comenzó a movilizarse anoche. No hay paso para ningún camión con basura
Por:Katiuska Vásquez
La tensión reventó en K'ara K'ara. Ayer, un grupo de pobladores asentados cerca del botadero municipal cumplió con su amenaza de bloquear el ingreso al relleno sanitario una vez que el plazo para su cierre y traslado se cumplió.
Ni bien el reloj marcó las 21:00 los habitantes de la zona se apostaron en la vía principal de entrada al botadero de K'ara K'ara. La consigna de los pobladores fue clara: "No dejar que los camiones de EMSA depositen un gramo de basura más en el lugar".
Un día antes al fin de la tregua, 28 de mayo, el municipio reiteraba a través de su titular, Gonzalo Terceros, que la Alcaldía necesitaba al menos ocho meses más para el cierre técnico del botadero y para ubicar al nuevo relleno sanitario en la zona de Arrumani.
El bloqueo del botadero de K'ara K'ara ocurre, después de 29 meses de continuos plazos en los que tanto el Municipio de Cercado como la Prefectura y la Brigada Parlamentaria impulsaron convenios para permitir que los pobladores de K'ara K'ara permitan el paso de los camiones con basura hasta que se abra un nuevo relleno sanitario, acorde con las normas ambientales.
Un carro basurero de la Empresa Municipal de Servicios de Aseo (EMSA), que intentaba ingresar al relleno de K'ara K'ara, fue el primer vehículo al que se le impidió el tránsito al depósito de desechos al promediar las 22:00. El camión no tuvo otra alternativa que permanecer estacionado en el sitio de entrada.
La vigilia que sostienen los pobladores de K'ara K'ara es la muralla más fuerte para frenar el paso de los camiones con basura. Como es habitual, en el lugar el camino es cerrado con barricadas hechas de piedra, latas y espinos nativos. Todas son custodiadas por piquetes de pobladores que asumen la custodia de los puntos de bloqueo por turnos.
La única alternativa de ingreso al botadero es un camino de herradura que bordea la población de San Miguel Pampa y Villa Miraflores, donde habitan agricultores y recolectores de basura. El desvío implica recorrer dos kilómetros más y arriesgarse a quedar atascado en medio camino por las malas condiciones de la vía. Los pobladores no descartan iniciar bloqueos esporádicos por esa ruta.
Los representantes de K'ara K'ara, Zenón Vidal y Maximiliano Guevara fueron contundentes al anunciar que no iban a retroceder en las negociaciones con el municipio y EMSA, pues observaron que pese a las ampliaciones el trabajo para ubicar un nuevo lugar es lento.
A ello se añade que la población lamenta el incumplimiento en la ejecución de las obras de compensación que debieron plasmarse en servicios de salud, educación, infraestructura y agua.
En los 29 meses de plazos, EMSA y el municipio han construido un puente, sobre el río Tamborada, canchas deportivas y una posta sanitaria. Aún así la atención médica en el lugar es precaria porque el dispensario no está equipado y tampoco cuenta con items para su funcionamiento.
Los dirigentes añadieron que el agua que les distribuye EMSA es insuficiente, ya que ellos no pueden usar el agua de sus pozos, porque se halla contaminada. A ello, se añade que todos los días deben soportar el mal olor que proviene del botadero.
La ciudad produce cada día 400 toneladas de basura. Todos los desechos urbanos, recolectados por los camiones basureros, son depositados en K'ara K'ara, desde hace 20 años.
El conflicto con los pobladores de los alrededores del relleno surge cuando EMSA está sumida en una crisis que amenaza con reestructurar la empresa.
La población aporta cada mes un promedio de 15 bolivianos a través de su factura de energía eléctrica por el servicio de EMSA, se estima que existen 90 mil desembolsos, por mes.
