La validez de la comisión de la verdad en Perú
Agosto-Setiembre del 2001
El Movimiento Revolucionario
Tupac Amarú (MRTA), frente a la conformación de la llamada
Comisión de la Verdad, se dirige a nuestro pueblo, a las organizaciones
defensoras de los derechos humanos, a las organizaciones sociales y sindicales,
a las organizaciones políticas y de solidaridad, para expresar
lo siguiente:
1.-
La paz es una aspiración de la humanidad y de nuestro pueblo; pero
la paz no puede hallarse donde la equidad y la justicia no impere.
Por esa razón
el MRTA a manifestado reiteradamente que: Sin justicia social, no habrá
paz.
2.-
Para las clases dominantes y las Fuerzas Armadas y Policiales, las
llamadas fuerzas de seguridad, la paz es la aceptación del orden
imperante y la conculcación del derecho a reclamar ante cualquier
injusticia.
3.-
Es evidente que existen dos concepciones sobre la paz, una basada en la
búsqueda de la justicia social y la otra basada en la imposición
de la injusticia social, la opresión y explotación.
4.-
Bajo la lógica de paz que enarbolan los defensores del status quo;
la justicia, la dignidad, la igualdad y los derechos humanos devendrán
en subversivos.
5.-
La permanente agresión contra nuestro pueblo cuando este reclama
el derecho a un trabajo y una vida digna, educación, salud y vivienda
hicieron necesario una respuesta organizada a la violencia estructural
real y física que se manifestaba en brutales palizas cuando
no éramos abaleados indiscriminadamente. Hombres ,mujeres y niños
que desarmados y en forma pacifica reclamábamos nuestros
derechos fuimos objetos de violentas represiones, por lo que cansados de
tanta violencia, decidimos responder a esa violencia con el mismo lenguaje
que ellos, las fuerzas de seguridad usaban contra nuestro pueblo.
6.-
La existencia de un movimiento insurgente, no solo se da como resultado
de la necesidad de responder con el lenguaje que el estado
usa para reprimir a nuestro pueblo, sino que este se da en el marco del
legitimo derecho a la defensa que tienen los individuos y el derecho
que tiene los pueblos a revelarse contra un régimen autoritario
que no defienda ni satisfaga los derechos del pueblo. El Derecho
a la Insurgencia esta consagrado en la Constitución Política
del 79 y que incluso recoge la constitución espuria del 93.
7.-
Este es el marco general que da origen a lo que en el Perú se a
dado por denominar violencia política, y que se desarrolla
como una guerra interna; la misma que están enmarcadas en
el cumplimiento de determinadas leyes especificas que están consagradas
en la Convención de Ginebra y de manera específica en el
Protocolo Adicional del 79, referentes a los conflictos internos, el cual
a sido subscrito y ratificado por el Perú por tanto es de
obligado cumplimiento.
8.-
En el contexto de esta guerra interna se han sucedido hechos que contravienen
derechos consagrados en la constitución política del país
así como de Pactos y Convenios Internacionales que el Perú
a suscrito en materia de derechos humanos, procedimientos penales e
independencia del poder judicial, sistema penitenciario y tratamiento de
prisioneros de guerra y presos políticos así como prevención
y prescripción de la tortura.
9.-
Estas violaciones van desde las detenciones arbitrarias, torturas, ejecuciones
extrajudiciales, desaparición forzada, genocidio contra la población
civil no combatiente, perpetrados en las llamadas zonas de emergencia
bajo control de las fuerzas de seguridad y que hasta hoy permanecen
sin esclarecer ni responsabilizar y mucho menos sancionar a los culpables
de estos delitos.
10.-
Estos hechos deben ser investigados para así evitar se vuelvan a
repetir en el futuro y para que la impunidad no proteja a los causantes
de tanta muerte y dolor de nuestro pueblo. Esta es la tarea que la
llamada comisión de la verdad esta encargada de realizar.
Los tupacamaristas
debemos llamar la atención sobre algunos hechos que despiertan serias
dudas sobre la imparcialidad , objetividad y los verdaderos fines
y objetivos de esta comisión.
*
En primer lugar, se ha negado la posibilidad de participación de
juristas, defensores de los DDHH u otras personalidades cuya nacionalidad
no sea peruana, cuya imparcialidad y objetividad pueda garantizarse.
*
En segundo lugar, esta comisión ha sido conformada sin tener en
cuenta la participación de importantes sectores sociales y
sus organizaciones representativas.
