Jueves, 26 de Enero de 2006 | www.radiomundoreal.fm
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Activistas de todo el mundo se dieron cita para participar en la Asamblea contra la Guerra del sexto Foro Social Mundial en Caracas, donde se definieron acciones para llevar a cabo a lo largo de este año, comenzando por movilizaciones mundiales el 19 y el 20 de marzo contra la invasión estadounidense a Irak.
Varias redes de organizaciones presentaron sus campañas contra la guerra, la proliferación de armas nucleares, la instalación de bases militares extranjeras y sobre todo contra la agresiva política bélica desarrollada por el gobierno estadounidense que preside George W. Bush.
Entre los panelistas de la Asamblea se encontraban Walden Bello, director de la organización tailandesa Focus on the Global South; Joel Suárez, del Centro Martín Luther King de Cuba; Socorro Gómez, presidenta del Centro Brasileño de Solidaridad con los Pueblos y Lucha por la Paz; y Jamal Juma, coordinador de la campaña contra la construcción de un muro en Palestina por parte de Israel.
Las propuestas emanadas de la Asamblea contra la Guerra serán presentadas este domingo, en la asamblea final de los movimientos sociales del Foro Social Mundial, donde se procurará convocar a la acción continua para exigir el cese de la ocupación militar de Irak y Afganistán.
Los panelistas y coordinadores de campañas coincidieron en admitir que en los últimos años ha disminuido en cierta medida el vigor de las protestas mundiales contra la guerra, en relación con la primera gran movilización internacional en marzo del 2003, cuando se produjo la invasión de Irak.
Según explicó Suárez, para impulsar nuevamente el rechazo global contra las políticas bélicas se pretende "unificar bajo una sola consigna a todas" las campañas por la paz y la autodeterminación de los pueblos.
En las intervenciones de los participantes se comentaron y denunciaron múltiples agresiones e intervenciones armadas llevadas a cabo en los últimos años, principalmente en América Latina mediante el Plan Colombia y el Plan Patriota, o a través de las más de 15 bases militares estadounidenses instaladas estratégicamente para controlar recursos naturales como el agua, la biodiversidad, el gas y el petróleo.