Comunicado de los presos políticos del penal de Yanamayo
Diciembre 2000
Manifiesto al pueblo peruano:
Otro crimen de guerra
cometido por Fujimori, Mortecinos y Hermosa Ríos sale a la luz estremeciendo
al pueblo peruano y a la comunidad internacional.
El ex diplomático
japonés Hitaka Ogura a denunciando ante la prensa nacional e internacional,
el asesinato de nuestros compañeros Lucinda Vioslaba, Eduardo Cruz
Sánchez y otro no identificado.
Aquel 22 de abril
del año 1997, cuando las fuerzas represivas ingresaron a la residencia
del embajador del Japón. El ex funcionario a declarado que vio vivos
y amarrados a nuestros compañeros y posteriormente por la prensa
se enteró de que no hubo sobrevivientes. Obviamente nuestros hermanos
fueron asesinados a sangre fría. El ex diplomático declaró
que hizo la denuncia de este crimen ante los representantes del gobierno
peruano y de su gobierno, quienes ocultaron estos hechos, por lo que en
actitud digna renuncio a su función diplomática.
En su denuncia ratifica
que, existen otros testigos de estos hechos, entre los que estuvieron retenidos
en la residencia, quienes deberían tener la integridad moral de
no seguir ocultando estos crímenes.
Los que ordenaron
ese crimen, fueron los hoy fugitivos de la justicia: Fujimori, Montecinos
y el ex general Hermosa Ríos.
Contraria fue la actitud
de nuestro compañero Comandante Nestor Cerpa Cartolini y de los
combatientes Tupacamaristas que supieron respetar las leyes de la guerra
y respetaron la integridad física de los retenidos aun a riesgo
de su propia vida. El humanismo que caracteriza a los revolucionarios
Tupacamaristas quedo demostrado nítidamente ese 22 de abril del
1997.
Por
lo expuesto exigimos a los representantes del gobierno peruano que:
1.-
Denuncie ante los organismos competentes a nivel nacional e internacional
a los responsables de este crimen.
2.-
Clausure
la prisión militar a cargo de la marina de guerra del Perú
en cuyas celdas están recluidos civiles, quienes deben ser trasladados
a prisiones bajo la juridicción del Ministro de Justicia. Nuestros
compañeros Víctor Polay Campos, Peter Cárdenas Schultz
y Miguel Rincón Rincón se encuentran enterrados en vida en
esta prisión militar, aislados, sin poder comunicarse entre ellos
,ocupando celdas oscuras con salidas al patio por tiempos reducidos, recibiendo
visitas familiares mediante un locutorio infame y con restricciones para
la lectura , el trabajo y otras actividades fundamentales a todo ser humano.
Estos hechos constituyen flagrantes violaciones a los derechos humanos
y son formas de permanentes torturas físicas y sicológicas
institucionalizadas por la dictadura.
3.-
Se cumplan las recomendaciones de la comisión de Derechos Humanos
de las Naciones Unidas y se cierren las cárceles de Yanamayo y Challapalca.
Seria un mal precedente que un ex Secretario de las Naciones Unidas como
el Sr. Javier Pérez de Cuellar no cumpla con recomendaciones de
un organismo como la ONU. Recomendaciones hechas en tanto estas prisiones
transgreden Tratados Internaciones sobre tratamiento de presos políticos
y prisioneros de guerra, estipulados en la carta de las Naciones Unidas
y en la Convención de Ginebra y sus protocolos adicionales del cual
el Estado peruano es parte.
Estas prisiones constituyen
además una sanción para nuestros familiares quienes tiene
que realizar largos y penosos viajes, sufrir los agravios de los carceleros,
las inclemencias de la altura y el clima para poder vernos por breves
instantes. Realizando ingentes gastos económicos en medio de la
crisis.
4.-
Las Leyes y demás normas dictadas por el régimen de facto
después del 5 de abril del 1992 sean revisadas a la luz del derecho
internacional y la Constitución del 1979.
La totalidad de presos
políticos hemos sido juzgados por tribunales militares y civiles
de jueces sin rostro, sin garantías procesales ni derecho a la defensa,
así mismo el régimen penitenciario no cumple ningún
requisito de respeto a nuestra condición de seres humanos, ni los
convenios internacionales sobre tratamiento de presos políticos
y prisioneros de guerra, nuestras condiciones de encierro obedecieron a
un espíritu de cobarde venganza del régimen fujimorista por
resistir y oponernos a su régimen de terror y seria un baldón
para este régimen democrático, permitir que continúe
este trato inhumano y atentatorio contra la dignidad de la persona y que
viola Convenios y Pactos Internacionales en materia de Derechos Humanos.
Finalmente, queremos
señalar que el MRTA declaro después del 5 de abril del 1992,
que en el Perú se abría una época nefasta para el
pueblo al instaurarse una dictadura cívico militar en tanto que
corrupción y dictadura son complementarias, la historia nos a dado
la razón para mal de nuestro pueblo que se ha visto sumergido en
la creciente pobreza, desempleo y recesión generalizada. La defensa
de los derechos conculcados de nuestro pueblo a sido y es la razón
de nuestra lucha y mal haría este gobierno que se proclama democrático
en mantener Leyes de oprobio dictadas por un régimen de facto y
por criminales como Alberto Fujimori, Vladimiro Mortecinos y Nicolás
Hermosa Rios y sus secuaces. El actual gobierno tiene la obligación
moral de subsanar estos aberrantes hechos y encausar al país por
el camino del respeto a la Constitución política del 1979
y el pleno respeto a los convenios nacionales e internacionales que sobre
materia de derechos humanos el Perú como nación a suscrito
y ratificado.
Esta en manos de este
gobierno resolver estos planteamientos que son de elemental justicia, ética
y moral de quienes no estan comprometidos con el regimen de facto, corrupto
y criminal como el de Fujimori y sus secuaces.
¡¡¡Ni olvido ni perdón a los criminales de guerra!!!
¡¡¡Fujimori, Hermosa y Montesinos los mismos asesinos!!!
¡¡¡Sin justicia social no habrá paz!!!
¡¡¡Colectivo
de dirección de los presos políticos del Movimiento Revolucionario
Tupac Amaru (MRTA)!!!