La Prensa La Paz - Bolivia Edición de Octubre 29, 2003
Los campesinos ocuparon una hacienda de dos mil hectáreas perteneciente a la familia Molina en la localidad yungueña de La Asunta. Es la cuarta toma de este sector durante la gestión Mesa. Reclaman tierras en manos de latifundistas que, según dicen, no cumplen la función económica y social.
SOCIEDAD
La "hacienda" es en realidad un aserradero que no trabaja desde hace once años
La hacienda Bopi-Motacal: los sin tierra aseguran que no dejarán la propiedad
La Asunta, Sud Yungas / La Prensa
Juan René Castellón
Unos 200 campesinos del Movimiento Sin Tierra del Norte Amazónico de La Paz tomaron ayer 2.000 hectáreas de la familia Molina en la población de La Asunta, a 210 kilómetros de La Paz. La posesión fue pacífica, pues el único cuidador de la hacienda, Mario Cusi, no opuso resistencia.
Esta toma de tierras es la cuarta después de la asunción del presidente Carlos Mesa, todas impulsadas por el Movimiento Sin Tierra. Las tres anteriores se produjeron en Sacaba, Cochabamba; en Guarayos, Santa Cruz; y en Collana, en la provincia Aroma del altiplano paceño.
Según los dirigentes de esa organización, que realizó la primera toma hace tres años en la hacienda Pananti de la provincia Gran Chaco de Tarija, con un saldo de seis muertos, la actual coyuntura es favorable para este tipo de medidas debido al derrocamiento del gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada y la presencia de un gobierno de transición.
La hacienda de la familia Molina está ubicada a un kilómetro de La Asunta, a orillas del río Bopi, que recibe las aguas del río La Paz. A unos metros de la playa existe una planicie donde el cuidador de la familia Molina cría unas 85 cabezas de ganado. A un costado del escampado se observan restos de un aserradero que paralizó sus actividades hace 11 años, cuando un tractor de la empresa se hundió en las aguas del afluente. Allí están unas cabañas abandonadas, un tractor herrumbrado, y tornos y serruchos ensarrados. Al fondo están dos lomas de unos 500 metros de alto, con árboles salvajes y sin tierras cultivadas.
Según uno de los ex trabajadores de la hacienda y que actualmente está participando en la toma de tierras, Florencio Alabe, la familia Molina extrajo, de forma ilegal, cedro, roble y mara. Señaló que los Molina tienen concesiones forestales en Alto Beni y Caranavi, de donde también extraen madera. Dijo que los Molina usaron la "guía" de esas concesiones para sacar la madera de La Asunta.
Durante el acto de posesión de las tierras, el coordinador del movimiento, Vladimir Machicao, señaló que la toma se realizaba porque en la zona hay muchos campesinos sin tierra y varios latifundistas que las mantienen ociosas. Y adelantando futuras tomas, dijo: "Los Yungas no serán refugio de los asesinos del pueblo: Kukoc, Sánchez Berzaín, Iturralde, Goytia y otros". La hacienda fue bautizada como Bopi-Motacal, por el río y porque allí crecen árboles de motacú.
Después del discurso, los campesinos armados de sus machetes ingresaron a la hacienda hasta la planicie donde pastaban las vacas. Y levantaron carpas de nailon delante de la hacienda para vigilar el terreno.
En la lista de los organizadores figuran 120 personas, una parte son hijos de colonos de San Juan Unidas, San Salvador, Bonilla, 20 de Mayo y Alto Asunta, tierras que rodean las 2.000 hectáreas. También forman el grupo peones que trabajan como jornaleros en el cultivo de coca, principal producto de La Asunta. Otros comunarios acompañan la toma.
Inicialmente, los dirigentes esperan que alguna autoridad llegue a la zona para discutir la legalidad y distribución de esas tierras. Pero, si es que demoran, comenzarán a lotearse el terreno.
