Más protestas en Ecuador
Jueves, 14 de abril de 2005 - 04:21 GMT – news.bbc.co.uk
La policía ecuatoriana se enfrentó a manifestantes que protestaban quemando neumáticos y bloqueando calles en el centro de la capital Quito.
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Liderados por las autoridades de la ciudad, los opositores al gobierno del presidente Lucio Gutiérrez demandaron la reorganización del sistema judicial.
La policía trató de aplacar la protesta con gases lacrimógenos.
Las movilizaciones paralizaron gran parte de Quito. El transporte público quedó prácticamente suspendido y sólo circulaban algunos vehículos privados por las calles que no fueron cerradas por los manifestantes.
Los centros docentes y las oficinas municipales cerraron sus puertas y pocos negocios permanecieron abiertos.
Unos 3.000 efectivos custodiaban las calles, informó la policía. Tropas fueron desplegadas alrededor del palacio presidencial.
Versión del gobierno
Por su parte, el gobierno aseguró que la jornada de manifestaciones había sido un fracaso.
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El presidente Gutiérrez felicitó a los ciudadanos que sólo apoyaron parcialmente las protestas.
"Creo que ha ganado este inmenso país real, este país profundo, este país trabajador y ha perdido ese minúsculo país político, ha perdido ese país de los politiqueros que de espaldas al pueblo ecuatoriano y engañándole en su beneficio personal, intentaron paralizar la ciudad de Quito", expresó el mandatario.
Gutiérrez propuso a sus opositores a sentarse a la mesa del diálogo para lograr un acuerdo nacional que garantice la estabilidad política en Ecuador.
"Gastemos las energías en cosas positivas y no en movilizaciones", exclamó.
Mientras, los opositores advirtieron que la protesta de este miércoles fue sólo un aviso para que Gutiérrez cambie de posición.
"El paro no es la primera ni la última acción de resistencia para repudiar al actual estado de cosas", declaró Augusto Barrera, líder opositor.
Intento fallido
Las movilizaciones ocurren un día después de que fracasara en el Congreso un intento de resolver la crisis política causada por la reestructuración de la Corte Suprema de Justicia ecuatoriana.
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La situación se agravó cuando los magistrados recién nombrados anularon los juicios contra los ex presidentes Gustavo Noboa y Abdalá Bucaram, lo que permitió su regreso al país desde su exilio en Panamá.
Bucaram fue destituido por el Congreso en 1997 y es acusado de presunta corrupción durante su breve gobierno entre agosto de 1996 y febrero de 1997.
El Parlamento intentará de nuevo concertar un acuerdo este jueves.
La oposición asegura que la reciente reestructuración del Tribunal Supremo constituye una interferencia política de parte del gobierno en el sistema judicial.
Gutiérrez niega las acusaciones y asegura que en Ecuador no hay violación de los derechos humanos y que los cambios en la Corte Suprema de Justicia estuvieron apegados a la ley.