Wilson García Mérida | Jueves, 11 de enero de 2007 | http://www.bolpress.com/
Juan Ramón Quintana, el Ministro de la Presidencia que llegó a Cochabamba el pasado miércoles buscando dialogar y concertar con el prefecto Manfred Reyes Villa una salida a la crisis planteada por el movimiento campesino que exige la renuncia de esta autoridad departamental, no pudo cumplir su misión pues Reyes Villa abandonó el diálogo para "asistir" a una reunión de prefectos opositores en la ciudad de La Paz, cuando el todo el mundo sabía que este jueves latía una tenebrosa amenaza de las hordas fascistas que habían lanzado ultimátum contra los campesinos que ocupaban pacíficamente la ciudad.
Tras los disturbios del lunes que se iniciaron por una gasificación policial y culminaron con la quema del edificio prefectural en respuesta a la represión, el presidente Evo Morales instruyó a su partido, el MAS, mantener una vigilia pacífica para posibilitar el diálogo con el cuestionado Prefecto, y para tal fin encomendó a su ministro Quintana instalarse en Cochabamba.El martes el Comité Cívico convocó a tomar medidas de hecho para expulsar de la ciudad a los campesinos, en medio de una campaña racista y anti-indígena apoyada por Juan Claudio Lechín que también se encuentra en esta ciudad. Ese mismo día, la Federación de Estudiantes de Secundaria (FES) denunció que la Prefectura había ofrecido recursos económicos para organizar hordas con las mismas características de la fascista Unión Juvenil Cruceñista que siembra terror en la ciudad de Santa Cruz, capital de una "media luna" autonómica" a la cual Reyes Villa se adscribió fervorosamente.El Ministro de la Presidencia arribó a esta ciudad el miércoles en la mañana y tomó primeros contactos con el Prefecto en pos de hallar un acuerdo. En la tarde hicieron su aparición grupos juveniles armados como pandilleros, con fierros, bates y otras armas contundentes para participar en el acto convocado por el Comité Cívico en la Plaza de las Banderas. La reunión se frustró debido a que los campesinos ocuparon esa plaza.Los dirigentes de la llamada "Juventud por la Democracia" dieron un ultimátum para que los campesinos "invasores", provenientes de las 16 provincias, abandonen la ciudad, con la advertencia de que si los contingentes indígenas no salían de la capital hasta las doce del medio día del jueves, serían desalojados "por la fuerza".Pese que la amenaza fue pública y causó gran preocupación ciudadana, el prefecto Reyes Villa dejó Cochabamba el mismo jueves y suspendió sus reuniones con el ministro de la Quintana, prefiriendo asistir a una reunión de los prefectos opositores en La Paz, como si aquella daría una solución a la crisis cochabambina.En ausencia del Prefecto, Juan Ramón Quintana procuró seguir avanzando en la construcción del diálogo, tomando contacto durante este jueves, desde la Brigada Parlamentaria, con dirigentes de la Empresa Privada y de la Iglesia, mientras Reyes Villa coordinaba desde La Paz las acciones conducentes a "expulsar a los indios" de Cochabamba.