En cualquier caso ha de condenarse como una atrocidad bárbara
e inhumana, contraria al derecho de gentes y a los principios de la civilización,
el recurso a bombardeos desde el aire, vayan o no dirigidos contra las
poblaciones civiles (aunque, por supuesto, la vulneración de los
principios jurídico-internacionales y de las normas de humanización
de la guerra es mucho mayor, y más injustificable, cuando se victimiza
a poblaciones civiles, ya sea matando a civiles, ya sea destruyendo casas,
fábricas de productos necesarios para la vida de la gente, carreteras,
instalaciones de abastecimiento de agua, electricidad u otros recursos
de primera necesidad).
No hay, por otro lado, en el derecho internacional nada en lo que basar
una imposición a Serbia o a Yugoslavia de ningún ordenamiento
político referente a Kosovo. Kosovo es una parte integrante de Serbia
(por lo tanto, de Yugoslavia), careciendo de justificación --desde
el punto de vista del derecho internacional-- dictar a ese país
qué haya de hacerse o dejarse de hacer en esa parte de su territorio.
Cualquiera que sepa atar cabos sacará fácilmente la conclusión
de que lo que quiere la NATO es desgajar de Yugoslavia a la comarca de
Kosovo en una secuencia de pasos: primero, imponiendo una autogobierno
que sólo nominalmente conserve la soberanía yugoslava; y,
segundo, ocupando el territorio con tropas foráneas que amparen
al separatismo albano-kosovar.
Por qué? Sin duda la razón principal es que lo exige
Alemania, que fue con su aliada Austria la potencia cuyos intereses balcánicos
salieron perdiendo con las victorias serbias de 1913 y de 1918. Sin duda
hay más razones. Una de ellas puede ser el hecho de que el régimen
serbio conserva aún una política de socialismo, aunque sea
muy poco (si bien en este punto lo tal vez inquietante para los poderes
capitalistas sea la influencia del laborismo populosa del partido que encabeza
la esposa del líder serbio, y un resto de influencia comunista que
podría cobrar mayor ascendiente llegado el caso), al paso que las
repúblicas ya desgajadas de Eslovenia, Croacia, Bosnia y Macedonia
están sólidamente en manos del círculos dirigentes
de confianza, con un sistema capitalista sólido y estable.
Seguramente la razón más fuerte es que el régimen
serbio los ha desafiado; y ahora se trata, no ya de doblegar a quienes
digan `íNo!' al despótico dictado imperialista, sino de destruirlos,
para que se extirpe cualquier veleidad de desobediencia por parte de cualesquiera
dirigentes de países del tercer mundo.
La guerra contra Yugoslavia es, así, una guerra de terror contra
los pueblos del planeta; una amenaza, una advertencia a los dirigentes
eventualmente desobedientes del tercer mundo.
En qué países se cometen injusticias? (O sea: Een qué
países se conculcan al menos algunos derechos humanos?) En todos
los países. Pero en unos más y en otros menos.
Qué lugar le corresponde en esa escala a Yugoslavia? No lo sabemos,
ni desde luego lo saben los gacetilleros a sueldo de los poderes fácticos
que ensalzan los bombardeos y todas las crueldades del sistema capitalista.
Hasta donde alcanza nuestra información, el lugar de Yugoslavia
no es ni mucho menos uno de los que hagan destacarse a ese país,
ni para bien ni para mal. Lo que tendrían que hacer si quisieran
genuinamente convencernos de que esa motivación es algo más
que un mero pretexto es suministrar una estadística fiable (citando
fuentes) que arroje como resultado que el país al que quieren atacar
merece --en lo tocante a perpetración de injusticias (o sea, a violación
de derechos humanos)-- una nota sensiblemente inferior a la de los demás
países, y sobre todo sensiblemente inferior a la de sus amigos,
aliados y lacayos. Y es Usa una tarea imposible, porque sencillamente es
falso.
Mas, sea de ello como fuere, el derecho de autodeterminación
de los pueblos que reconoce el derecho internacional no significa en modo
alguno un derecho a la separación ni al autogobierno de las partes
únicamente peculiares del territorio de cualquier estado.