*
En tercer lugar, esta comisión esta integrada por personas que no
cumplen el mínimo de independencia e imparcialidad, requisito indispensable
para evaluar los acontecimientos con objetividad. No podemos dejar de señalar
la trayectoria de los señores Bernales y De Gregori quienes han
representado al gobierno de Alberto Fujimori en foros internacionales o
la del Sr. Tapia, quien asumió la cerrada defensa de la política
psicosocial del gobierno dictatorial y del honor de los militares comprometidos
seriamente en acciones de violación de los mas elementales derechos
humanos. Sin hablar ya de la presencia de la incondicional fujimorista
Beatriz Merino. Por si esto fuera poco, la comisión a empezado por
afirmar que se investigaran la violencia terrorista y los excesos de las
fuerzas de seguridad con lo que es evidente que niegan la existencia del
terrorismo de estado, la existencia de escuadrones de la muerte y
la impunidad con la que actuaron al amparo del gobierno fujimorista
y el estado peruano.
Los tupacamaristas, conscientes de la necesidad que tiene nuestro pueblo de la paz con justicia social, no podemos dejar de señalar que este tiene el derecho de conocer con objetividad los hechos y acciones ocurridos durante estas dos décadas de guerra interna y por elemental justicia, los responsables de tanta muerte y miseria de nuestro pueblo deben ser juzgados para escarnio de quienes pretendan volver a imponerse por la fuerza y contra la voluntad popular.
Los tupacamaristas
no podemos aceptar ni dejar de denunciar el verdadero fin con el
que se a creado a la llamada comisión de la verdad el cual estamos
seguros tiene como única función la de criminalizar la resistencia
del pueblo y su derecho a la Insurgencia el cual ya a sido calificado de
terrorismo; en tanto que el accionar de las fuerzas de seguridad son benignamente
tipificadas de excesos. Con esto se justifica las aberrantes leyes de venganza
contra los luchadores sociales, las cárceles de exterminio y la
amnistía otorgada a los mas de 1500 miembros de las fuerzas
de seguridad, probadamente violadores de derechos humanos, torturas, desapariciones,
ejecuciones extrajudiciales y genocidio, quienes han vuelto a ser admitidos
al servicio activo.
Es evidente que lo
que se pretende es lavar la deteriorada imagen del estado peruano así
como de sus instituciones armadas. Fuerzas armadas y policiales comprometidas
con crímenes de lesa humanidad, corrupción, trafico no solo
de influencias sino también de armas y drogas.
Esta comisión
pretende borrar la memoria histórica de nuestro pueblo, para cubrir
con el manto de la impunidad sus crímenes.
En nuestro país
cualquier esfuerzo en la búsqueda de la paz no puede darse sobre
la base de la impunidad, sobre la base del mantenimiento de las desigualdades
sociales y sin esclarecer los crímenes perpetrados contra nuestro
pueblo, por lo que el MRTA se reafirma en la propuesta de paz con justicia
social y en esa dinámica nos comprometemos con la búsqueda
de la verdad de lo acontecido durante las dos décadas de guerra
interna, guerra que a dejado mas de 30 mil muertos, cientos de miles de
hombres y mujeres torturados, más de 5 mil desaparecidos en el Perú.
El MRTA llama a nuestro
pueblo, a la militancia tupacamarista y a los sectores progresistas y humanitarios
de nuestro pueblo a no hacerse eco de esta nueva farsa de Comisión
de la Verdad, cuyo único objetivo como lo explicamos líneas
arriba es consagrar la impunidad y lavarle la cara a un sistema decrépito
que no tiene voluntad política para cambiar mínimamente esta
situación y que sin la menor vergüenza se apresta a justificar
los crímenes de la dictadura en los últimos 10 años
y los de las FFAA en los últimos 20, para no hablar de toda nuestra
historia republicana, plagada de múltiples crímenes,
que han tenido la misma motivación: mantener un sistema económico
y social que sólo favorece a un reducido número de familias
"dueñas del Perú", ligados a los intereses transnacionales.
El MRTA considera
que solo el pueblo organizado en el poder garantizara la formación
de una verdadera comisión de la verdad, que investigue con imparcialidad
y objetividad este periodo de nuestra historia.
El MRTA convoca a
nuestro pueblo a seguir fortaleciendo sus organizaciones autónomas
de base y seguir luchando por una sociedad donde la impunidad, la opresión
y la explotación solo sean un mal recuerdo del pasado.
¡NO
A LA FARSA DE COMISION DE LA VERDAD!
¡SIN
LUCHAS NO HAY VICTORIAS!
¡TUPAC
AMARU VIVE Y VENCERA!
DIRECCION
NACIONAL DEL MRTA