(Aparte de que se decida usar o no este artículo, sería interesante que intentaramos usar lo publicado en otros IMC)

EL GOLPE MEDIATICO CONTRA CHAVEZ

by Leopardogris . Friday April 12, 2002 at 07:45 PM leopardo_gris@hotmail.com

En Venezuela se puso en marcha un módulo experimental de golpe de Estado, casi aséptico, con un mínimo costo de víctimas civiles, y sin ninguna exposición del aparato militar. Los tanques y fusiles fueron reemplazados por las radios y las cadenas televisivas. Una nueva estrategia de conquista, que sustituye la represión por la manipulación de cerebros. Técnicamente fue así: A chávez no lo derrocaron los militares. Lo destituyeron los medios masivos de comunicación. Principalmente las grandes cadenas de radio y televisión de Venezuela. Lo de Chavez, no puede ni siquiera ser comparado con el golpe militar contra Salvador Allende en Chile. Allí se hizo el clásico golpe de Estado al estilo setentistista. Con el establishment económico saboteando al gobierno, y la sociedad derechista esperando códomamente los resultados en su casa. Los ejecutores y actores principales del golpe, no fueron los medios de comunicación. fueron los militares pinochetistas, ideologizados en la doctrina de seguridad nacional, y armados y entrenados por Washington, quienes desataron una violencia sin limites con miles de muertos y desaparecidos. En Venezuela se puso en marcha un módulo experimental de Golpe de Estado, casi ascéptico, con un mínimo costo de víctimas civiles, y sin ninguna exposición represiva del aparato militar. A Chavez no lo voltearon con tanques ni fusiles. Lo voltearon con imágenes, movilizaciones y palabras descalificadoras y amenazantes. Su destitución fue, estadísticamente, el primer golpe de Estado mediático en Latinoamérica. Hubo un precedente tibio, con el derrocamiento del presidente Cubas, en Paraguay. Pero lo de Chávez, sin ninguna duda redondea aquella idea de que, los ejércitos represores de la ex doctrina de seguridad nacional del 70, fueron reemplazados por cámaras, micrófonos y diarios subordinados a a la estrategia del capitalismo liderado por Estados Unidos. Los nuevos "ejércitos sin fusiles" de Washington. Los militares venezolanos, consiguieron la rendición de Chávez y sus seguidores, sin disparar un solo tiro. Lo vencieron con proclamas, simulacros de golpe latente, apelaciones a la "solidaridad" del pueblo contra la dictadura de Chávez, en un contexto de insurrección estudiado y diseñado para el consumo mediático, tanto de opositores como de partidarios del ex presidente. Los medios, particularmente las cadenas televisivas, mostraban las movilizaciones contra Chavez como "protestas" opositoras, y a los actos de apoyo a Chávez como turbas o "banda de maleantes". Trabajaron con una estrategia de doble vía: desmoralizar y aislar al "chavismo", y potenciar como una "mayoría abrumante" a sus opositores. Los medios del sistema, arrasaron con los bastiones de apoyo a Chávez, los debilitaron y vaciaron de legitimidad social, y prepararon el desenlace con los militares golpistas anunciando el fin de la Revolución Bolivariana por televisión. Se terminaron las "marchitas", los comunicados castrenses, y los tanques marchando amenazantes por las calles. Los militares y sus tropas, ni siquiera se movieron de sus cuarteles. El capítulo, o la escena final, se resolvió con el jefe del Ejército, rodeado por oficiales superiores, diciéndole a Chávez: "Esto no es un golpe de Estado, no es una insubordinación: es una solidaridad con el pueblo venezolano. Chávez, le fui fiel hasta el final, le serví hasta esta tarde, pero los muertos de hoy no se pueden tolerar". El golpe de Estado, al igual que una telenovela venezolana, había llegado al final de la misma manera que comenzó: mediáticamente y con un desenlace feliz La CIA trabajó con precisión de relojero. 10 muertos, 47 heridos, habría costado el enfrentamiento armado entre partidarios del Presidente y núcleos opositores. Los que luego atribuyeron los muertos y heridos al accionar de francotiradores del Gobierno. Curiosamente, y como confirmaron las propias autoridades de los hospitales, la mayoría de los muertos y heridos provino de las filas del "chavismo", incluído el chofer del ex vicepresidente, Diosdado Cabello,muerto con un disparo en la frente. Los mismos medios golpistas, trazaron una falsa analogía entre el golpe de Estado mediático que destituyó a Chávez, y El Caracazo de 1989. El Caracazo fue una rebelíón popular, protagonizada por las capas más pobres de la población, contra un ajuste concretado por el presidente títere, Carlos Andrés Pérez. Los más de 1000 muertos que arrojó, no fueron producto de un enfrentamiento entre grupos civiles, sino el resultado de una brutal represión policial. Los que hicieron el Caracazo de ayer fueron las clases pudientes, el estalismenth empresarial, y un sindicalismo cómplice, nucleados y representados por las grandes cadenas de radio y televisión. El denominado "río humano" contra Chávez, eran unas 50.000 personas, que venían del acomodado este de la ciudad, a las que los medios conviertieron, sin ninguna contrainformación, en 2 millones de personas. Alineamiento con Cuba e Irak, oposición al Plan Colombia, defensa del Mercosur, oposición crítica al ALCA, defensa de los precios del petróleo en la OPEP, fueron algunas razones de peso para que Washington y los Bush consideraran a Chávez un "dictador proclive al terrorismo internacional", y le enviaran a la CIA para derrocarlo con los medios de comunicación. Pero como siempre, y como sucedió en la Guerra del Golfo, detrás de las "razones de Estado" de Papá Bush y su prole, siempre está el petróleo y las corporaciones norteamericanas del ramo. Detrás del derrocamiento de Chávez hay un objetivo central: privatización de Petróleos de Venezuela (PDVSA), la corporación latinoamericana más grande en su ramo y la fuente de la mitad del presupuesto estatal. La idea es convertirla en una floreciente empresa de capitales norteamericanos cotizantes en Wall Stret.

Y sin disparar un solo misil de 1.200 mil dólares de costo por unidad. Solo una batalla mediática ganada por la CNN y sus repetidoras de las cadenas televisivas venezolanas. negocio redondo. Un negocio, que obviamente, piensan repetir en países como la Argentina. Si tienen alguna duda, sigan de cerca la incursión de Macri y de la "nueva derecha" en el negocio televisivo. ¿Para que necesitan a los militares?