El Secuestro del Foro Social Mundial

Por Naomi Klein - 30 de Enero de 2003
http://acp.sindominio.net/article.pl?sid=03/01/30/1751217&mode=thread

La palabra clave del Foro Social Mundial de este año es "grande"

Gran participación, ¡más de cien mil delegados en total, grandes charlas: más de 15.000 personal intentando ver a Noam Chomsky, y sobre todo: grandes hombres. Lula Da Silva, el recién elegido presidente de Brasil, fue al foro y se encontró con más de 75.000 seguidores. Hugo Chávez, el controvertido presidente de Venezuela, hizo una visita 'sorpresa' para anunciar que su atacado régimen es parte del mismo movimiento que el del Foro.

"La izquierda en América Latina está renaciendo", declaró el señor Chávez, mientras clamaba por liquidar a sus oponentes a cualquier precio. Como evidencia de este renacimiento apuntó la elección de Lula en Brasil, la victoria de Lucio Gutiérrez en Ecuador y la tenacidad de Fidel Castro en Cuba.

Pero esperen un minuto: ¿Cómo se ha convertido el encuentro que se suponía iba a ser un espacio de los nuevos movimientos de base en una celebración de hombres con tendencia a los discursos de tres horas sobre como acabar con las oligarquías?

Por supuesto, el foro, en toda su esplendorosa diversidad global, no se limitó a discursos con enormes multitudes mirando en la misma dirección, hubo cantidad de círculos, con pequeños grupos de personas mirándose las unas a las otras. Hubo miles de encuentros y talleres de activistas compartiendo excitados sus experiencias, tácticas y análisis de sus luchas comunes. Pero 'lo grande' puso sin duda, la nota en el evento.

Hace dos años, en el primer Foro Social Mundial, la palabra clave no era 'grande' sino 'nuevo': nuevas ideas, nuevos métodos, nuevas caras. Porque si había una sola cosa en la que muchos delegados coincidían, (y no había muchas) era en que los métodos de la izquierda tradicional habían fallado, ya fuera porque habían sido mal dirigidos, o porque estaban bastante mal equipados para pelear contra las fuerzas poderosas de la globalización corporativa.

Esta era una dura reflexión a la que habíamos llegado y que sigue siendo cierta aunque algunos partidos de izquierda les haya ido bien en las urnas recientemente. Muchos de los delegados del primer foro, habían gastado sus vidas construyendo partidos obreros, sólo para contemplar alucinados como esos partidos traicionaban a sus bases una vez en el poder, levantando las manos e implementado todos y cada uno de los dictados políticos de los mercados globales. Otros delegados habían llegado con los cuerpos destrozados y los corazones rotos tras haber luchado durante toda su vida para liberar sus países de las dictaduras y los apartheits de tipo racial, sólo para ver como su soberanía era intercambiada por una deuda con el Fondo Monetario Internacional.

Otros de los que asistieron al primero foro eran refugiados de los partidos comunistas doctrinarios que finalmente habían afrontado el hecho de que las 'utopías socialistas' de Europa del Este se habían convertido en pesadillas centralizadas, burocráticas y autoritarias. Y por encima de todos aquellos veteranos, había una nueva y energética generación de gente joven, que jamás había creído en los políticos y que habían encontrado su participación política en las calles de Seattle, Praga o San Pablo.

Cuando esta multitud global se unió bajo el eslogan 'Otro mundo es posible', estaba claro para todo el mundo, salvo una minoría de rígidos nostálgicos, que el proceso para llegar a ese otro mundo posible no tenía nada que ver con resucitar los deficientes modelos del pasado, sino que se debía a la posibilidad de imaginar los nuevos movimientos que ponían en común sus mejores experiencias mientras intentaban no repetir sus antiguos errores.

El Foro Social Mundial no producía una línea política definida- un buen comienzo- pero había un claro paradigma para las alternativas emergentes. La política tenía menos que ver con los fiables y bienintencionados líderes y más con posibilitar a la gente la tomar de sus propias decisiones, la política tenía que ser MENOS representativa y más participativa. Las ideas que volaban a nuestro alrededor incluían consejos de vecinos, presupuestos participativos, gobierno fuerte en lo local, reformas agrarias y granjas cooperativas- una visión de comunidades politizadas que pudieran enredarse internacionalmente para resistir los asaltos del FMI, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio. Frente a una izquierda que había intentado siempre soluciones de estado centralizado para solucionar prácticamente cualquier problema, este énfasis en la descentralización y la participación directa era lo que se había abierto paso.

En el primer Foro Social Mundial, Lula también fue 'animado': no como la heroica figura que iba a luchar contra la fuerzas del mercado y erradicar el hambre, sino como una persona innovadora cuyo partido estaba a la vanguardia a la hora de proporcionar herramientas para que la gente pobre pudiera conseguir solucionar sus necesidades. Desgraciadamente estos temas de participación directa y fortalecimiento de la democracia han estado bastante ausentes en la campaña del señor Da Silva para llegar a presidente. Por el contrario ha contado y recontado una historia personal sobre como los pobres podían confiar en él porque el venía de la pobreza, conocía su dolor. Pero para oponerse a la comunidad financiera internacional no sirve que un político sea creíble, sino que hay que darse cuenta de que, como Lula está probando, ninguna persona o partido es lo suficientemente fuerte por su cuenta.

En este momento, da la sensación de que Lula tiene dos únicas opciones: abandonar sus promesas electorales o hacerlas valer y acabar en una guerra civil similar a la de Chávez. Pero hay una tercera opción, una probada por su propio partido y que hizo que Porto Alegre un ejemplo de un nuevo tipo de mentalidad política: más democracia. Puede elegir abandonar el papel de mesías o de llanero solitario y devolverle el poder a las personas que le votaron para que tomen decisiones acerca del pago de la deuda externa, la reforma agraria, la participación en el Area Libre de Comercio de las Américas (ALCA). Hay una gran cantidad de mecanismos que se pueden utilizar: plebiscitos, asambleas constituyentes, redes de representaciones barriales. Eligiendo un camino que se adentre en formas económicas alternativas, va a provocar enormes resistencias, pero sus oponentes no tendrán el lujo de enfrentarse a Lula como están enfrentándose a Chávez, sino que se estarán enfrentando al deseo de la mayoría- Estarán luchando contra la misma democracia.

Quizás la razón por la que la democracia participativa está siendo usurpada en el Foro Social Mundial por los grandes hombres y las muchedumbres es que no hay mucha gloria en ella. Para trabajar, requiere una genuina humildad de la parte de políticos elegidos. Significa que una victoria en las urnas no es un cheque en blanco por cinco años, solamente el principio de un proceso interminable de devolver poder a esos votantes.

Para alguno, el secuestro del FSM por los partidos políticos y los hombres poderosos sea prueba de que el movimiento contra la globalización corporativa está finalmente madurando y tornándose serio. ¿Pero es realmente tan maduro, en medio del cementerio de proyectos políticos de izquierda fallidos, creer que el cambio vendrá votando a un líder carismático para, posteriormente, cruzar los dedos y esperar lo mejor? Seamos serios.

uruguay.indymedia.org/news/2003/02/9534.php


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