Mesa y Goni: eran otros tiempos; hoy, los dos líderes políticos están alejados
La Prensa La Paz - Bolivia Edición de Octubre 17, 2003
CONFLICTOS
Sánchez dice que un gobierno del Vicepresidente sería "débil y peligroso"
Mesa y Goni: eran otros tiempos; hoy, los dos líderes políticos están alejados
El vicepresidente Carlos Mesa apostó ayer por la neutralidad en el conflicto social que vive el país, al ratificar su distanciamiento del gobierno -porque no tiene "el valor de matar"-, y al pedir que no lo utilicen como "instrumento ni bandera de ningún grupo".
El segundo mandatario apareció por segunda vez desde que anunciara su determinación de alejarse de la administración Sánchez de Lozada, sin renunciar a su cargo, debido a las acciones de violencia ordenadas por el gobierno, que dieron como resultado alrededor de 70 muertos.
¿Por qué reapareció ante la opinión pública? Gente de su entorno explicó que la autoridad no podía estar ausente en un momento tan grave como el que vive el país. De manera coincidente, horas después del mensaje, el ministro de Defensa, Carlos Sánchez Berzaín, indicó que una probable presidencia de Carlos Mesa "sería muy débil y peligrosa para el país".
Mesa no es militante del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), con el que llegó a la Vicepresidencia , y ha discrepado con varias de las acciones gubernamentales.
Las exigencias de renuncia de Gonzalo Sánchez de Lozada han abierto la posibilidad de que Carlos Mesa pase a ocupar la primera magistratura del país, alternativa de la que no han querido siquiera comentar los dirigentes de los partidos que conforman la coalición oficialista.
En busca del justo medio
"Ni estoy con la filosofía de que la razón de Estado justifica la muerte, ni estoy con la filosofía de los instrumentos y las banderas radicales que pretenden que llegó el momento de destruirlo todo para construir una utopía que nadie sabe a dónde va, ni qué quiere", señaló el Vicepresidente en su mensaje de ayer, el cual comenzó con una pregunta que nadie supo aclarar de dónde provino.
"Me han preguntado si tengo el valor de matar, y mi respuesta es no, no tengo el valor de matar, ni tendré mañana el valor de matar. Por esa razón, es que es imposible pensar en mi retorno al gobierno, porque la defensa de los principios éticos, una visión moral y un concepto básico de defensa de la vida me impiden volver a formar parte del actual gobierno de la Nación", señaló.
Luego de distanciarse de Gonzalo Sánchez de Lozada, Carlos Mesa intenta también alejarse de quienes organizan las protestas sociales y lo proponen como futuro sucesor de la presidencia: "No soy ni seré instrumento ni bandera de ningún grupo, cuyos intereses hoy trascienden también los intereses de la patria".
Sin embargo, aclara que se mantiene firme en el puesto para el que fue elegido, el que mantiene intactas sus posibilidades de ser el Primer Mandatario de la Nación.
"Me mantengo firme como Vicepresidente de la República, en mi responsabilidad frente al país. Y en ese contexto, quiero decir también enfáticamente que no estoy dispuesto a servir como instrumento en un proceso creciente y peligroso de polarización de la sociedad boliviana", manifestó Mesa.
Para evitar esa polarización, el Vicepresidente propone afrontar los problemas que han llevado a la crisis por la que atraviesa el país.
"Si de verdad, unos y otros, queremos defender la vida; si de verdad, unos y otros, queremos decir ni un solo muerto más, no nos queda otra alternativa que establecer un acuerdo en el que no haya nada ni suficiente, ni insuficiente. Un acuerdo que nos obliga a ceder posiciones, un acuerdo que nos obliga a establecer los temas principales de la agenda del país que ya no pueden esperar ni un segundo más", destacó.
Silencio gubernamental
La administración Sánchez de Lozada guardó silencio respecto de la posición del Vicepresidente de la República.
El Primer Mandatario evitó referirse a la declaración durante una entrevista que concedió a CNN, en la que le hicieron ver la afirmación de su ex acompañante de fórmula.
Este periódico intentó conocer la versión del hasta anoche portavoz presidencial, Mauricio Antezana, quien tampoco atendió las insistentes llamadas a sus números telefónicos.
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