13 de enero del 2004
Los organizadores de la Cumbre Interamericana en Monterrey, México, se han propuesto hacer la reunión impenetrable para manifestaciones de protesta, pero estas, según se ha informado, pueden ser tan numerosas que brindarán dos tazas de su caldo a quienes no desean ninguna.
Según fuentes de prensa en la ciudad norteña mexicana, las calles en torno a los grandes hoteles, y especialmente el centro de convenciones, sede del encuentro, están clausuradas al público.
La policía ha utilizado planchas de acero de tres metros de alto para bloquear los lugares mencionados, especialmente para que los asistentes -el presidente norteamericano, George W. Bush, y los mandatarios latinoamericanos, excepto Cuba, vetada por Washington- no vean el descontento que, paralelamente, se ha desplegado por la localidad.
Los tres mil 500 agentes dispuestos en Monterrey se dedicaron el fin de semana a vigilar a agrupaciones contra el ALCA, el neoliberalismo, el FMI y el Banco Mundial cuyos miembros han llegado durante las últimas horas. Un cálculo muy conservador las sitúa ahora en un número de alrededor de cinco mil personas.
La Cuarta conferencia de las Américas -la primera fue alentada en 1994 por Washington y por tanto se celebró en Miami, Florida- tiene tres puntos en su agenda, y es de carácter extraordinario.
Y aunque tiene tres puntos, la agencia norteamericana AP dijo que, paradójicamente, los delegados que preparan una declaración final, no se pusieron de acuerdo en "cuatro puntos", uno de ellos relacionado con el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), generadora precisamente de las cumbres.
Los redactores, dirigidos por sus respectivos gobiernos, siguen peleando en torno al proyecto, inventado también por Estados Unidos, y rechazado en muchos de sus aspectos por países como Brasil y Argentina, y en todos por Venezuela.
Más radicales aún, los grupos que quieren protestar en las calles de Monterrey mañana y el miércoles, no quieren que el ALCA se instaure como está proyectado en enero de 2005 ni nunca porque estiman que llegará para acabar con la independencia latinoamericana.
La agenda de Monterrey contempla además aspectos sobre las sanciones que se aplicarán a países cuyos gobiernos sean probadamente corruptos, asuntos acerca de las remesas de dinero de los emigrantes a sus países de origen, y la creación de un fondo de ayuda de emergencia a naciones en apuros, que realmente son todas.
El Consenso de Nuevo León, tal como se llamará esta vez el comunicado final, es "peleado" en estos momentos y por tanto, las protestas no son solo fuera del recinto de la cumbre sino dentro del mismo.
Los portavoces de la conferencia dijeron que los análisis de esta se centrarán, de esta manera, en el estímulo al crecimiento económico y reducción de la pobreza; promoción del buen gobierno y lucha contra la corrupción, e inversión en el progreso de la población.
Afuera, los manifestantes agregarán el rechazo total al ALCA y la exclusión de Cuba de la misma.
"El tema de Cuba no está en este proceso (de la cumbre); no ha habido mención ni tampoco lo han llevado a la mesa los representantes de Argentina o Venezuela", dijo al respecto Irene Klinger, secretaria ejecutiva de la Secretaría de Cumbres, entidad que organiza este tipo de reuniones.
Pero Cuba ha sido el motivo de ácidas críticas contra Argentina principalmente, lanzadas por el subsecretario de estado norteamericano Roger Noriega la semana pasada y recibidas por el gobierno del presidente Néstor Kirchner con gran enojo y repudio.
El propio Kirchner, en un discurso la semana pasada en Buenos Aires, comparó su encuentro programado para la cumbre con Bush con un match de boxeo en el cual dará nockout a su rival de la Casa Blanca. Ello constituyó solo una parte de la repuesta argentina a Noriega.
Mientras tanto, organizaciones sociales mexicanas anunciaron que estarán en la Cumbre de las Américas en Monterrey desde hoy lunes, para llevar a cabo manifestaciones y actos de solidaridad con los cubanos.
El sábado se llevó a cabo en Monterrey el Foro Social Civil, donde organizaciones de la Alianza Social Continental y Organizaciones No Gubernamentales hicieron además un balance de los logros y retrocesos de estos movimientos, y apoyaron a Cuba.
"Como latinoamericanos y caribeños rechazamos a Bush y consideramos que su visita (a México) no es grata, pues representa un modelo imperial que subordina el desarrollo de los pueblos de la región, al imponerles políticas de miseria, violencia y bloqueo", dijo un documento que circula en Monterrey gracias a esas organizaciones.