El Deber : Presidencia Asume Carlos Mesa; el país se pacifica
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El nuevo presidente de Bolivia, Carlos Mesa, ofreció ayer un mensaje conciliador al pueblo boliviano, al que pidió tiempo para que le permitan llevar a cabo la transición y superar la convulsión social del último mes.
El hasta ayer vicepresidente Carlos Mesa se convirtió en el sexagésimo cuarto presidente de la historia del país y el octavo desde la restauración de la democracia, en 1982.
Cambios. A las 21:40 de ayer juraba Mesa y casi a la misma hora Sánchez de Lozada alzaba vuelo rumbo a Miami. Hubo festejos en varias ciudades por la salida constitucional. Se fortalece la democracia
El Congreso boliviano logró salvar la sucesión constitucional al investir presidente a Mesa y cerró la crisis institucional originada por la renuncia de Gonzalo Sánchez de Lozada, quien aparentemente ha buscado refugio en Estados Unidos.
Pese a la convulsión social que ha sumido en el caos a este país durante el último mes, en el que se han producido más de setenta muertos, los legisladores lograron el consenso suficiente para designar nuevo mandatario a Mesa, tal y como establece el mandato constitucional.
El nuevo presidente, periodista de profesión, se comprometió a convocar elecciones generales tras una periodo de transición, para lo que pidió la colaboración de todo el pueblo.
Mesa admitió que "el Estado no puede dar hoy una respuesta eficiente y efectiva a todas las demandas legítimas del pueblo".
Por eso solicitó a los grupos que se manifiestan en las calles a que entiendan que es necesario primero la recomposición de "una estructura básica de funcionamiento" para poder comenzar "a analizar todas y cada una de las respuestas".
Además anunció que promoverá un referéndum vinculante sobre el criticado proyecto de venta de gas a Estados Unidos y México, detonante de la última crisis social.
"Mi gobierno tiene el desafío de responder al tema del gas y no puede responderse sin la participación del conjunto de los bolivianos y las bolivianas", precisó el nuevo mandatario ante los congresistas de su país.
Mesa prometió trabajar en un proyecto para modificar la Ley de Hidrocarburos y analizar el proceso de privatización parcial de las empresas estatales más importantes del país, efectuado desde 1995.
En su primer mensaje a la nación tras ser investido, el nuevo Jefe de Estado anunció que durante su gestión aceptará discutir un camino hacia la concreción de una nueva Constitución Política del Estado boliviano, a través de la Asamblea Constituyente.
Estas eran algunas de las principales exigencias de los líderes de las protestas que encabezaron el dirigente cocalero Evo Morales y el indígena Felipe Quispe.
Pese a que ambos apoyaron la sucesión de Carlos Mesa en la presidencia, hasta el momento no han desconvocado las movilizaciones que mantienen todavía paralizado al país.
La investidura de Mesa se produjo en una agitada sesión parlamentaria en la que previamente había sido aceptada la renuncia que Sánchez de Lozada presentó por carta, leída ante los legisladores presentes en la sesión extraordinaria.
El ex presidente, que partió anoche en un vuelo con destino a Miami, según fuentes de la línea aérea que lo transporta, emplazó al Legislativo a que se pronuncie sobre su renuncia, que calificó de un "funesto precedente para la democracia".
El ya ex presidente aseguró que la última revuelta social supuso "un cuadro de sedición que, con el pretexto de la venta de gas, violó la decencia de la democracia y utilizó esa bandera para rehusar el diálogo y buscar mi renuncia".
El contenido de la carta fue abucheado en repetidas ocasiones por los diputados de la oposición que obligaron a interrumpir una vez su lectura.
En el texto, el ex presidente se lamentó de que se le haya atribuido "responsabilidades por los problemas pasados y por la falta de soluciones" y aseguró que su renuncia "no solucionará los problemas".
Sánchez de Lozada emplazó al Congreso a que decida sobre su renuncia con la "convicción" de que "no puede ser retirado con mecanismos de presión y violencia, lo cual es un funesto precedente".
Advirtió además que, pese a su salida del gobierno, "los peligros sobre la patria siguen intactos" y entre ellos citó a "la desintegración nacional, el autoritarismo corporativo y sindical y la violencia fratricida".
El ex jefe de Estado, que permaneció en el poder sólo catorce meses de los cinco años para el cual fue elegido, viajaba la noche de este viernes a Miami, Estados Unidos, en compañía de sus familiares y de tres de sus ex colaboradores.
Miles de personas se congregaron hoy en el centro de La Paz, sede del gobierno de Bolivia, para celebrar la salida del ya ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, a quien el Congreso le aceptó la renuncia.
La céntrica Plaza San Francisco pasó en pocas horas de los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden a la alegría desbordante de millares de personas llegadas de diferentes puntos de la región paceña y de otros departamentos.
Con el grito de "Sí se pudo" y al son de improvisadas bandas de música, la masa reunida en la plaza estalló de júbilo tras la impotencia reprimida en los últimos días ante lo que los sectores en conflicto calificaron de "masacre".
Desde Oruro, en el sur de La Paz, llegaron más de 30 camiones, que habían sido retenidos por las fuerzas del orden desde el miércoles pasado en la población de Patacamaya, a unos 100 kilómetros de La Paz, para evitar mayor convulsión social en la capital sede de gobierno.
"Nos sentimos contentos después de haber triunfado y haber hecho renunciar a este presidente y a este gobierno masacrador", relató a una emisora de radio el pasajero de uno de los vehículos.
Blandiendo una bandera boliviana, un ciudadano de El Alto, ciudad adyacente a La Paz y escenario de los actos más duros de la represión policial, llamó a "escuchar a este pueblo, que estaba sumido en el dolor y la angustia".
Presidente número 64
Carlos Mesa es el presidente número 62 de la historia republicana de Bolivia.
En agosto de 2002 se dio la figura de la sucesión presidencial cuando Banzer renuncia a la primera magistratura. Estaba con cáncer. Asumió la Presidencia el vicepresidente Jorge Quiroga. Con este paso, el país dio ejemplo de la madurez democrática. Otro caso de sucesión constitucional es lo que sucedió con Hernán Siles Zuazo, quien acortó su mandato, acosado por las presiones y la crisis económica, luego convocó a elecciones. En 1969, tras la muerte de Barrientos, el vicepresidente Siles Salinas llegó al Palacio de Gobierno y recibe el apoyo de la cúpula militar. Gobierna cinco meses y es destituido del cargo por Alfredo Ovando.
2003/10/18 9:53:41
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