La Asunta vive de la producción de coca debido a que los productos agrícolas (maíz, frijol y cítricos) no son competitivos en la ciudad, por los altos costos del pasaje: una caja de mil mandarinas, por ejemplo, vale 40 bolivianos. Ese precio se debe a la distancia y los malos caminos, especialmente en el lugar denominado El Arrozal, antes de Chamaca, con altas pendientes rocosas.
Mario Cusi dice que está a la espera de una comunicación de la familia Molina para tomar alguna decisión. Pero piensa que él y algunos ex trabajadores del aserradero tienen más derecho a esas tierras que los campesinos del lugar. Ayer hizo llegar a la hacienda unas 15 cabezas de ganado, al parecer con la intención de demostrar que el lugar cumple la "función económico-social" que establece la Ley INRA. Según esa norma, las tierras ociosas deben ser revertidas al Estado siempre y cuando no cumplan una función económica-social o no paguen impuestos.
MST de Tarija espera a los ministros
Tarija / Nuevo Sur
El Movimiento Sin Tierra (MST) de la provincia Gran Chaco del departamento de Tarija reiteró que el gobierno debe enviar una comisión de ministros para resolver el conflicto del sector bajo la amenaza de iniciar la toma de tierras a partir del viernes.
El MST ya tiene en la mira a siete propiedades que -según dijeron- están sin cumplir función social alguna. En total, estos terrenos suman alrededor de 14 mil hectáreas de tierra.
Este sector exige el cumplimiento de los convenios suscritos con el anterior gobierno, el saneamiento en el Chaco, la titulación que está pendiente y la puesta en marcha del proyecto caprino, consistente en la dotación de cabras para la crianza.
También se deben cumplir los compromisos de perforación de pozos para la dotación de agua potable para esas regiones y la construcción de atajados para la época de sequías.
El MST también pretende dialogar con las autoridades de gobierno para que los pequeños prestatarios sean favorecidos con una rebaja en los intereses que deben al Fondo Alternativo de Desarrollo (Fades-Yacuiba), ya que la sequía que sufrieron no les permitió recuperar el dinero para realizar el pago correspondiente.
En Cochabamba hay una tregua hasta mañana
Cochabamba / ANF
Campesinos sin tierra que ocuparon Villa Obrajes, la hacienda de propiedad de Carlos Sánchez, y el gobierno acordaron ayer darse una tregua de 48 horas para conformar mesas de trabajos e investigar la legalidad de estas tierras, su derecho propietario y, con ello, el futuro de los ocupantes.
Una reunión del viceministro de Gobierno, Saúl Lara, dirigentes campesinos del MST y vecinos de Sacaba determinaron un cronograma de actividades a partir de este jueves, previo acopio de la información acerca de la legalidad de esta propiedad y el comodato que la familia Sánchez Berzaín habría firmado con las Fuerzas Armadas.
Entretanto, el gobierno se comprometió a pagar la curación de los heridos del enfrentamiento la mañana del lunes, cuando los campesinos pretendieron ocupar la hacienda y los uniformados de la Policía Militar impidieron utilizando gases lacrimógenos, balines de goma y balas de guerra.
"Acordamos una investigación exhaustiva del derecho propietario luego que se analice y discute la legalidad de procedencia del documento de comodato entre las Fuerzas Armadas y la familia propietaria. De esa manera se dispondrá dar una solución a este problema de ocupación de tierras", aclaró la autoridad de gobierno.
Los comunarios resolvieron no abandonar el lugar y mantenerse en vigilia en las afueras de la hacienda en tanto se resuelva este problema.
"Estamos entrando en un cuarto intermedio, no vamos a hacer ninguna provocación durante 48 horas; nos darán una respuesta de cómo vamos a proceder en las mesas de diálogo y así encontrar una solución", informó un dirigente.
La hacienda Villa Obrajes, de una extensión superior a las 10 hectáreas, es de propiedad del ex ministro de Defensa Carlos Sánchez Berzaín y está ubicada entre las comunidades de Lava Lava y Ulincate, distante a un kilómetro de Sacaba, unos 16 kilómetros de esta capital.
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