una breve introducción a dos artículos sobre las nuevas medidas del gobierno en contra de los colombianos y los migrantes en general. a partir del 1er de septiembre todo extranjero tendrá que registrarse con la policía y justificar su estancia en el país. sólo faltan las estrellas amarillas.

Deben saber que ningún ser humano es ilegal. Esta es una contradicción en sí misma. La gente puede ser bonita o no bonita, justa o injusta, ¿pero ilegal? ¿Cómo puede ser uno ilegal? - Ellie Wiesel, sobreviviente del Holocausto.

con el uribe al poder en colombia, una regionalización de un conflicto que ya lleva 50 años y una derechización facista de la política imperialista de los usa, el ecuador de los terratenientes, grandes empresarios, clase política pudrida y reaccionaria, levanta la cabeza, y como en francia de le pen, españa de anzar o italia de berlusconi, ellos dictan quienes son los excluidos, los forajidos, los delincuentes, los ilegales...

no podemos seguir aceptando tanta injusticia a raíz de un imperio decadente y genocidio. Ya basta. Es tiempo de levantarnos de las rodillas y gritar todas y todos:

¡NO SER HUMANO ES ILEGAL!

Una entrevista con el director nacional de la policía de migración y un artículo sobre migración que salieron este domingo en el comercio de quito.

Entrevista al Coronel Édgar Noboa
Quito.

La Policía Nacional habla de una relación directa entre colombianos y delincuencia. Migración dice que si no se toman más medidas, pueden ingresar delincuentes.

¿Los ecuatorianos están desarrollando un sentimiento xenófobo contra los colombianos?

Creo que empieza a darse esta situación y que puede acrecentarse. En Ibarra me decían que la gente está molesta con la presencia de los colombianos.

¿Qué explicación le dieron para ese sentimiento?

Me decían que vienen a trabajar, que si hay 100 plazas de trabajo, éstas son tomadas por ellos. Pero al colombiano se le relaciona también con el delincuente y eso es grave y peligroso.

¿Qué es lo que esencialmente le preocupa?

Me preocupa la existencia del Estado ecuatoriano, porque después de cinco años, al ritmo que vamos, la mitad de la población será colombiana. Nosotros debemos defender nuestra integridad territorial, nuestra raza y todo lo nuestro.

Pero el mundo vive la globalización, las fronteras se abren, no se cierran. Le voy a decir mi concepto. Desde 1985 los europeos abrieron las fronteras y en 1995 las abrieron más. Vaya a ver las consecuencias.

Recién se dan cuenta de lo que hicieron. Ahora tienen medidas contra la migración: expulsión inmediata y la creación de la policía fronteriza de todos los países.

¿Qué puede pasar si Ecuador no toma más medidas?

No tener medidas equivaldría a permitir el ingreso de delincuentes. Claro que hay gente muy buena de Colombia, pero muchos de ellos traen lo malo. Nosotros debemos garantizar la seguridad interna. Esto es para mí supervivencia.

¿Por qué es una razón de supervivencia?

Porque hay el temor que desaparezca el Estado ecuatoriano. Vamos a perder nuestra identidad.

¿Qué pasa con las personas que quieren residir en el país o simplemente venir como turistas?

Tienen que sacar una visa en un consulado ecuatoriano o en la Dirección Nacional de Migración. Tienen facilidades para que legalicen su situación. En eso no hay problema, lo que pasa es que vienen con visa de turista y se quedan a trabajar.

http://www.elcomercio.com/noticias.asp?noid=35197

¿El país se vuelve anticolombiano?
Quito.

Ingrid Trejos, caleña residente en el país desde hace siete años, sintió que la trataron como a una delincuente. El miércoles pasado, la colombiana se acercó a la Comisaría de la parroquia de Sangolquí, para denunciar el robo de su teléfono móvil.

El secretario de la Comisaría, Marco Parreño, no recibió la queja. El funcionario se justificó, en ese momento, diciendo que "por orden del comisario, Guillermo Zapata, aquí no se reciben denuncias de colombianos.

Vaya a Quito", contó Ingrid Trejos a este Diario. "Me sentí horrible. Es increíble que nos traten a los colombianos como delincuentes".

Para colmo, esa no fue la primera vez. El secretario de la Comisaría justificó lo ocurrido señalando que "la colombiana no sabía dónde le robaron los documentos.

Además, una denuncia les ampara para seguir en el país. Por eso se los envía a la Policía Judicial, es por su propio bien".

Esta situación es mucho más crítica en el caso de la colombiana Lidia L., de 38 años, y sus tres hijos, que están en el país en calidad de refugiados.

Los cuatro huyeron del Valle del Cauca porque las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) asesinaron a su esposo, por no pagar una extorsión de 770 dólares.

Ella explica que "a pesar de que el país es pacífico", el trato de las personas tiene otrosmatices. "La gente nos mira con apatía, creen que somos delincuentes o matones.

Nos es difícil conseguir departamentos de arriendo". La llegada de colombianos en grandes cantidades se inició hace dos años con la aplicación del Plan Colombia, pero se intensificó en estos últimos meses.

¿Cuál fue la respuesta de Ecuador? Implementar los controles fronterizos. El último será el cierre nocturno del puente Rumichaca, algo que asusta al embajador colombiano, Eliseo Restrepo: "Hay mucho nerviosismo y me da temor que la sobredimensión de los eventuales peligros cree un sentimiento xenofóbico".

La Policía se queja constantemente de que las bandas delictivas y de secuestradores que operan en el país están lideradas por colombianos.

En los boletines de prensa que emite la institución es común leer información que se refiere a delincuentes "con acento colombiano".

Según Inés Facioli, miembro del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (Acnur), la población colombiana es estigmatizada como delincuente.

"Los colombianos son muy vulnerables en este tiempo; ellos han huido de su país porque su vida ha sido amenazada".

El Acnur atiende entre 30 y 35 personas diariamente, el 98 por ciento son colombianos.

Hasta julio de este año, 2 639 solicitaron su identificación de desplazados. Y, desde hace 24 meses, 7 135 son refugiados.

Migración registrará a todos

A partir del primero de septiembre los extranjeros deberán registrarse en las 26 subjefaturas de Migración de la Policía Nacional, en todo el país.

Los documentos requeridos son la visa o pasaporte y dos fotografías. Además, deberán justificar las actividades que realizan en el país.

El plazo vence el 31 de octubre y quien no cumpla será deportado y no podrá volver al país, según Migración.

La institución dice que en los últimos cinco años ingresaron alrededor de 600 000 extranjeros, pero no se ha registrado su salida del país.

En el caso de las personas que tengan la calidad de asiladas o refugiadas, la Policía de Migración aseguró que respetará los convenios internacionales, con la aprobación previa de la Cancillería.