Siento desepcionarlos, pero lo que esta sucediendo en el Ecuador aparte de ser una expresión válida de desobediencia civil ante las políticas entreguistas dictatoriales y antipopulares es ante todo una revuelta popular sin dirección política y con un marcado síntoma nacionalista.
Los gritos que se escuchan en la calle se quedan reducidos a un Fuera Lucio o que se vayan todos y son pocos los sectores, que casi invisibilizados por el ruido ensordecedor de las barras y los saltos vaciados de contenido, hablan de la importancia de un proceso democrático sostenido en las Asambleas Polpulares.
Las protestas en la Shirys, en La Luna, estan llenas de gente apolítica y muchos individuos de clase media y alta, que estan en contra de el proceder antidemocrático que instauró una corte de justicia de facto y que dejó cesantes a muchos jueces corruptos igual, representantes o vinculados con la derecha social cristiana.
No existe un cuestionamiento general al estado de democracia, que no solo ha sido responsabilidad del actual régimen, sino de años de impunidad, violación a la constitución, y entreguismo a los intereses del imperio.
Los esfuerzos de la izquierda en general y de la Conaie, por posicionar un referente de lucha en contra de las políticas neoliberales, no tienen una resonancia adecuada en la protesta másiva de Quito.
Tanto es así, que está convocándose ya, en Guayaquil, una protesta igual, que diga fuera a Lucio y nada más y que la convoca su alcalde; Jaime Nebot del partido social cristiano, del partido más afectado en los últimos acontecimientos dictatoriales de Lucio Gutierrez, del partido que tuvo el monopolio de la Corte de Justicia y que igual violó constantemente la Constitución. O acaso la entrega de Manta a la Base Norteamericana, no pasó antes de la Corte de Facto?, osea con la corte socialcristiana?
Lastimosamente la revuelta popular no encuentra voces desde los planteamientos de la izquierda. La izquierda tradicional desligitimada no participa en la lucha y los colectivos, grupos e individuos progresistas y antikapitalistas no se han pronunciado, ni siquiera con una volante.
La conaie respalda la movilización y eso es muy importante, por ser un sector cuyos intereses y posición política es coherente con un sentir de reinvindicaciones sociales justas y comunitaristas por tanto antineoliberales; pero es claro y justificado que las bases indígenas no participan con movilizaciones y bloqueos, pues no se sienten movidas, ni convocadas a levantarse.
El grito de fuera Lucio, lastimosamente no es suficiente para que el estado actual de injusticia e impunidad terminen. Lo único que sucederá es que las fichas se cambien desde el mismo poder. Es decir, que luego de Lucio, habrá quizás otro político "independiente", o talvés el vicepresidente, que no dice mucho. Esto en el mejor de los casos, o sino, un social cristiano, un social demócrata. Bueno cualquier cosa. Si no hay claridad y una exigencia estructural de cambio, la respuesta no la tomarán la gente, sino el poder.
Hasta que punto, me pregunto, me siento yo convocada a una protesta visualmente nacionalista, con muchas banderas del Ecuador y gritando Fuera Lucio. En contra de la dictadura siempre estaré, pero la democracia en el Ecuador también tiene que ser duramente cuestionada, no sólo por los últimos acontecimientos, sino por una serie de impunidades y entreguismos desde muchos años atrás, por un monopolio del poder en sectores identificados con una clase social dueña de los medios de producción, de la banca, por una estructura política basada en la democracia burguesa que sostiene el aparato capitalista de producción y reproducción.
Si la democracia en Ecuador nunca existió, sería importante en este momento pelear y construir esta democracia desde la participación de todos y todas, con planteamientos que cuestionen esa impunidad instaurada en el país, que cuestionen también conceptos tan globales y determinantes, como el mismo peligro del nacionalismo que es funcional al autorinarismo y al capitalismo.