Y, al margen de lo jurídico, en lo moral y político habrá
que atribuir un valor u otro a aspiraciones de esa Índole según
las particularidades del caso, según parámetros como los
siguientes: qué posibilidades haya de que las poblaciones alcancen
una vida digna y holgada por unas vías u otras; qué base
geográfica, histórica o lingüística tenga la
unión estatal existente; cuáles caminos sean más conducentes
a la armonía y concordia entre los pueblos.
Hay hoy muchos conflictos armados en el planeta surgidos de aspiraciones
irredentistas o separatistas: en la Casamancia senegalesa, en partes de
Namibia, de Angola (Cabinda), en las comarcas tamiles de Ceilán,
en varias partes de la India, así como entre los curdos; para no
hablar ya de los conflictos de esa Índole en la Vasconia española,
en Crcega, en el Tirol del sur (anexionado a Italia en 1919), en Bretaña,
etc.
Según en qué momentos, unos de esos conflictos están
a veces más candentes, otros menos. Mas son de iguales características,
en lo fundamental (aunque con diferencias de grado).
Que las potencias imperialistas de la NATO no actúan por el
respeto a un principio de autodeterminación o de autogobierno de
las comarcas únicamente diferenciadas (derecho que no existe y que
nadie pretende que exista) lo deja bien claro el que ellas en sus respectivos
territorios no reconocen ese derecho. Hay que mencionar cómo Francia
ha rehusado ese derecho a la Alsacia germánica, a Crcega, a la Bretaña,
a las comarcas flamencas en torno a Dunquerque, a las del país Vasco,
etc., y ha practicado una política asimilacionista a ultranza, no
tolerando ni siquiera la enseñanza elemental en las respectivas
lenguas maternas. Esas mismas potencias ayudan a que Turquía trate
como lo hace a la minoría nacional curda, que es mayoritaria en
una extensa parte del territorio del Este anatlico.
Menos todavía admiten los países de la NATO que, cuando
haya surgido un conflicto separatista en sus territorios, se les imponga
--en detrimento de su soberanía-- la presencia de tropas extranjeras
dizque pacificadoras.
Como lo dijo acertadamente la gran pensadora comunista Rosa Luxemburgo,
los intereses de la clase obrera y de las masas populares no estriban en
determinar por dónde pasarán las fronteras, ni menos en dedicarse
a modificar o rectificar las fronteras existentes; sino que, aun orientándonos
a la eliminación lo más pronta posible de las fronteras,
es más razonable que en general dejemos las fronteras como están.
(Rosa Luxemburgo pudo cometer el error de tomar ese principio demasiado
a rajatabla y sin flexibilidad; mas había en su actitud un elemento
de razón que hoy, con la experiencia de estos decenios, es preciso
reconocer. Si la posición de Rosa Luxemburgo era unilateral y exagerada,
tampoco era perfecta la defensa en general del principio de autodeterminación,
un principio que a menudo resulta inviable y cuya implementación
conduce a más problemas y dificultades de los que puede solventar).
A este respecto es de señalar la debilidad de la posición
de países como España que se enfrentan a reclamaciones irredentistas
internas en regiones con particularidades lingüísticas más
o menos acusadas. Al secundar esta agresión antiyugoslava, un gobierno
como el español está socavando los propios intereses nacionales
que dice representar y defender; en este caso, está colaborando
al mayor poder de los enemigos seculares e históricos de su Patria,
y está propiciando una situación en la cual, si un día
España volviera a ser una República --y previsiblemente tuviera,
así, un régimen político que no fuera del gusto de
los mandamases de Washington, Londres y Berlín--, podrían
las ciudades españolas ser bombardeadas impunemente por aviones
de la NATO para imponer un desgarramiento de facto de las regiones septentrionales
más ricas.
La NATO parte del principio de que el fin justifica los medios. Qué
mal han hecho --aun desde la óptica de la propaganda bélica
atlantista-- las víctimas de los bombardeos? Qué juez, qué
jurado los han juzgado o condenado?
Qué posibilidades se les han dado de defender su causa? Qué
presunción de inocencia se ha respetado? Qué mal han cometido
las personas que dejan como viudos y huérfanos? En qué difieren
esos bombardeos de una oleada de explosiones terroristas, sólo que
efectuada con casi total impunidad, con medios infinitamente superiores
a los del terrorista privado y con los ingentes recursos de los estados
más ricos del planeta?
ESPAÐA ROJA