www.jornada.unam.mx30 de diciembre de 2006
Gloria Muñoz Ramírez
Este fin de año se reúne parte del mundo subterráneo en Oventic, una de las cinco zonas autónomas zapatistas. Los de abajo del planeta, los rebeldes, los que resisten y no se conforman se encontrarán en la nublada zona de los Altos de Chiapas para escuchar por primera vez una exposición global del trabajo autónomo que desarrollan los pueblos del EZLN desde 1994 (que en 2003 se formalizó en las juntas de buen gobierno).
Desde el Encuentro por la Humanidad y contra el Neoliberalismo de 1996 (el primer Intergaláctico), los zapatistas no convocaban a una reunión internacional en su territorio, aunque sus iniciativas han tenido una importante presencia de personas de otras naciones y se han desarrollado diversas iniciativas con influencia zapatista en muchas regiones del planeta.
El encuentro de los zapatistas y el mundo (del 30 de diciembre al 2 de enero) no tiene precedente. No es una nueva edición del Intergaláctico ni una reunión previa al próximo Encuentro contra el Neoliberalismo. Los zapatistas despedirán el año y celebrarán el treceavo aniversario de su levantamiento exponiendo al mundo la cotidianidad de la construcción de su autonomía. Los protagonistas son hombres y mujeres que día a día crean una clínica, una escuela autónoma, una cooperativa de mujeres, un proyecto de video, un taller de agroecología... una brecha y un horizonte.
Al caracol de Oventic han empezado a llegar activistas de más de 30 países: granjeros del sur de Estados Unidos pertenecientes a Vía Campesina; jóvenes italianos de Refundación Comunista; estudiantes argentinos; anarquistas chilenos; medios alternativos de Austria, Alemania, Francia, Argentina y Venezuela; colectivos de mujeres; grupos de artistas, y gente de la cultura de España. Llegaron también activistas de Canadá, Noruega, Suiza, Guatemala, Nicaragua, Costa Rica y una buena cantidad de chicanos y mexicanos que viven al norte del río Bravo.
Del mundo de abajo de México llegan delegaciones de la comunidad indígena de Mezcala, Jalisco; del Movimiento Agrario Indígena Zapatista; purépechas de Michoacán; del Consejo Indígena Popular de Oaxaca; pueblos indígenas nahuas del sur de Veracruz y otras delegaciones del Congreso Nacional Indígena, además de activistas y luchadores de todo el país pertenecientes a la iniciativa política de la otra campaña.
Trece años después del amanecer armado de 1994 los y las zapatistas siguen mostrando su nada fácil recorrido, sus errores y tropiezos. Expondrán, más que una teoría, una práctica concreta: el diario caminar de decenas de miles de hombres y mujeres que por más de 20 años han desafiado al mundo de arriba.
"No somos ejemplo, sólo trataremos de mostrar lo que estamos haciendo con mucho problema, pero con muchas ganas de construir otro mundo, uno donde el que mande, mande obedeciendo", dice el teniente coronel Moisés en la convocatoria. El caracol de Oventic está listo. Miles de tzoztiles preparan la recepción. Las otras historias ya están llegando